Capítulo 40.

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40. Vulnerable.


Estoy comenzando a sentir pena por él y aprovecharme de su inestabilidad pero tengo qué.
Me ha demostrado que no vale la pena y es mejor hacerle pensar que ya no hay nada por lo que luchar... Jack no se merece a mi bebé ni a mí, no quiero darle una vida con este hombre como padre.

El acuerdo quedó, el doctor me preparó para sentir dolor de verdad, me ayudó a creerme mi propia mentira y llamó a Jack.

Entró desesperado, me miró esperando una palabra o algo pero sólo me encontró llorando. Su mirada cayó y parecía ya rendido.

—Sr. Conway, siento mucho presentarle esta noticias pero Isabel ha presentado un aborto espontáneo.

—¿Cómo?

Su voz es tan fina y triste.

—Es más común de lo que se puede pensar. Ha sido inevitable y la hemorragia de Isabel aumentó de breves a comparación de como me expresó anoche; su cuello uterino se encuentra abierto y tendremos que mantenerla con nosotros un par de días para extraer el tejido.
Tenemos suerte de que llegaran temprano, la hemorragia . Su mujer no hubiese sufrido tanto dolor.

Sólo está metiendo mierda para que se sienta mal...
—Es una noticia bastante difícil.—Siguió hablando.—Es totalmente común el que se sientan el duelo de esta pérdida.

Mantuve mi cabeza baja llorando más notoriamente mientras sentía su mirada sobre mí constantemente.

—Lo siento Jack, ni siquiera soy capaz de darte un hijo.

—Esto no es ocasionado a propósito.—Consoló tomando mi hombro.—Las actividades como el sexo, ejercicio, trabajar y tomar la mayoría de los medicamentos no lo provocan.
El problema aquí fue que el óvulo fecundado tiene un número anormal de cromosomas o más denominado como genes, no es manipulable.—Miró a Jack.—Todo esto ya se lo he explicado a Isabel pero seguirá adolorida por el tema.
Usted como su pareja concédese el permiso para hacer el duelo por su pérdida y en cualquier circunstancia nosotros podemos proporcionarles la ayuda necesaria para lidiar con este suceso.—Alejó sus pasos a la puerta aún mirando a Jack.—Los dejaré solos, voy a preparar la sala para extraer el tejido hoy mismo.

No hubo respuesta y se fue.

Nos quedamos en silencio y suspiró tallando su rostro hasta su barbilla.

—Lo siento.

Repetí débilmente, comenzó a negar.

—Ya escuchaste al doctor, no es culpa tuya.—Repitió razonable pero se notaba que le duele. Se acercó a pasos lentos queriendo tomarme y no respondí.

—Sólo tenía un trabajo y era mantener a salvo a nuestro hijo.—Rodeó sus brazos en mí y recargué mi cabeza sobre su pecho, seguía sentada sobre la camilla y mis pies cuelgan lejos del suelo.—Ansiaba tanto formar una familia contigo pero parece que estoy rota.

—No digas eso, a ver...—Volvió a respirar hondo.—Es mi culpa, tu dolor es culpa mía.

Por supuesto que sí.

—¿Por qué bebiste anoche? Estabas bien, no habías tocado el alcohol desde que me hablaste de Jul-

Me apretó con fuerza antes de finalizar su nombre.

No respondía, ni siquiera siento la respiración de su pecho.

—No interesa ahora.

Jódete.

Lo aparté sin fuerza volviendo a mantener mi mirada baja.

—Ni siquiera quieres que diga su nombre.

—Es cosa del pasado.

—¿Pensaste en ella otra vez?—No respondía, ni le quería ver la cara.—Está bien. Lo entiendo Jack.

...

—¿Pero de verdad querías tener un hijo conmigo?—Volví a hablar.—Aunque aún pienses en ella no entiendo cómo puedes seguir conmigo.

—Isabel.

—¿Tan complicado es encontrar que me respondas una pregunta?—Lo miré, ya tenía sus ojos fijos en mí.

—Haces demasiadas y no es el momento.

Apreté mis labios y asentí más que nada por las ganas que tengo de levantarme y golpearlo pero nomas me está viendo llorar.

—Al menos vete a buscar al doctor, no me puedo levantar yo sola.

Estiró sus brazos preparado para cargarme, me hice para atrás.

—No. Me duele. Me harás daño otra vez.

Bajó los brazos rendido, murmuró un "vale" por lo bajo y se fue.

Apenas se desapareció respiré hondo y limpié mis lágrimas.
Estaré muy molesta y fingiré tanta cosa pero que aún la piense...
He sido totalmente usada. Qué vergüenza.
Soy un reemplazo tal cuál.

—¿Cómo andas Isabel? ¿Sigues sintiendo dolor?—Preguntó apenas cruzando la puerta.

—Me duele apenas me estiro lo más mínimo, temo mover mis piernas.

Asintió.
Volteó a ver a Jack que quedó de brazos cruzados junto a la puerta.

—Deberías ir al trabajo.—Sugerí.—Esto va a tomar tiempo, te hablaré cuando terminen. Dejaste a Evans a medias con su reunión.

Bajó los brazos frunciendo el ceño.

—El proceso es rápido pero tomará tiempo prepararla, dependerá de usted si gusta quedarse en sala de espera hasta la tarde.

Asintió.

—Vale.

—Te hablaré después.—Volvió a afirmar.—Y mientras tanto puedes pensar en lo que hablamos.

No parece nada conforme pero sigue diciendo que sí.
Se acercó para tomar mi cabeza y besar mi frente e irse.

El doctor se asomó asegurándose de que se fuera por completo. Volteó a verme sin saber qué decir, parece que quiere criticarlo y no lo culpo.

—¿Estás bien?

—Sí, gracias.—Me extendió un pañuelo de la caja que tenía en su escritorio.—No me creo lo que tuve que llegar a hacer.

Asintió.

—Lo lamento pero acabará pronto, puedes tomar esto como un peso menos. Tú y tu bebé estarán bien.

Rosa 🌹 ; Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora