En una dirección

146 11 0
                                    

Querido anónimo:

Hoy he tenido una de esas tardes en las que sólo te apetece arroparte con una mantita cerca de la calefacción. Una de esas tardes nostálgicas. Me acerqué a la estantería y cogí un disco. Lo puse en el equipo de música. Steal my girl empezó a sonar. Four. El último disco de mis chicos. Y sonreí. Cuando acabó el disco, cogí otro. Midnight memories. Y cómo no, volví a sonreír. Hubo un problema en cuanto tomé el siguiente disco de la estantería. Take me home. El problema no era el disco, eran los recuerdos. Yo sonreía porque rememoraba aquellos momentos fangirl, estar esperando nuevo vídeo, tener mil fotos suyas en el móvil... (Lo admito, sigo en un momento fangirl). El problema llegó con Little Things. La tercera canción. Toda ella era indescriptible, en especial, esta parte:

Nunca te amarás ni la mitad de lo que yo te amo.Nunca te tratarás bien, cariño, pero yo quiero que lo hagas. Si te hago saber que estoy aquí para ti quizás te ames como yo te amo.

Yo estaba pasando por una mala época. Me veía fea y asquerosa. Y que me dijeran que me amaban y que estaban ahí para mí me daba la vida, porque era lo único que tenía. Lo único que me hacía un poquito feliz. Escuchaba little things mil veces al día. Qué digo mil. Cien mil. Necesitaba oír ese 'para mí eres preciosa, te quiero'. Podría asegurar que si ahora estoy donde estoy es gracias a One Direction. Al recordar todo esto, me eché a llorar como la niña pequeña que fui, esa idiota que no era feliz y que ahora sí lo es. Y me di cuenta de cómo habían cambiado las cosas. Y seguí llorando.  Probablemente no me entiendas, pensarás que estoy loca. Pero no sabes lo que pasé. No sabes los 'te quieros' que le dije a sus fotos. No sabes todas las noches que pasé en vela. No sabes que llevaba esperando toda la vida por alguien que me hiciera sentir mejor.

El disco, como todo en la vida, se acabó. Decidí, entre lágrimas, ir a por up all night. Al oír las campanas que marcan el inicio de what makes you beautiful, no pude contener el llanto ni un minuto más. Me recordó a cuando los conocí, hace 4 años. Cuando me insultaban en el colegio y lloraba todas las noches. Cuando me sentía tan fea. En ese momento escuché por primera vez esta canción. Lo que te hace guapa. Y, por alguna extraña razón supe que iba a estar bien. Que siempre les tendría a ellos. Que me querían.

Cuando digo que soy directioner, la gente me mira extrañada. ¿S., la rockera, la punk; directioner? Pues sí. Porque ellos han estado ahí para mí siempre, apoyándome y haciéndome sentir mejor, hasta convertirme en la chica que soy ahora. Por eso, puedo asegurar que les quiero, y que me han salvado.

Podría seguir horas hablando de cada una de sus canciones, de mis sentimientos cuando les veo, cuando veo sus inicios en factor X, de mi vida, de todo, de nada, de ellos. Pero no quiero aburrirte, anónimo.

Gracias a ellos he podido seguir, y aún sigo adelante. En una dirección.

S. Harrison.

Manual de desahogo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora