CAPITULO 10

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Ha pasado otra semana más, queda una semana para que acabe junio, hoy cenaremos con Melisa y Lea, ya que mi padre y Melisa quieren hablar con nosotros.

Se me paso el día rapidísimo. Ya estábamos sentados en la mesa, en casa de Melisa y lea, hablábamos entre risas y anécdotas de cuando Lea y yo éramos pequeños, la verdad que éramos bastante trastos.

-Bueno chicos Melisa y yo tenemos algo que contaros, hemos tomado una decisión y esperamos que nos apoyéis.

Lea y yo nos miramos sin comprender, estábamos sentados uno en frente del otro y nuestros padres cada uno en una cabecera, la mesa era pequeña, pero para las dos les llegaba.

-Bueno sin más rodeos deciros, Dilo tu Robert- Mi padre asintió.

- Bueno chicos hemos decidido que vamos a vivir juntos, con vosotros claro-Lea y yo nos volvimos a mirar perplejos-No os preocupéis chicos, viviremos en nuestra casa Daniel, ya que esta es pequeña y la nuestra es muy grande- Asentí con la cabeza.

-¿Y cuándo será eso?- pregunte.

-En dos días, queremos estar instalados antes del 4 de julio para ir a la casa de la paya, para hacer la fiesta de siempre.

-Pero eso es en una semana y 3 días.

-Lo sabemos Daniel, por eso las chicas estarán en casa dentro de dos días.

Mientras las chicas recogían las cosas de su casa, mi padre y yo organizamos la casa, mi padre cambio los muebles de su dormitorio, ya que los que tenía eran los que compartía con  mi madre y ya pasaron 13 años desde que murió, yo llevaba tiempo diciéndoselo, pero hasta que llego Melisa y cambio su vida no lo había hecho, no lo veía tan enamorado desde mi madre. La habitación de Lea la pusimos frente a la mía en la planta que aparte de nuestras habitaciones hay una gran sala con sofás grandes, pufs para sentarse, un billar y una gran pantalla de cine, con el reproductor de películas, también hay un minibar con un fregadero y unos muebles con vasos y comidas, cuando venían mis amigos nos reuníamos aquí o en la piscina, la habitación son grandes e iguales de tamaño, los baños eran completos con bañera y ducha aparte, un gran vestidos las camas son de matrimonio, la de Lea tiene el somier blanco y el cabecero acolchado en el centro de color violeta, 2 mesillas blancas con tres cajones, un sinfonier en un lado pegado a la pared, a los pies de la cama un gran baúl tallado con dibujos de flores y mariposas, había un tocador con una silla y un espejo para maquillarse, un espejo entero con patas de forja pintada de blanco, tiene un gran ventanal con un saliente para sentarse o acostarse, está acolchado de color violeta como el cabecero de la cama, es igual que mi habitación la única diferencia que yo no tengo espejo entero y tampoco tocador, pero tengo una torre de música con bafles, los dos tenemos una mesa de estudio pegadas a la pared cerca del gran ventanal, la de Lea es blanco y la mía en negro que es el color de mi habitación los muebles son de color negro y la decoración en gris claro, los dos tenemos unas grandes televisiones y uno gran vestidor.

Hoy llegan las chicas y yo aún estoy en la oficina y no llegaré antes de las 7:00, supongo que cuando llegué ya estarán instaladas.

LEA******

Hemos terminado de recoger las cosas y vamos en camino de la casa de Daniel, estoy feliz por mi madre y por una parte estoy contenta por poder ver a Daniel todos los días, aunque sea poco.

Me quede impresionada, eso no es una casa es una mansión tiene tres plantas, la casa por fuera se ven grandes ventanales y una gran puerta blanca, el tejado está cortado en cuatro aguas que la hace más moderna que el resto de las mansiones.

Antes de que podamos timbrar la puerta se abre para dejar paso a Robert, a su lado estaban dos mujeres:

-Esta es Rosa, es la cocina- Da un paso a otra mujer más alta que la primera-Ella es Dilaila se ocupa de la casa.

-Encantada de conoceros-Dije, mi madre solo las saluda con una sonrisa, ya que ya las conocía de antes.

-Bueno ahora Dilaila te enseñará la casa y te dirá donde esta tu habitación, mientras tu madre y yo vamos a trabajar-Asentí con la cabeza-Dilaila te dejo encargada de acomodar las cosas de Melisa en la habitación, ya te expliqué como tenías que colocarlas y donde.

-Si, señor-Responde Dilaila con una sonrisa.

-Chao cariño, nos vemos en la cena- mi madre me dio un beso en la mejilla.

Entramos más adentro en la casa y fui viendo lo espectacular que es, a mano derecha una gran cocina con una isla en el medio para poder desayunar y poner cosas encima y dentro de algunos armarios y cajones, los azulejos son negros y los muebles marrón oscuro, pero está muy iluminada por unos grandes ventanales y dos puertas acristaladas que dan al jardín que rodea la casa junto con un gran porche que lo separa de la casa, a mano izquierda de la gran entrada hay un gran salón con dos grandes sofás blancos y una gran chimenea con una gran televisión encima de esta, a un lado un gran ventanal que hacia esquina (ocupaba una pared entera y mitad de la otra) que daba claridad, bajando dos pequeños escalones se ve una gran mesa con 6 sillas, unos sofás negros, una gran estantería llena de libros, a mano izquierda entre las enormes escaleras hay unas puertas que llegan al despacho de Robert, al fondo unas puertas acristalas que dan a la piscina; en el primer piso se encuentra la habitación de mi madre y Robert, el despacho de mi madre, una habitación de invitados y una sala, también hay un cuarto de baño, igual al de abajo al lado de la cocina; en el segundo piso hay más habitaciones, me sorprendió ver una infantil, pero Dilaila me dijo que era de Daniel cuando era pequeño, y dos más de invitados una sala y un baño, en el último piso esta mi habitación enfrente a la de Daniel, una gran sala de juegos y cine, la verdad es que no tenía palabras.

-¿Te gusta?- me pregunto Dilaila y yo asentí como respuesta-La decoro Daniel, dijo que si no te gustaba algo que podías cambiarlo.

-No, es perfecta.

-Bueno, tus cosas ya están aquí, te dejo para que ordenes todo-Yo asentí, la verdad no podía hablar mucho.

Empecé a decorar mi habitación y a guardar mis cosas, coloque mi ordenador y mi tablet en la mesa de estudio, mis lápices de colores en mi bote lila, no sé cómo, pero Daniel descubrió que es mi color favorito, coloque mis diplomas entre mi pupitre y mi coqueta junto con mis trofeos de animadora, coloque mis lámparas en las mesillas, con el pie blanco y la pantalla violeta, hacían  juego con el cabecero de la cama, las cortinas y el colchón de la ventana, Daniel me conoce demasiado bien, pensé, coloque una foto de mis padres cuando salían juntos y una de mi tía conmigo de cuando era más pequeña. Coloque mi ropa en el impresionante vestidor, tenía para colocar los vestidos largos en un apartado, en otro los cortos, cajoneras, estanterías para camisetas y también para los zapatos. La verdad es que no llenaba ni la mitad de los apartados, pero sé ira llenando poco a poco, coloque mi edredón nórdico lila y blanco y distribuí los cojines entre la cama y el asiento debajo de la ventana, Cuando termine de colocar todo doble las cajas y las baje a la cocina.

-Yo me encargaré, señorita Lea- me dijo Rosa

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SÉ QUE ESTE CAPÍTULO ES ABURRIDO PERO OS SUBIRÉ OTRO EN UN RATITO GRACIAS POR LEERME ESTOY MUY AGRADECIDA CON TODAS DE VERDAD GRACIAS , HASTA DENTRO DE UN RATITO 

DANIEL Y LEA TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora