-¿La conoces?- le pregunto, Min sonríe mientras niega, en cambio yo frunzo el ceño sin comprender del todo su expresión.
-Ah, esa chica llena de problemas la conozco desde hace unos años.
-Está loca- agrega Nayeon con los ojos llenos de lágrimas inyectados en la furia que se albergaba en su alma explosiva de adolescente.
-Lo está, definitivamente, lo está- toma la bandeja donde yacen los restos de lo que comía para poder depositarlos en el bote de la basura y dejar la bandeja junto al resto que estaban sucias, las persona en la mesa lo observamos irse, SeokJin liberada un suspiro de exasperación, Nayeon se deja caer estruendosamente sobre su lugar donde yacía antes sentada.
-Perra maniática- musita mi amiga, la busco con la mirada y la encuentro con los ojos cerrados, pienso en su declaración antes de tomarla del pelo ¿La exposición de Nayeon resultaría estropeada de no haber estado Roseanne Park? ¿Y si la exposición no fue arruinada, entonces de qué se trataba?
-Suficiente- digo poniéndome en pie, cuando estoy dispuesto a salir de la cafetería el timbre que avisa que el almuerzo se había finalizado y debíamos regresar a los salones, Kim y Im me siguen, yo me sumerjo en un mar de especulaciones de las cuales no soy consciente, son como gotas de lluvia, primero es una brisa, luego la lluvia para convertirse en tormenta, entro en la estancia del salón bruscamente, frenando en seco cuando estoy a punto de estrellarme contra Hoseok.
-¿No crees que deberías fijarte por donde caminas?- me pregunta y a pesar de lo directo que resultó ser, no parecía molesto.
-¿Acaso te rocé?- inquiero, tratando de imitar su tono.
-No.
-Entonces, cállate- alzo la barbilla puesto que él es más alto que yo de manera que no puedo inclinarme hacia adelante para dejar en claro mi presencia, lo rodeo, dejándolo atrás y continúo andando hasta llegar a mi lugar, cuando ya hago ahí me permito esperar por quien sea que tenga que entrar ahora, Yerim no solo había arruinado el día de Nayeon, también había tomado la tranquilidad que se albergaba en mí.
Nayeon se dejó caer pesadamente en su lugar y guardó silencio el resto de la clase de música de no haber sido el verdadero interés que demostró por el piano, casi podría haber jurado que sus ojos brillaban con genuino encanto al ver a la mujer rubia tocar con sus dedos largos sin importar su nublado estado de ánimo, luego de eso como si de unos instantes fugaces se había tratado el resto de la tarde continuó guardando silencio, no parecía triste, demostraba su furia con cada una de sus expresiones, era transparente, fácil de sopesarlo sin siquiera esforzarse. Permanecer deprimido y molesto tiene similitudes, en las dos hay dolor de cabeza, en las dos parece que se ha sufrido parálisis facial al no poder cambiar de expresión a una relajada, en algunas ocasiones es casi imposible ocultar toda la oscuridad que se albergar en el interior y nos brinda la necesidad de acabar con todo, de romperlo, de hacerlo pedazos para luego huir.
Correr lejos.
Pero, parafraseando a Daniel Torrence, llega un momento en que uno se da cuenta de que seguir moviéndose es inútil. Que uno carga consigo mismo allá donde vaya.[1]
Una vez que atravesé el umbral de salida mientras caminaba al lado de Jin quien parecía estar demasiado sumergido en sus pensamientos y de Nayeon, quien demostraba sus emociones a través de los suspiros constantes, escuché las mismas pisadas ensordecedoras estrellándose contra el piso del pasillo de la escuela viniendo a mi espalda.
-¡Jimin!- se trataba de la voz jadeante de Lia, quien proclamaba que probablemente estuvo corriendo demasiado, me detuve en seco y sin vacilar me giré para poder mirarla, antes de que ella tuviese la oportunidad de decir algo más, el maestro de historia el cual caminaba a la salida se detuvo a un lado de nosotros cuatro.
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A mis diecisiete [Hopemin]
FanficEl sistema educativo de Seúl mejor conocido como el más exigente capaz de decidir el valor personal por unos simples números, convierte a los estudiantes en una máquina de defensa competitiva que, a ultrajante, se vuelven unos contra otros, estresad...