El otro amor

Capitulo 1

Capitulo de prueba

Lilith había dejado su bolsa encima de unas cajas que tenía por su mudanza, estaba cansada y no por su cambio de estado, los Ángeles parecían un buen sitio y lo mejor es que está muy lejos de su antiguo hogar.

Lo malo es que aún debía afrontar unas cuantas cosas que trae, su jefe le recomendó tomarse unos días más de descanso para ordenar sus cosas en su nueva casa, Lilith no quería, ni le entusiasmaba la idea de estar en su casa pero eran órdenes directas que su nuevo y viejo jefe le dieron por recomendación de su psicólogo, ella consideraba mejor idea el irse a trabajar pues así podría mantener su mente ocupada pero ya no peleó más pues la decisión estaba tomada así que le tocaba respetar.

Esa noche no estaba interesada en quedarse en su hogar, de hecho, deseaba emborracharse y poder olvidar por un momento lo que pasó, así que se metió a bañar para minutos después tomar su llaves y tomar un taxi, -Quiero que me lleve al mejor bar que hay aquí - el chófer asintió, -Sé perfectamente a dónde ir - el chófer comenzó a conducir, Lilith iba viendo por la ventana, sabia que si continuaba bebiendo de esa forma no le permitirían regresar a su trabajo pero sería su última noche, después buscaría otro psicólogo para poder continuar con su tratamiento.

-Llegamos - anuncio el chófer, Lilith vio un edificio que decía LUX, ella le pago para bajar, Lilith entro, encontrándose con mucha música y personas, justo lo que necesitaba, se acercó a la barra, -¿Que le sirvo? - el bartender pregunto, -Traeme una botella de whisky -¿Solo eso? - Por el momento si - el bartender se giró para buscar la botella, Lilith se giró sobre la silla para ver el lugar, el ambiente le encantaba, la música no era de su agrado pero la distraía bastante que era lo importante, -Aquí tiene - el bartender le dejo la botella junto a un vaso, Lilith se sirvió los primero tragos pero no tardó mucho en tomar directamente de la botella, ella era del tipo de borrachas tranquilas, llegaba a llorar pero no era algo común, así que no se metió en problemas.

En el bar se encontraba Lucifer pero no era el mismo pues la partida de la detective lo había dejado muy triste, el solía cantar y tocar el piano pero antes de eso paso a la barra, pidió unos tragos, quedándose ahí por unos minutos, claro está que notaba la presencia de mucha gente, como es costumbre pero la mujer pelirroja con pantalones de mezclilla, chaqueta de mezclilla y cabizbaja le pareció algo peculiar, muy poca gente que va a su bar, va a solo sentarse a beber pero ella se limitaba a ver la barra y tomar, Lucifer ya no quiso darle más importancia a una mujer ebria, así que sé dirigió al piano.

Lilith estaba a punto de llorar, cuando la música se detuvo y la melodía del piano se hizo presente, ella se giró sobre la silla para ver el interprete, encontrándose con un grupo de personas rodeando el piano, como pudo se paró y fue a ver encontrándose con un hombre con peor apariencia que la suya, la canción que interpretaba (la que está arriba) Lilith la había puesto hace unos días para suicidarse, así que se puso triste, comenzó a llorar y a beber aún más, Lucifer volvió a notar la presencia de aquella mujer, Lilith lo miraba pero aún que sus ojos lo veían su mente no le prestaba atención, se sentó en un banco que había cerca y comenzó a cantar, estaba ebria así que no era la mejor idea, Lilith se interrumpía solo para tomar, Lucifer le pareció curioso aquella mujer, olvidando por unos segundos a Chloe, claro hasta que un sujeto se acercó demasiado a Lilith e intentó tocar su pierna, ella detuvo la mano del sujeto antes de que subiera más, –Apártate – valvuseo, a él no se le hizo difícil soltarse y quiso intentarlo de nuevo, está vez tomo con su otra mano las muñecas de Lilith, Lucifer se levantó y fue ayudarle, tomando por el cuello al hombre, –Dijo que te alejaras – Lilith se puso de pie, –Me veré en la necesidad de arrestarte por lo que estabas haciendo – los dos hombres la vieron sorprendidos, –¿Eres policía? – el sujeto dijo con voz temblorosa, –Soy detective – Lilith respondió, –Sueltame, yo no vuelvo a este bar – suplico el sujeto, Lucifer lo soltó pero no porque el señor lo pidió, sino que le parecía bastante peculiar que a su bar estuviera una detective, el sujeto salió corriendo, Lilith se volvió a sentar, – Iría tras de él pero no me encuentro bien – volvió a tomar, Lucifer no dijo nada, se limito a pensar, seguía sin comprender la enorme casualidad de esa noche.

Sin molestarla mucho, se quedó a su lado de forma discreta, la música volvió a sonar, Lilith regreso a la barra pero a pagar, tenía claro que para ese punto ya no debía seguir bebiendo pero tendría otro problema, apenas el día anterior había llegado a los Ángeles y no sabía muy bien su dirección, así que no se memorizaba su dirección y por la hora y su evidente borrachera temía salir de ahí, intentaba pensar en lo que haría, –¿A qué debo la presencia de una detective en mi bar? – la voz del intérprete del piano la interrumpió de sus pensamientos, –Realmente no se debe a nada – respondió Lilith, –Solo vine a beber, eso es todo – continuo, –Ya veo, debo pedirle una disculpa por el inconveniente – Lucifer dijo algo desagradado con el sujeto, –No tiene porqué, no fue su culpa – Lilith por primera vez en la noche le miro y pudo enfocarse en Lucifer, notando algo hermoso en su mirada, –¿Puedo ayudarle en algo? – la amabilidad de Lucifer le pareció linda pero no sabía que tipo de ayuda solicitar, no sabe bien la dirección de su casa, así que de nada sirve pedir un taxi o Uber, –Solo uno, poderme quedar dormida en algún lugar del bar – Lucifer comprendió que ella no quisiera arriesgarse a salir de un lugar en el estado en el que se encontraba, así que accedió, llevando la a su propia recamara, Lilith no le agrado mucho pues sentía que abusaba de el, –Con que me dejara dormida en la barra era más que suficiente – dijo ella al abrirse el elevador, –¿Sabe? Puede dejarme en el sillón – Lilith tambaleó hasta el mismo y cayó encima, Lucifer miró por unos segundos a la mujer que subió, no comprendió lo que pasó pero prefirió no pensar mucho en ello.