Relaciones Peligrosas (EunHae+18)

4. Instituto Black Suit

Fue fundado en 1985 por Lee DongSik, es el mejor instituto de toda Corea del sur, cuenta con salones de baile, canto, piscinas para los estudiantes, campo de golf y tenis, cancha de fútbol y baloncesto. Dos bibliotecas, centro de cómputo, laboratorios.

Era simplemente enorme.

Y yo Lee DongHae me encontraba con mi quijada casi en el piso al ver semejante lugar ¿estaban seguros que era un instituto? No lo parecía. Di un par de vueltas un poco perdido hasta llegar a la dirección donde mi jefe me esperaba.

— Buenos días señor Lee —Me saludo con una sonrisa mostrando un hoyuelo en su mejilla.

— Buen día, director Park —Dije haciendo una leve reverencia.

— ¿Cómo se siente? —

— Nervioso —Conteste sincero, moría de los nervios — aunque también estoy ansioso —Agregue con una sonrisa emocionado.

— Bueno entonces creo que lo llevare a su salón de clases —Me dijo levantándose, asentí y me levante también, siguiéndolo.

— Como ya sabrá el instituto Black Suit tiene la mejor reputación de toda Corea y no es en vano, señor Lee —Me decía mientras caminaba con sus manos tras su espalda —...nuestros estudiantes son los mejores sin embargo debo advertirle sobre "los reyes" —

— ¿Los reyes? —Pregunte confuso.

— Chicos rebeldes que creen que porque sus padres son los mayores benefactores del instituto pueden hacer lo que se les de la gana —Contesto — son cuatro chicos el primero es Kim KiBum, muchos lo conocen como Key soberbio, arrogante y muy egocéntrico, segundo Cho KyuHyun es un cerebrito sin embargo muy travieso, es lengua afilada y puede jugarle bromas de muy mal gusto, tercero Jung YongHwa rebelde, y le gusta crear problemas y por último pero no menos importante Lee HyukJae, el nieto del fundador de la institución un chico muy rebelde, calculador, frío, arrogante y manipulador, tenga mucho cuidado con ellos pero no por eso se deje intimidar —

— Creo que puedo con ellos —Dije — solo son chicos rebeldes —

— Espero que siga pensando así —Llegamos a una puerta — ¿listo, profesor Lee? —

Asentí.

— Listo —

Él entró primero. Mi corazón empezó a latir como loco al escucharlo hablar. Tome un respiro, y cuando él me anuncio levante mi mirada encontrándome con varias miradas de jóvenes de 17 años.

Mi sonrisa desapareció al ver una mirada de ojos negros muy conocida, mi corazón se detuvo y mi respiración se corto.

No podía ser...

No él...

— ¿Se encuentra bien? —Me pregunto el director.

— ¿E-eh? S-si, si estoy...estoy bien —Respondí sonriendo levemente.

— Entonces lo dejare para que pueda comenzar con su clase —Me dijo — pórtense bien —

El director Park se fue y me quede solo. Trate de actuar de la mejor manera posible, fui al escritorio y tome asiento.

— Bien —Dije y los mire, evitando que mi mirada se encontrará con la de él. — como ya les dijo el director, soy Lee DongHae y soy su nuevo profesor espero posee llevarme bien con cada uno de ustedes —Tome la lista con los nombres y empecé a nombrarlos escuchándolos decir a cada uno "presente", aún podía sentir su intensa mirada puesta en mi — ¿Lee HyukJae? —

— Presente —Levante mi mirada al escucharlo, mi corazón se detuvo de nuevo al ver su sonrisa burlesca —...profesor —Añadió.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y apreté el lapicero con mi mano.

¿Qué había hecho?

EunHyuk...la persona con la cual he tenido varios encuentros pasionales estaba frente a mi, vestido con el uniforme de estudiante...

El nieto del fundador de está institución...

Mi amante...era mi alumno.....

***•••***

Después de dar clases y escuchar el timbre sonar, tome mis cosas y salí lo más rápido del salón.

Llegue hasta el baño y deje mis cosas sobre el lavado.

— No, no, no —Me repetía una y otra vez, mis manos temblaban y sudaban, mi corazón iba muy de prisa, empecé a respirar irregularmente — n-no puede ser él...n-no, él no...—Murmuraba.

La puerta se abrió, y nuestras miradas se encontraron a través del espejo. Él se recargo en la pared y se cruzo de brazos; era él...en verdad lo único que cambiaba era que ahora tenia un poco de tinte rojo en las puntas de su cabello.

— Buen día, querido profesor —Me dijo y río.

— T-tú...d-de verdad —Mis ojos se llenaron de lágrimas, había sido un estúpido.

— Así es ¿no le alegra verme? —Se acercó a mi.

— No te acerques —Dije.

— ¿Por qué no? —Pregunto alzando una ceja — he sido un buen alumno y me he...portado bien al verte —Sonrió de lado. — merezco un premio...—Susurro, tomándome de la cintura y adueñándose de mis labios.