V. Reencuentro

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Regresé al taller a recoger todas mis cosas. No puedo quedarme aquí más tiempo. Busqué las llaves de un Datsun, pues era el menos llamativo por la falta de pintura, sin contar que su único problema según los papeles era el aire, nada que pueda afectarme durante el viaje. Guardé los documentos dentro del auto, porque si viene la policía a investigar pueden darse cuenta de que se lo han llevado. Jacob tenía solo mil dólares en efectivo. Le debo mucho dinero al abogado y actualmente no tengo suficiente ni para sobrevivir. No puedo ir a donde mi mamá, sería ponerla en riesgo de nuevo y no quiero. Creo que me tocará volver con Marcela. Mi única solución de multiplicar el dinero es trabajando. Allá tendré donde dormir, comida y todo a cambio de trabajar para ella. Si ese maldito no me hubiera robado, nada de esto estuviera pasando. Dejaré que pasen unas semanas para ir a la casa de mi exsuegra, es el único lugar que se me ocurre para buscar el dinero que me robó, si es que queda algo. No puedo pasar por allá ahora, ya que la policía va a investigar y no puedo arriesgarme. Por el camino le marqué al abogado para pedirle que me dé más tiempo. 

—¿Puedo saber qué te sucede? Te escuchas alterada. 

—No es nada, no te preocupes. 

—¿Tuviste algo que ver con lo que sucedió con tu exnovio? — su pregunta fue como un balde de agua fría por encima. 

—¿De qué estás hablando, Malik? 

—No quieras fingir conmigo, Sara. Sé bien de lo que eres capaz. Ahora bien, me encantaría saber el porqué lo hiciste. 

—¿No me estás grabando? Me resulta extraño que quieras saber sobre las cosas que hago o no hago. 

—Digamos que es por un propósito profesional. Acabas de salir de la cárcel y, aunque ya estás en la calle, debes cuidarte bien. Debes saber que no fue tan fácil sacarte de allí. Además, no creo que quieras volver a tragarte el mal olor de las heces de otra, ¿o sí? 

—Pues no. 

—Bueno, entonces dime. ¿Qué fue lo que pasó? Me enteré por las noticias que se casó con otra mujer, ¿fue esa la razón por la que encendiste la llama de la pasion?

—No, esa no fue la única razón. Si estoy en la calle ahora y sin nada de dinero es gracias a esos dos infelices. Me delató con la DEA, volviéndome también un objetivo de Manuel y luego se robó todo mi dinero para irse con esa otra perra. Tenía suficientes razones para matarlos, ¿o no? 

—Y si te digo que fallaste, ¿qué harás? 

—¿De qué estás hablando? — estacioné el auto en la acera para escuchar lo que tenía que decir. 

—El cuerpo de Arturo fue encontrado entre esas lamentables víctimas, pero el de ella no. 

—Eso no puede ser, yo misma los vi. Ella estaba intoxicada también. 

—Me parece que no lo suficiente, ya que no encontraron rastros de ella. ¿No has visto las noticias o qué? Están en busca de esa mujer por ser una posible sospechosa de lo ocurrido. 

—¡Maldita sea! ¿Cuántas vidas puede tener esa perra? Gracias por el dato, Malik. Yo misma voy a averiguar dónde está esa mujer y que ruegue a que no la encuentre, porque si lo hago, le haré derramar lágrimas de sangre por cada centavo que me quitaron. 

—¿Y qué tienes pensado hacer ahora? ¿A dónde irás? 

—No te preocupes, ya tengo una forma de conseguir el dinero, aunque me llevará unos meses. Solo te pido que me des tiempo, por favor. 

—Toma el tiempo que necesites, no es como que de ese dinero dependa. Ten mucho cuidado con cada paso que das, Sara. No dudes en llamarme si necesitas algo más — colgó la llamada.

Desde Las Sombras [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora