Siempre voy a huir.

140 17 0
                                    

Querido anónimo,

otra vez estoy aquí, refugiándome en esta fría habitación, soportando el dolor de los recuerdos y el de una soledad que ya no me abandona (y a la que ya me he acostumbrado). Otra vez estoy aquí, encerrándome en esta habitación, queriendo alejarme de todos y sintiendo que lo que necesito es tenerlos cerca. Yo soy así; me alejo. Para que nadie sufra. Es algo que he ido aprendiendo con el tiempo: cuando estés mal o todo se vaya a evocar al desastre, huye, bien lejos, donde nadie te encuentre y únicamente en compañía con tus pensamientos. Y al final me he convertido en eso, en una persona solitaria que necesita el calor de la gente. Irónico, lo sé. Difícil de comprender, también. Solo si lo sientes verdaderamente, anónimo, sabrás de qué te estoy hablando. Aunque prefiero que no lo comprendas, ni siquiera que lo intentes. Si a ti te pasase algo...

Volviendo al tema. Siempre voy a huir. Siempre que algo me cause dolor, o simplemente, que requiera un compromiso amoroso, siempre voy a huir. Porque aunque fantasée con encontrar a mi maldito príncipe de ningún reino, nunca voy a entregarme completamente. Por miedo, por desconfianza. Quién sabe. Es como cuando te piropean, algo sencillo y sincero, y piensas que es mentira, que te están mintiendo para reírse de ti, porque no estás acostumbrada a ese tipo de comentarios. Yo necesito mi espacio. Algo propio y mío. Para evadirme de mi familia, de mis amigas, de todo, para poder ser realmente yo, y llorar, y sonreír, y disfrutar. Donde no tener que ocultar nada y vivir como quiera. Algo privado, donde solo entre yo. Algo propio.

Algo para no compartir jamás con nadie.

A. Lennon.

Manual de desahogo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora