VI. ¿TATUAJES?

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Narrador

Era una hermosa noche, al siguiente día serían las pruebas en los cuatro reinos, muchos de los jóvenes estaban demasiado emocionados como para dormir, otros solo pensaban en cómo serían sus vidas de ahora en adelante y otros simplemente dormían plácidamente.

Lo que era seguro era que esa noche no era común y que ese día de pruebas no era común, pues justo este año se cumplían cien años justo un siglo desde la muerte de los últimos anormales.

Después de esa noche nada volverá a ser lo mismo, un eclipse solar que ocurrirá justo a las doce del mediodía disparará la energía absoluta de un elemento durante una hora lo cual será un hermoso paisaje de inspiración para muchos de esos jóvenes aunque para los jóvenes Letizia y Random no fue precisamente el mejor día de sus cortas vidas.

Justo esa noche el planeta marte estaría buscando la perfecta desalineación de su órbita movimiento que permite que en la tierra se aprecie para lo que algunos es un perfecto y único panorama de doble luna llena.

Estos dos eventos son una perfecta alineación de tiempo y espacio que ocurrirán en perfecta sincronía pues según cuentan los antepasados justo después del eclipse y de la oscuridad total se lograría ver un esplendor de energía que dará paso a los inigualables poderes de la doble luna llena lo que sería un martirio para algunos pues sus vidas darían un giro de ciento ochenta grados en menos de un día.

Una chica castaña estaba a muy tempranas horas de la mañana con su móvil en mano junto con su hermano mayor, habían podido contactar de nuevo con su prima.

— Tienen que lograr que discutan, siempre que discuten ella se va a la frontera, justo en la unión del mundo de la nada, ustedes bien saben que es una genial oportunidad— Testeó otra chica que estaba a miles de kilómetros.

— Si discuten estará de mal humor sabes que eso disparará de una peor forma sus elementos, suficiente con que hoy sea el eclipse más la luna doble— Escribió la menor de los hermanos.

— Pero estará distraída, necesitamos que no participe, la van a matar si durante las pruebas se disparan los poderes— La joven chica solo quería que sus familiares entraran en razón.

— Está bien, tienes razón es hora de que sepa un poco de la verdad, pero no creo que debamos hacer que discutan, Lizeth tiene el fantástico don de discutir con la pequeña bomba de tiempo— Escribió el hermano mayor.

— Bueno debo irme, pronto nos veremos— La chica de dieciocho años se despidió de los dos hermanos, que a su vez también eliminaron la conversación y tomaron las precauciones necesarias.

Narra Clarissa

Estaba desde hace unas horas dando vueltas en mi cama, no me sentía para nada cómoda, más bien sentía un terrible fastidio, este fastidio venía de que no sabía por qué rayos mi brazo picaba tanto, no le quería dar importancia tal vez fuera un mosquito, pero igualmente el calor estaba insoportable.

— Ahora ni dormir puedo hacerlo en paz— Dije para mí misma mientras refunfuñaba.

Levanté medio cuerpo de la cama quedando sentada con las piernas estiradas, con rabia me deshice de la cobija que tenía para arroparme, moví mi cuerpo un poco en dirección a mi mesa de noche donde tenía un reloj holográfico, oprimí el botón de la parte de arriba y salió una imagen con luz que marca la hora, la luz encandelilló mis ojos por un breve momento en el que no pude ver, pero después abrí mis ojos despacio y aprecié el holograma que indicaba que eran las tres de la mañana.

— Maldición— Mascullé para mis adentros cuando me di cuenta de que estaba totalmente despierta y que no volvería a dormir en todo lo que quedaba del día.

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