You're not here anymore || Taekook

𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 𝟒;; 𝐏𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐜𝐢𝐭𝐚

- ¿Y bien? Ha pasado tanto tiempo- Preguntó Jungkook con su pequeña sonrisa de lado dejando el menú del restaurante sobre la mesa, oficialmente estaba en su primera cita con Kim Taehyung, lo cual les parecía bastante raro después de todo lo que había ocurrido en el pasado, pero debían conocerse de nuevo, más Taehyung, era alguien completamente nuevo frente a los ojos de Jungkook.

- Lo sé, pero prefiero no hablar de... Ya sabes... - Claro, el hospital.

- ¡Sí!, claro, l-lo entiendo, hablemos de lo que quieras, tú decides- Jungkook hablaba tan rápido que su característico tartamudeo empezaba a salir otra vez, le asustaba mucho espantar a la nueva versión de Taehyung, quería tenerlo cerca cuanto tiempo fuera posible.

- Por supuesto, ¿Ha pasado algo nuevo en el tiempo que no estuve?- Habían pasado tanto tiempo incomunicados que Taehyung se sentía como un extraterrestre, también estaba un poco perdido en el tiempo, pero era genial, es alguien nuevo que tiene la oportunidad de empezar y tomar el camino que quiera, no todos tienen esa oportunidad.

Sabe que su nuevo camino es Jungkook, hace un par de años le hubiera parecido algo imposible, pero ahora es alguien nuevo, dispuesto a recuperar el corazón de su amado.

- ¡Han pasado tantas cosas! Creo que ya lo repetí muchas veces pero ahora Jin es el director del hospital y mi madre sigue ahí... está un poco enferma, es todo. Terminé la universidad y tengo un trabajo en una tienda de videojuegos, es muy lindo, está en un callejón que al principio parece muy aterrador pero existen muchos comercios interesantes, él mío está al lado de una floristería, mi jefe dice que el dueño de ese lugar es muy parecido a mí, pero estaba lleno de tatuajes, una locura ¿cierto?

Jungkook trataba de resumir lo mejor posible los últimos años, moviendo sus manos exageradamente y sin borrar su enorme sonrisa, pero siempre le encantaba agregar algunos detalles, como su reciente pasión por dibujar, algunos deportes y su pasatiempo favorito, ver las nubes. La mayoría de las tardes tomaba un pequeño descanso mientras buscaba formas en las nubes, de solo pensarlo Taehyung sentía una enorme paz inundar su ser.

- El dueño de la floristería se mudó antes que yo llegara ¡Hasta me confunden con él a veces! ¿No sientes curiosidad por saber si realmente somos tan parecidos?- Jungkook volvió a soltar una carcajada de solo pensar que podría tener un gemelo perdido en algún lugar de Corea, al voltear su mirada hacia Taehyung, vio que éste lo veía con total admiración y una sonrisa un poco boba.

- ¿Por qué me ves así?- Preguntó Jungkook volviendo a sonreír.

- Extrañé mucho oírte hablar,- Un suspiro enamorado salió sin querer de los labios de Jungkook- al parecer has tenido muchas aventuras en mi ausencia- Y ambos volvieron a reír sin creer todo lo ocurrido en los últimos años.

La noche siguió pasando y la comida se había terminado, demasiado rápido para su gusto, de nuevo estaban caminando por las brillantes y frías calles de Seúl, al lado del otro. Reían con cada historia que Jungkook contaba, Taehyung no tenía mucho por decir, sus últimos años eran como un sueño sombrío, una vida en blanco y negro que pensó no volvería a tener color, no fue hasta que le dieron el alta en el hospital que pudo volver a respirar y sentirse con energía de nuevo.

Ver a Jungkook feliz después de tanto tiempo le hizo pensar que también estaba curado, que ambos ya eran personas saludables dispuestos a todo confundiendo salud con inmortalidad, esa es la parte divertida.

Sus risas se dispersaban por las calles de Seúl regresando el silencio, sus zapatos por el suelo mojado era lo único que se oía a kilómetros, no podían creer que fuera tan tarde, la noche había llegado y querían que fuera igual de eterna como lo que tenían planeado hacer. La luz de los comercios, edificios, autos y todo lo demás que le daba vida a Seúl no parecía lo mismo cuando veía a Jungkook, él brilla más que nada ni nadie en el mundo. Taehyung tomó lentamente su mano rozando un poco su hombro por la cercanía.

Jungkook volteó con una sonrisa de lado sin alejarse o soltar su mano, en realidad, hizo entrelazar sus dedos, jurando por completo su amor, prometiéndolo, y sellándolo con un beso, su primer-segundo beso. No hay nada como el primero, pero este es demasiado bueno como para ser el segundo.