A mis diecisiete [Hopemin]

Abismo (45)

5 días después.

Tengo la certeza de que una vez más me estoy volviendo loca [...] Por eso voy hacer lo que parece la mejor solución.

Virginia Woolf.

El domingo ocurrieron dos cosas, estuve con Hoseok durante toda la tarde y Nayeon no llamó en ningún momento para darme las buenas nuevas de su victoria por lo cual se me ocurrieron dos posibilidades a) había perdido, b) había ganado y se encontraba celebrando a lo grande con su familia. Me aferré a la segunda al rememorar el laxo de tiempo en el cual llamó para avisar que era ganadora la primera vez, sin embargo, al llegar el lunes Nayeon no apareció, ni al siguiente, ni al que vino después, la vida se me antojaba vacía sin la pianista rodando los alrededores de mi existencia tanto en el instituto como fuera de este. El miércoles por la mañana me percaté de que la ausencia de Roseanne era notoria en mi vida también como en la de Seok Jin quien no tuvo la oportunidad si quiera de visitarla en casa, ni de obtener un mensaje de regreso por parte de su novia rubia, ese miércoles de primavera la rutina se encontraba sagazmente sacada de su propia normalidad hasta que después del almuerzo el padre de Choi Lia, quien mantenía una relación tensional con Kim Yerim, parecía propensa a volver a golpearla, irrumpió en la clase de ciencias naturales para poder informarnos sobre un hecho esclarecedor aunque demasiado surreal para ser verdad, porque no era posible ¿o sí? ¿esas circunstancias no le ocurren solamente a las demás personas?

El hombre mayor se para delante del alumnado, nos observa detenidamente a todos a los ojos, lo sé porque me ha visto con fijeza por un vago instante el cual duró a penas unos segundos puesto que de inmediato posó la atención en Seok Jin, Hoseok, Yoongi hasta que se armó de valor para decir lo siguiente lo cual sonó distorsionado tanto que no podía confiar en que lo había dicho -Como bien existe una cita de Maximilian Robespierre -inicia diciendo sin saber que lo siguiente causará un gran dolor en mi ser -La muerte es el comienzo de la inmortalidad -contengo la respiración, mi cerebro procesa a velocidades inexplicables lo que acabo de escuchar -Puesto que siempre recordamos a los muertos. La muerte viene, nos arrebata a quienes amamos, le lloramos porque ya no les tenemos, sin embargo, mientras les recordemos siempre permanecerán con vida. Queridos alumnos, con gran penumbra en mi corazón debo darles esta noticia que hubiera deseado que no fuese más que una pesadilla, lamento informarles que Roseanne Park ha fallecido la noche del jueves -y todo se detiene. El resto del mundo guarda silencio, mi primer instinto es ver a Seok Jin quien no reacciona, todos le ven con la misma atención debido a que su relación era conocida, todos les habían visto juntos antaño. El muchacho parece perdido, es como si se ha desconectado del mundo, se le acaba el oxígeno al resto del planeta, Yerim permanece inmóvil, por otro lado Jin toma su mochila con la última fuerza de voluntad albergada en su cuerpo, guarda lo que yace sobre el pupitre después se precipita a salir desprendido como un suspiro del salón de clase.

Nadie le detiene, nadie hace nada para que no corra al encuentro con su amada fallecida, nos limitamos a soportarlo, soportar para quienes conocían de cerca a la rubia. Que triste se torna la vida cuando el verbo con las buenas personas se cambia a pasado; era, conocía, hacía, reía, se movía, tenía, de repente pertenecemos al viento cuando el presente es removido al pasado, somos un recuerdo que se nubla con el tiempo, incluso quienes más nos aman inician a olvidarnos porque la vida es así, porque debemos movernos, porque debemos seguir, es todo lo que nos queda, seguir. El resto del día se sumerge en un apacible silencio volviendo percibir la ausencia, si Rose está muerta ¿dónde se encuentra Nayeon? Pienso en las razones por las cuales murió y por qué, en algunas ocasiones la vida es inexistente, un suspiro, es demasiado pequeña hasta que morimos es cuando nos percatamos de que vivimos con demasiadas restricciones, hemos vivido nada hasta que nos vamos. Al finalizar el día camino al lado de Hoseok sin tomarle la mano, tengo un nudo en el estómago, el corazón, la garganta ¿por qué las circunstancias no vienen con una advertencia? ¿por qué solo suceden? ¿por qué razón jamás estamos preparados para ello a pesar de saber que la vida es una extensa cadena de tragedias que se extiende hasta el infinito.