↳ ੈ‧₊ CAPÍTULO XVII

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¿Te has sentido mal estas últimas semanas? —Fue lo único que salió de la boca de Shuichi, para la suerte del chico petite. Era en parte una pregunta retórica, pues sabía perfectamente que el más bajo no la había pasado bien desde ya hace mucho tiempo—.Tú sabes... por tu discusión con Iruma y Shinguji... y todo eso —continuó, mencionando un hecho reciente en específico que le causara angustia al otro, aunque no era exclusivamente ese que lo tenía tan atareado.

O-oh... —soltó Ouma, suspirando con alivio. A pesar de hace unos minutos sentirse seguro consigo mismo, el nerviosismo le había ganado y ahora no podía hacer más que volver a tartamudear—. S-sí, aún m-me siento mal por eso —admitió, sintiendo como su amigo aún masajeaba su muslo con ternura—. Pero Shumai d-dijo que es su culpa ¿v-verdad? Iruma-chan y Shinguji-chan están equivocados, ¿c-cierto? —Concluyó, recordando todas esas veces en las que el joven de cabello azul le había dicho que no era su culpa que se haya metido en problemas con sus anteriores amigos.

Así es, Kichi —sonrió Saihara, asegurándole al otro que ninguno de sus problemas recientes habían sido su culpa, después de todo, Kokichi no lastimaría ni a una mosca con aquel rostro inocente—. Pero no me refería a eso~ —indicó con un tono grave que envió escalofríos a la espalda del de ojos lavanda, quien comenzaba a tornarse más ansioso.

¿E-entonces? —Preguntó con cuidado, sabiendo que esta interacción era algo distinta a la que siempre tenían. El tacto sobre su pierna comenzaba a intensificarse de una forma casi obscena, y aunque no estaba en contra de ello gracias a que estaba haciendo maravillas en su entrepierna, no estaba seguro si esa era la intensión del opuesto.

Tengo una forma en la que puedes olvidar todo lo que ha pasado, olvidarte de tus falsos amigos —soltó Saihara con una sonrisa que escondía todas sus intenciones. A este punto el chico de cabellos púrpuras se daba una idea de a donde iba esa conversación, y no estaba muy seguro de que quería que sucediera.

¿L-la hay? —Cuestionó, no sabiendo muy bien que era lo que deseaba para sí mismo. Quería dejarse llevar por aquella promesa con una gran esperanza de deshacerse de todos sus malos recuerdos de los últimos meses, aunque era claro que no debía esperar algo muy drástico. Pero por el otro lado, estaba aterrado de demostrarle su cuerpo al mundo, tampoco se sentía preparado para este tipo de acciones.

Si... Pero tienes que confiar en mí —susurró el chico de la gorra, quitándose aquel sombrero con la mano que no toqueteaba al muchacho petite y ya hecho eso, con esa misma mano tomó la barbilla del otro, todo para que lo viera a los ojos—. ¿Me dejarás hacerte sentir bien?¿Olvidarte de todo lo demás? —Prosiguió hablando, su tacto subiendo más y más por la pierna del opuesto mientras ambos mantenían intenso contacto visual.

¿O-Olvidarme de todo lo d-demás? —Contempló el de silueta delgada, dándose cuenta de poco en poco que tal vez mantener relaciones con el chico fanático no sonaba como una mala idea—. H-Hmm... —suspiró al pensar, si esto era lo que Shuichi quería hacer, no veía nada malo en ello. Lo único que le remordía era el hecho de que era virgen, y la sociedad le hacía creer que tu primera vez debía ser con alguien que realmente amabas. Románticamente.

Vamos, reforzará nuestra amistad~ —canturreó, como si hubiese sido capaz de escuchar los pensamientos de Ouma. El de menor estatura tomó saliva, considerando todas sus opciones.

Era claro que su mejor amigo deseaba ayudarlo con esto, estaba casi seguro de que no era un acto egoísta. No era su interés romántico, pero podía ver porque estaría bien hacerlo, después de todo eran muy unidos, no sería raro del todo. Suspiró nuevamente, formulando en su cabeza una respuesta por unos cuantos minutos.

↳ 📷₊˚. ··· Stalker  »-Pregame Saiouma-«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora