Salió de su casa, miró hacia el cielo y cerró los ojos al sentir el reflejo del sol sobre estos. Un voz suave la hizo volver a la realidad y se giro hacía ese sonido. Un chico de estatura alta, quizás unos centímetros más que ella, sonrió y pasó por su lado ya empezando el recorrido de camino a su escuela.
—¡Espera! —gritó el chico y con pasos rápidos se acercó—. No quiero ir sólo y una compañía nunca está mal.
Lo miró mejor y pudo ver el uniforme de la escuela que llevan los varones. Lo conocía aunque nunca había hablado con él. Era su vecino desde algún tiempo pero esa no era la razón principal.
—Por cierto, me llamo Michael —se presentó el chico moreno con una sonrisa.
—Sé quien eres, fuiste el novio de Luna hace unos años atrás —explicó ante la mirada confundida del chico.
—No sabía que tenía un club de fans en la escuela y que sabían mi vida completa —se burló—. ¿Se puede saber quién es la persona que me acosa sin que yo lo sepa?
—Delfina o Delfi, así me llaman todos —se presentó—. Y no te acoso, creo que toda la escuela sabe de su relación.
—Fue una relación tan corta, no duro ni dos meses —murmuró entre dientes—. Igual eso no tiene importancia, mucho gusto Delfi —sonrió.
A la chica le pareció un chico agradable. Siguieron hablando de muchos temas de conversación hasta llegar a la escuela y cada uno ir por su dirección. Le gusto conocer a alguien como él.
(...)
Simón entró al Roller con una sonrisa. Ya podía moverse sin ningún problema con su celular. Dio gracias que la chica de lentes le haya ayudado ahora podía moverse por la ciudad con total confianza.
Su mejor amiga mexicana se encontró con él en la barra de la cafetería a punto de tomar un licuado. No lo hizo al momento en que ella le indicó que lo acompañará a una de las mesas más cercanas.
—¿Puedo preguntar de dónde lo conoces a Benicio? —inquirió con el semblante serio.
—En donde más —sonrió irónicamente—. No por nada viví mis diecinueve años en México, ahí lo conocí.
—Si, pero... —parecía dudar de seguir hablando y eso era lo extraño. Él nunca la había visto dubitativa—. ¿Por qué él parece odiarte?
—El odió que me tiene es mutuo, no te preocupes —afirmó sin ninguna chispa de culpa.
—No entiendo, Simón.
—Mira... Esto es así. Él me odia y yo lo odió a él, no hay mucho que entender —advirtió y luego tomó un sorbo de su licuado.
—¿Qué pasa contigo? Tú no eras así.
—No tiene importancia —negó—. Mejor dime como han sido los ensayos.
—Están bien —asintió—. Ya me gustaría a mi que volviéramos a patinar juntos como en los viejos tiempos.
(...)
Nina suspiro frustrada. Seguía sintiendo la mirada ególatra de Luna sobre su nuca y por mucho que odiara tener que soportarlo por más tiempo ella sabía la razón. Llevaba días teniendo la sensación de decirle que su mejor amigo sólo la buscaba por mera casualidad pero no quería caer en ese juego ridículo.
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Linda De Amar
FanfictionÉl no sabía que ella se convertiría en su nuevo amor verdadero.