DANIEL Y LEA Terminada

CAPITULO 19

-Lo estoy deseando cariño -Le di un beso en la mejilla.

-Me encanta que juegues y acaricies mi mejilla y mi barba.

-A mí también me gusta la sensación de tu barba en mi cuerpo.

-A sique te excita mi barba, entonces cuando lleguemos te hará sentir bien- sonríe pícaramente y me puse colorada.

Antes de llegar a casa Daniel paro el coche en un tramo que casi no hay luz y se sacó el cinturón.

-Antes de llegar a casa, y cenar con nuestros padres déjame darte un beso si no, no podre aguantar.

Yo me desabroché el cinturón y con cuidado me subí encima de sus rodillas.

-Vamos a jugar  un poco, antes de llegar a casa cariño, aquí está oscuro y no pasa mucha gente que pueda ver-Dije con voz seductora sobre sus labios.

Lo empecé a besar apasionadamente, nuestras lenguas jugaban sin descanso, metí mis manos por debajo de su camiseta y él metió las de él por debajo de mi vestido, apretó mis nalgas con sus manos y la presiono con su pene, yo gemía de placer al sentirlo en mi sexo, subió una mano y acaricio mi pecho por debajo del bikini, me eché  un poco atrás para poder sacar su polla, era una gozada que estuviera en pantalón de chándal corto de algodón y sin bóxer era muchísimo más cómodo, empece a moverla, y con la mano que acariciaba mi nalga  separo mi biquini la estiro un poco más hasta llegar a mi sexo empezó a torturarme el clítoris y metiendo sus dos dedos dentro de mí estuvo un poco de tiempo penetrándome mientras y acariciaba su pene acunado ya me iba a correr saque la mano y el saco la suya me levante un poco y metí su polla dentro de mí con rapidez y hasta el fondo, empece a moverme de arriba a bajo y en círculos, los dos gemíamos de placer, subió un poco más mi vestido hasta dejar mis pechos al aire para él empezó a besarlos, lamerlos y morderlos, los tenía duros y la sensación de su lengua en ellos me excitaba el doble aumenté las embestidas él agarró mis nalgas y me ayudo con las penetraciones así las hacía más intensas y que nuestros cuerpos chocaran, me producía más placer sin poder remediarlo y después de torturarnos nos corrimos entre gemidos y gruñido mientras nos besábamos para acallarlos. Nos seguimos besando más calmadamente mientras tranquilizábamos nuestras respiraciones.

-Somos unos locos del sexo, cariño, si supiera que esto sería así me hubiera metido antes en tu habitación.

-Nunca he sido así, esto es solo contigo, es lo que tú me provocas, me vuelves loca y necesito tenerte dentro de mí a cada momento.

-Tú también me vuelves loco y tampoco fui así nunca, eres mi droga Lea, te necesito para sobrevivir- me beso en un beso tierno- vamos a casa ya es tarde, luego nos buscamos para dormir juntos cuando nuestros padres se duerman- yo asentí.

Salí de encima de él, nos colocamos la ropa, nos pusimos el cinturón, nos peinamos y fimos a casa. Cuando llegamos era un poco tarde, pero nuestros padres aún no habían llegado, subimos a nuestras habitaciones, fui al baño y me metí una ducha al salir del baño estaba Daniel encima de la cama sentado.

-Ven aquí, acércate- me saco la toalla y la tiro al suelo- tenía ganas de verte desnuda, eres perfecta.

-Daniel, nuestros padres nos pueden ver.-dije en un susurro mi respiración ya eras excitada con que solo él me mirara.

-Tranquila llagarán tarde y ahora vamos a hacer el amor, solo te voy a hacer un precalentamiento, abre un poco tus hermosas piernas cariño, y no pares de mirarme mientras te hago sentir bien, ¿Estas lista?-Asentí con la cabeza sin poder decir nada.

Daniel metió un dedo en mi sexo y empezó a acariciar mi clítoris, yo gemía sin dejar de mirarlo, me miraba con deseo y placer, metió dos dedos mientras con el pulgar me seguía dando placer a mi clítoris, cada vez estaba más caliente y excitada.