-Pues que estamos juntos, tú me quieres y yo te quiero, tú eres mía y yo soy tuyo¿Te parece bien?
-ME parece perfecto. ¿Pero qué haremos con nuestros padres si se enteran?
-Por ahora nada, dejaremos que se vayan a ese viaje, mientras nosotros viviremos solos durante 4 meses, cuando vengan se lo contaremos y listo.
-Me parece bien, pero por el momento lo llevaremos en secreto, para no hacerles daño, ¿Te parece bien?
-Perfecto, pero mañana tengo que ir a la farmacia a comprar la pastilla del día después, porque no usamos protección, es la primera vez que lo hago así, aunque es impresionante la sensación, no quiero que tengamos un bebe por ahora.
-Tranquilo cariño, tomo la píldora desde los 13 años por desajustes de la menstruación, primero no eran anticonceptivas, pero a los 15 mi madre se emperró en que lo fueran para que me acostumbrara a ellas desde temprano, por si tenía cambios en mi cuerpo, desajustes hormonales o efectos secundaros de las pastillas, así se sentía más segura y yo también a decir verdad, no es que quisiera tener relaciones sexuales con esa edad, pero así nunca tendría problemas, aunque estuve con pocos chicos, tú eres el único que no uso preservativo, mi abuela puso el grito en el cielo cuando se enteró, dijo que era demasiado joven.
Los dos nos echamos a reír, por un lado me impacto la noticia, pero por el otro tenía que agradecer a Melisa y la declaración que me dio de la razón que no era de la clase de chicas de una noche.
-¿Con cuántos chicos estuviste?
-Con tres- me dijo sin preocupación, eso me dijo tranquila.- Dos eran unos capullos y el tercero eres tú- me dijo con una sonrisa, se la devolví, me gusto eso.
-A ti no te pregunto, que ya sé que estuve con muchas, solo ahí que escuchar tu fama.
-No te creas todo lo que dicen, en realidad no son tantas, pero la que me importa eres tú, que seas la última....-Le di un beso en los labios y sonreímos.
Al rato nos quedamos dormidos, cuando estaba amaneciendo me desperté, no nos habíamos movido, aún la tenía abrazada y desnuda durmiendo encima de mi pecho, era como un sueño echo realidad, no quería, pero tenía que despertarla, me tenía que ir a mi cuarto, por si venía alguien, no lo solían hacer, pero por seas caso. La empece a acariciar la espalda y la mejilla.
-Amor, pequeña, despierta, tengo que ir a mi cuarto, por si vienes a buscarnos.
Ella me mira, le doy un beso en los labios y me sonríe, yo le sonrió.
-Ok, ve, luego te veo, te echaré de menos.
-Y yo a ti princesa, te quiero- le dije dándole un beso
-Yo también te quiero.
Le di otro beso, no me quería ir y dejarla, pero tenía que hacerlo.
-Descansa un poco más amor en un rato nos vemos.
Me vestí y salí hacia mi cuarto, no me lo podía creer al fin estábamos juntos, estoy muy feliz, no sé si podre disimularlo, cuando esté con ella, pero al menos lo intentaré, sin darme cuenta me quede dormido, a las 8:00 toco mi despertador tenía el tiempo justo para ducharme, vestirme e ir a desayunar donde la vería, hoy era la última noche aquí y mi último día de trabajo, mañana nos iríamos a la isla hasta el día 5, o bueno eso era antes de que mis padres dijeran que se iban.
Me duché, vestí un pantalón negro ajustado gastado y con aberturas en las rodillas, con una camisa negra ajustada arriba, pero floja abajo, marcaban mis brazos y tres botones abiertos, soy demasiado grande y aveces no encuentro ropa de vestir que me quede más floja a no ser que sean camisetas, me puse una cadena que fue de mi mamá y salí, baje las escaleras y me encontré con mi padre y Melisa haciéndose caricias y besándose en la mesa, carraspee la garganta y se separaron un poco.
-Buenos días.
-Buenos Días, Daniel-Dijeron los dos a la vez.
-Papa hoy es mi último día en la empresa, quería el resto del verano libre, antes de que empiezan las clases, y mientras no estáis solo iré de vez en cuando para que todo funcione como es debido, si te parece bien.
-Me parece perfecto hijo, eso mismo es lo que te iba a decir.
Cuando mi madre acabó de hablar vi bajar a Lea por las escaleras, estaba como siempre, llevaba un vestido rojo que se le pegaba a su cuerpo, tirantes muy finos, escote cuadrado por encima del pecho que se lo resaltaba aún más, hoy de noche volveré a hacer la mía, lo de la noche pasada fue perfecto, pero no me cansaré de hacerle el amor a ella. Llego y se sentó a mi lado, fui precavido y antes baje una mano para así poder acariciarla cuando llegara, ya que no nos verían.
-Buenos días.
-Buenos días-dijimos los tres.
Se sentó y le acaricié la pierna de arriba a bajo, ella sonrió mirándolo su plato, la vi por el rabillo del ojo, mientras atendía a la conversación de mi padre y su madre, no tardó mucho en bajar su mano, sin que se dieran cuenta y agarrar la mía las entrelazamos y así terminamos de desayunar,
-Bueno Daniel es hora de ir a la oficina, hoy terminas antes así podrías avisar a los chicos para que vengan el viernes por la mañana y coman con nosotros-dice mi padre.
Hoy es miércoles aunque nosotros ya nos vamos mañana, había que preparar algunas cosas, como la barbacoa y sacar las cosas del jardín para ponerlas al lado de la piscina.
Asentí con la cabeza, acaricie la mano de Lea con el pulgar y la solté a regañadientes.
-Chao Lea pásalo bien-Dicen nuestros padres.
Cuando están de espaldas y no nos veían le di un beso corto en los labios.
-Luego te llamo para comer juntos- le dije al oído cuando vi que salían por la puerta, beso su mejilla.
-Ok-me respondió ella con una sonrisa.
LEA******
Tan pronto como se marcharon llame a Ani para quedar en una cafetería a 20 minutos, de nuestra casa era la más cercana, nos sentamos y pedimos un café. Cuando nos lo trajeron Ani empezó a interrogarme
-Vamos Lea cuéntame que paso ayer, después que me llamaste para decirme lo de Jhom, no volví a saber nada más.
--Pues paso lo mejor que me podía haber pasado en la vida.
-No, no me digas que te acostaste con Daniel- asentí con la cabeza con una gran sonrisa en los labios- Quiero saberlo todo, pero ahórrate lo que hicimos a la hora del sexo, eso no quiero saberlo.
Nos echamos a reír a carcajadas, esta Ani tiene cada ocurrencia, nunca le contaría eso.
-Bueno después de haber hablado contigo no podía dejar de llorar, estuve un buen rato y cuando me di cuenta Daniel estaba a mi lado, me pregunto si estaba bien, se sentó en mi cama y me abrazo....-me interrumpe Ani.
-Joder, ves te dije que era un amor de chico y tú no me creías.
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DANIEL Y LEA Terminada
RomanceLA VERDADERA HISTORIA DE DANIEL Y LEA, DOS HERMANASTROS QUE NO DEJAN QUE TODO EL MAL LES AFECTE Y PROTEGEN SU AMOR. SON DOS CHICOS UNIVERSITARIOS QUE AUNQUE NO LO SABEN ESTÁN PREDESTINADOS A AMARSE. ESTA HISTORIA LA ESCRIBÍ YO Y MI CABECITA PERO T...