Querido anónimo,
no sabes el tiempo que hacía que no miraba al cielo. Que no veía a las golondrinas revoloteando bajo su color azul, que no oía sus cantos. Hacía tiempo que no me entraban ganas de atravesar esta pared y averiguar qué es lo que hay ahí fuera, qué es lo que el destino me tiene preparado a mí.
Realmente es fantástico. Es fantástico porque he aprendido a sonreír por mí sola, sin necesidad de que nadie lo intente. Porque he vuelto a comprender que todo lo que necesito es a mí misma; ha sido tan doloroso caer y que la mano que una vez me ayudó a levantarme ya no estuviera... Pero puedo jurarte que cada vez la necesito menos. Solo tengo que mirar en mi interior, conservar la calma y escucharme. Tengo tanto que decirme, tanto que descubrir de mi misma... Tanto por leer, tanto por desear, tanto por querer, por saber...
Cada vez encuentro más razones para seguir, que para quedarme estancada y sin fuerzas para continuar. Cada vez soy más capaz de continuar sola y pelear por conseguir mis sueños y no tener que doblegarme por nadie.
Y, ¿sabes? Es fantástico... Realmente fantástico.
Gracias por todo.
A. Lennon.
