CUATRUPLEX

XX. MISIÓN

Marleny Paterson

Una hora después del regaño que le di a mi nieta y al joven, ya se encontraban la mayoría en el salón de operaciones incluyéndome solo faltaba un chico, el llamado Cameron el hermanastro mayor de Camila la prima perdida de mis nietos.

— ¿Dónde está mi hermano?— Preguntó la chica directamente a Lía.

— Él está cumpliendo con un favor; les pido a todos que se sienten o háganse donde puedan ver la pantalla, porque esta reunión es para nuestra primera misión de reconocimiento— La emoción de Lía se notaba y la compartía con los demás.

Esta parecía ser la segunda habitación más grande, después del gimnasio que era sin duda lo más grande; la verdad es que me tienen sorprendida, toda esta construcción bajo tierra, la tecnología y estructura del lugar, más que una obra que se deba de apreciar cabe decir que está totalmente bien equipada como un cuartel.

La sala de operaciones primero tenía una pantalla holográfica, ese espacio de la sala parece un lugar de conferencias, pues el piso se eleva como una pequeña tarima, al extremo izquierdo hay una hilera de computadores, aparatos, rastreadores, más pantallas con varias sillas y todo encima de un escritorio con libretas, tabletas y más cosas para llevar una auténtica planeación o investigación, etc. En el lado derecho en la esquina opuesta a la pantalla se encuentra la puerta corrediza de roble, la puerta está perfectamente ubicada para que no interfiera con el espacio amplio que demuestra la profundidad de la habitación; después viene un librero extenso a un metro de la puerta y bien pegado a la pared que se encarga de cubrir el resto de espacio de las paredes blancas, el librero está separado por elemento, materia y ordenado alfabéticamente. En frente de la pantalla hay un sillón grande en forma de ele y dos individuales justo con el espacio necesario para ellos, los muebles son negros y cómodos, una mesa de centro se ubica en frente. Volviendo al lado izquierdo llegando a la esquina en la que termina esa pared hay una nevera y un dispensador de agua, y en el resto del espacio se encuentran cuatro escritorios repartidos cada uno con un letrero y el nombre de su elemento, son como lugares donde cada persona pueda venir y trabajar en lo que crea o si le interesa investigar. En realidad la sala de operaciones es bastante completa, agradable y espaciosa, en ella todo tiene un sitio y nada se ve atosigado.

— Muy bien como le explicaba a Camila, tu hermano está trayendo los vehículos modificados, le presté mi moto con propulsores de prototipo, con ella creo que llegará en unas dos o tres horas a la ciudad donde residen, Adflatus. Basta con poner los autos en piloto automático y salir lo más rápido posible, él rodeará el mundo hasta llegar de la forma más rápida a Coelum por donde podrá ingresar al mundo de la nada y si todo sale bien nadie lo detectará, después de todo él aún no está reportado como fugitivo— Lía explicaba y en la pantalla salían vehículos mejorados, seguro los diseños previos a la realización de las mejoras.

— Así es como quedaron sus vehículos— Salieron como cinco imágenes de jets, uno pequeño, dos medianos y uno grande.

— Los que no tenían auto, usarán estos jets con última tecnología— Volvieron a pasar los autos y pude ver el auto de Clarissa, yo se lo había regalado junto con su padre, él dijo que no se lo merecía, pero me debía un dinero y puse el resto, es un hermoso new kode 57 kenji modelo 2227, se lo di este año, cumplía dieciocho y se convertiría en una mujer, como sabía todo lo que le venía encima quise darle un regalo que le encantaría y usaría.

Luego vi la foto de un new Aston Martini modelo 2226, no tenía toda la tecnología que tenía un auto de alto rango así que suponía que el chico cuatruplex era de una casta inferior, pero no llegaba hasta cinco, así que estaba más que segura de que era un cuatro, aparté y dirigí mi mirada a Lía, Ella estudiaba todo lo que decía, sonreí satisfecha porque en la forma en la que lo hacía se asemejaba a la mirada de un profesor riguroso calificando y absorbiendo información.