Iniciando el segundo año de universidad y apenas había sobrevivido al primero. Para Park Boram (Bora para su circulo más cercano) la vida de adulta independiente no era nada parecido a como se mostraba en todas aquellas películas baratas y clichés. Limpiar, ordenar, cocinar y pagar deudas podía ser toda una tortura y era a diario, y no suficiente con eso, aun debes mantenerte a flote en la universidad, ¡Ella y con suerte sabia nadar!.
¿Quién diría que al volverse adulto, pagarías un dineral para estresarte y hacerte la vida un más miserable? y todo esto de manera voluntaria, pero ya sabes, "en la vida debes ser alguien" es la frase que escuchas desde que eres pequeña y por ende te la crees, pero nadie te dice lo difícil que es llegar a eso y con las finanzas en números rojos, Boram solo pedía encontrar una lámpara mágica que le resolviera la vida, aun que quien haría la magia en este caso no seria aquel artefacto.
Hay personas que creen en el destino, y eso creyó Boram cuando se equivoco de puerta y entro al camarín de chicos, con sus propios ojos pudo ver el perfecto y escultural cuerpo, de aquel chico que hasta ahora era uno más de tantos chicos de primer año.
- Te propongo un trato chico. - Le ofreció ella, rogando que él aceptara.
- ¿Y eso seria ?...- Pregunto dudoso el introvertido chico.
- Tu serás el cuerpo y yo el cerebro de esta operación, con ese cuerpazo que te ganas, vender tus fotos será ganancia segura.- Le vendía el plan como toda una profesional.
- ¿ Y yo porque haría eso?.-
- Porque la universidad es una completa tortura, si no sufres por dinero, sufres por un corazón roto.- Y de eso sabia bastante Jungkook.
- Ok, tenemos un trato.
Ella sabia lo que las chicas querían, él tenia lo que ellas querían. Una plataforma hecha por ella, para ellas. ¿Qué podría salir mal cuando los negocios, el placer y el amor se juntan?, si quizás TODO.
Historia cien por ciento de mi autoría.
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