Querido anónimo,
¿sabes? A veces es difícil ser fuerte por los demás.
Es difícil ver cómo una persona importante para mí está recayendo, está cayendo en ese oscuro vacío del que salió.
Es difícil sentir cómo te traicionan y tener que perdonarlo.
Es difícil tener que remover el pasado para pagar las deudas del presente.
Es difícil hacer como si nada pasara entre mi madre y yo.
Es difícil tener que ver como una buena persona se destruye por culpa de otra y no poder hacer nada.
Es difícil creer que los sentimientos de una persona hacia mí son sinceros cuando me ha fallado una vez.
Es difícil dormir sin tener que pensar en todo esto.
Es difícil tener que continuar cuando no hay nada, ni un sueño de futuro, ninguna esperanza.
Todo es tan difícil pero podía ser tan fácil de solucionar que no sé por qué me complico.
No sé por qué lo reflexiono todo tumbada en mi cama esperando a que se me pase la resaca.
No sé por qué siento esta impotencia cuando podría solucionarlo todo,
pero simplemente, hay algo que, por h o por b me impide arreglarlo.
Tal vez me faltan ganas, tal vez fuerzas. Quién sabe. Sólo sé que aunque puedo continuar así, no quiero y mucho me temo, debo tomar decisiones importantes y dejar de dudar tanto.
Quién sabe, tal vez mañana, la visión que he tenido de realidad hasta ahora, cambie...
A. Lennon.
