II. MUNDO EARTHIEST

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Narra Tristán Morgesten

Mi nombre es Tristán Morgesten tengo 20 años, soy 4- maestro de ciencia, física y química elemental de los estados de las rocas, soy muy bueno en la dominación de mi elemento que es tierra y estaba seguro de que sería 2-dominante como mis hermanos, pero por alguna razón ese día mis resultados no fueron muy altos termine siendo un 4.

— ¡Profesor!... ¡Profesor Morgesten!— Escuché que me gritaba la voz de un niño, me di la vuelta y vi a Alex. Él tiene 12 años y es muy inteligente, es un niño muy lindo.

—¿Hola, Alex qué ocurre?— Pregunté educadamente, mi tono serio y frío con el que hablo siempre permanecía en mis palabras. Me agaché un poco para no estar tan alto al lado de él.

—Bueno... Mmm profesor— Me tendió rápido unos papeles sin haber terminado la frase.

—Dejo todos los trabajos encima del escritorio... Y todos querían traerlos, pero...— El niño estaba nervioso así que quité un poco de seriedad y una pequeña sonrisa asomó en mis labios.

—¿Me tienen miedo verdad? Es normal, gracias por traer los trabajos Alex— Los guardé en mi maletín.

— Si, pero todos adoran su clase, profesor— dijo Alex que empezó a dar brinquitos pequeños en el puesto.

—Si es así me imagino que estos trabajos serán geniales— Le respondí y me arrodillé en frente de él y le desordené el cabello un gesto que salió de manera improvista.

—Claro que sí— Dijo muy seguro de él y de sus compañeros.

—Bueno campeón, entonces vuelve a clase— Al tiempo que me levantaba recibí un asentimiento de cabeza por su parte y me quedé mirando hasta que entró en el aula.

Caminé por los pasillos desolados, todos los niños y adolescentes de la ciudad de Terram, ciudad que está al lado sur de Earthiest, están ahora en clases. Mi única compañía son mis pasos que resuenan por los pasillos con un eco suave.

Mientras caminaba me encontré con el encargado de la limpieza de este piso de la escuela, y me hizo acordar a un viejo amigo con el que estudiábamos juntos en el mismo año de instituto, él era un año menor que yo, pero por meses, cuando yo tenía 18 a él le faltaban cuatro meses entonces pudo presentar la prueba y cuando podemos hablamos, la diferencia ahora es que él se congeló en las pruebas, lo clasificaron sirviente por no poder desarrollar su elemento, aparte de eso no tuvo mucha suerte tampoco. Cuando le asignaron trabajo lo mandaron al castillo, entonces, no es que haya un lugar en donde sean muy buenos con los sirvientes, pero siempre hay un mayor respeto entre las personas del común que en la realeza. Pero bueno su nombre es Tadeo Bloomery, 19 años.

—Buenos días, profesor— Me saludó e inclinó un poco la cabeza como siempre. He intentado cambiarlo, pero ser 6 es una deshonra en este mundo y en todos, el respeto a quienes desarrollan su elemento es inmenso en ellos.

—Buenos días Clarence— Saludé cortésmente.

—Señor le he pedido que no use mi nombre de pila, no es correcto en la escuela— Al decir esa súplica bajo la cabeza, un gesto innecesario pero metódico en su personalidad.

—Supongo que nada cambiará tu pensamiento, entonces está bien. Que tenga un buen día— Suspiré al terminar la frase —Sirviente Frederich— Él al parecer se sintió más a gusto con que lo llamará así y volvió a coger su trapeador.

—Lo mismo para usted profesor— Su tono sonó más alegre lo cual me pareció irónico.

Seguí caminando por los pasillos hasta llegar a la sala de profesores, fui a mi escritorio que está justo en frente a la puerta al fondo; es un escritorio de madera negra muy fina, una silla con ruedas del mismo color con acolchado en cuero, detrás sobre la pared hay varias repisas negras que contienen libros tanto de mis gustos personales como de los que uso para enseñar, el lugar está decorado con porta-retratos de mi familia, algunos premios que he ganado o medallas y cosas así. En esta sala solo hay cuatro profesores entre ellos, el de dominancia del poder, la profesora de defensa y el profesor de matemática, y todos ellos me dictaron clases a mí, ¿irónico no? Imagínense entrar en el que te dijeron que sería tu despacho y encontrar a las tres personas que te dictaron las materias más esenciales para ganar la prueba con honores, tener las mejores notas y puntajes para terminar como profesor.

Dejé los trabajos encima del escritorio, empecé a mirar que me llevaría porque ya había pasado mi última clase del día y la verdad prefiero calificar en casa, mi mamá es 3-soldado, es líder de brigada, pero muchas veces puede hacer todo desde casa, solo debe dar órdenes, en cuento a mi padre pues murió hace dos años y la verdad fue muy tonto, pero a veces lo más tonto es lo más mortal. Él era soldado igual que mamá y cuando iba bajando las escaleras en el cuartel se olvidó del escalón dañado, ese del que no se sabe por qué no lo arreglan si es muy sencillo, pero siempre ha estado dañado, mi padre no lo esquivó y en la caída se desnucó, como dije tonto, pero mortal.

Cogí todas las hojas de los trabajos que pedí explícitamente en físico para qué practicarán caligrafía, aunque no lo crean es muy importante.

Cogí del fondo de mi bolsillo las llaves de mi auto, un New Aston Martini Vulcan, color negro como todos los autos de Earthiest, es brillante, todo perfectamente encerado, tiene detalles plateados, es de dos puertas, sillas de cuero, un diseño muy hermoso y a decir verdad es de mis marcas favoritas, su velocidad sobrepasa los 300 km por hora y es muy suave cuando lo manejas.

Salí al parqueadero busqué mi auto entre todos los de los demás profesores, pero no fue problema ubicarlo, entré en él y empecé a conducir, pasé por la central de entrenamiento de soldados, apenas son elegidos les dan un año para estar bien preparados y con conocimientos claves, claro que nunca se deja de aprender, esas centrales existen para todas las ramas y la más grande es la de los 5, ellos deben elegir profesión y ser muy buenos para no morir de hambre deben producir bastante.

Al llegar al parque en el subterráneo de la casa, apagué el auto y cogí las llaves tanto de la casa como las del auto y entré por la puerta interna del estacionamiento.

—¡Llegué!— Grité para comprobar si había alguien.

Como nadie me contestó supuse que de pronto llegarán para el almuerzo además a mí más me vale calificar rápido así puedo ayudarle a cocinar a mi hermana Lizbeth ella... Mmm, no se le da el arte culinario en cambio y no es por presumir, pero soy un chef genial.

Me fui a mi oficina, todos tenemos una, mis hermanos mellizos Kyrian y Elizabeth, mi madre y yo, la oficina de mi padre siempre ha estado con llave desde que se fue, mi madre es la única que entra, ni siquiera la sirvienta. A Celeste Calderón la contratamos porque en su familia todos son entre 2 y 3, pero a ella lastimosamente le tocó ser sirvienta y la echaron de su casa; en fin, mi madre dice que la mantiene en perfecto estado según ella.

Al abrir la puerta me senté en mi escritorio y empecé con mi labor de profesor, al fin y al cabo tuve que aprender a amarla porque es lo que haré por toda mi vida.

CUATRUPLEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora