Mentiras y maquillaje.

147 14 6
                                    

Querido anónimo,

ayer estuve hablando con mi hermano. Estábamos viendo Family Guy mientras cenábamos.

-Vaya, esa mujer no es nada superficial, eh -dije, refiriéndome a Lois (por si no conoces la serie, anónimo, se trata de la mujer de la familia, que está casada con un hombre obeso).

Y mi hermano me dijo: "Es que las mujeres se enamoran de lo que escuchan, por eso los hombres mienten. Y los hombres se enamoran de lo que ven, por eso las mujeres se maquillan".

Si he de ser sincera, aquella afirmación me sentó como si me tirasen un jarro de agua fría. ¿Y por qué? Pues porque en mi vida he escuchado algo más cierto como lo que me desveló anoche mi hermano.

Los hombres mienten

para conseguirnos.

Nosotras nos maquillamos

para conseguirlos.

Y es muy triste... Demasiado. ¿Es que ya no existen esos príncipes azules de ningún reino que regala flores y bombones, y por las noches tira piedras contra nuestra ventana para que salgamos y podamos verle? ¿Dónde están? ¿Ya se han extinguido?

Y, ¿dónde están las mujeres seguras de sí mismas, independientes, que no necesitan a nadie para salir adelante, fuertes, que pueden contra todo y no se esconden bajo una capa de polvos mágicos que transforman su rostro al instante? ¿Desaparecidas?

He pensado mucho sobre esto, porque realmente me ha tocado la fibra sensible de mi corazoncito. La sociedad es superficial, dicen, pero realmente, los superficiales son los hombres. Porque si no ven una cara y un cuerpo perfecto, pasan de nosotras. Y nos han educado a base de esa doctrina.

-Tienes que maquillarte, para tapar tus imperfecciones.

-Tienes que hacer ejercicio, para tener un cuerpo perfecto.

-Tienes que mantener tu pelo con un color y un tamaño normal, para que no vean nada raro.

-Tienes que impedir que te salgan arrugas, para que a ellos no les moleste la vista cuando te miren.

Y te repiten tanto estas lecciones, las sientes tanto, que, al final, tú también te conviertes en un ser superficial. Y dan igual los sentimientos, si no son los tuyos. Pasamos de ver a las demás chicas como amigas, a verlas como amenazas.
Su cara es más bonita que la mía.
Su cuerpo es más perfecto que el mío.
Su culo le da mil vueltas al mío.
Tiene más tetas que yo.
No tiene granos, y yo sí.

Peleamos por ellos como gatas en celo. Pretendemos ser perfectas, y a causa de esto, nacen las inseguridades, y estas, sí que tardan en irse.

Simplemente, te miras al espejo y piensas: No soy suficiente para él. Se merece algo mejor. A una chica más guapa.

Pero justo cuando dudas de ti misma, aparecen ellos y sus frases de oro.

Esas frases que tan loca nos vuelven y que tanto deseamos escuchar. 

Esas frases que suben tu autoestima al instante y que se convierten en una droga.

Esas frases que sueltan para verte sonrojar y para que sonrías.

Esas frases que no piensan y sueltan a la carrera.

Porque no las piensan. Las sueltan para salir del paso. La gran mayoria.

Y entonces, claro, todo empieza a fallar, porque te dicen eso cuando estáis a solas pero cuando están con sus amigotes... La de fotos de tías en bolas que rulan.
"A esa le hacía de to' "

Y tú te miras, y por mucho que te maquilles, por todo el ejercicio que hagas, por todos los trucos que intentes para que, al mirarle a los ojos veas ese destello que indica que aún te ve como al principio, sabes que no vas a tener el cuerpo que tienen las modelos que le ponen ni de coña.

Claro que existen los hombres que no mienten, pero siempre se enamoran de lo que ven.

Y claro que existen mujeres que no se maquillan, pero siempre se enamoran de lo que escuchan. Pero, sinceramente, yo ya no sé qué hacer. No sé si creerlos o no. Pasar de ellos o hacerles caso. Dejarme llevar o mantenerme fuerte, porque realmente parecen sinceros cuando te piropean, pero en el fondo, algo te dice que lo que dicen es mentira.

Supongo que siempre habrá un hombre para nosotras, con el que no haga falta maquillarnos para que nos vea bonitas y que nos enamore con verdades sencillas. Solo hay que esperar... Y tirar todo el maquillaje a la basura.

Buenas noches, anónimo.

A. Lennon.

Manual de desahogo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora