Efímeros // COMPLETA.

Capítulo 50

Anna

Reacomodo las gafas sobre el puente de mi nariz mientras observo la pantalla de mi computadora y lo que estoy tipeando en el documento en blanco.

-¿Y tú desde cuando usas anteojos? – Max frunce el ceño observándome.

-Mucha literatura barata, termina saliendo costosa.

-¿Literatura barata?

-Si, ya sabes, pdf, wattpad, e-books...

Max ríe antes de tomarme del cuello, inclinando mi cabeza hacia atrás y unir nuestros labios.

-Te ves sexy – asegura mientras se reincorpora - ¿Qué harás para esta navidad?

Me quito las gafas y las dejo sobre el teclado de la computadora, la cual también dejo a un lado.

-Me regalaron un pasaje para ir a visitar a mi familia, pero volveré para el día de tu cumpleaños, lo prometo. – sonrío.

-No hare nada relevante en mi cumpleaños, así que no debes preocuparte por ello. ¿Pasamos año nuevo juntos?

-¿Cómo que no harás nada? ¡Los cumpleaños son la mejor fecha del año!

-Un año menos de vida...

-Es un año más vivido, pesimista.

-Si, si, como digas. – se mofa - ¿Qué me dices respecto a año nuevo?

-Es un sí, pero ahora volvamos al tema cumpleaños. – me cruzo de brazos - ¿no te gusta tu cumpleaños?

-No, es un día más. Tu eres la única loca que ama su cumpleaños. – sonríe.

Recordaba mi cumpleaños de este año, arrastre a Raisa, Jayden y Max por toda la ciudad para luego terminar es una fiesta.

-No es un día más, cumples veintiséis y oficialmente serás cinco años más grande que yo. – hago una pausa - ¿pensaste que cuando iniciabas la primaria yo recién estaba naciendo?

-A ti te gustan los mayores, que puedo decirte contra eso.

-Tonto, prométeme que algo haremos el veintisiete. – Max arruga la nariz – genial, hablare con Cort.

-¿Te hablas con mi amigo?

-Si, nos mandamos memes en Instagram.

-Recuérdamelo luego para darle un zape. – murmura y yo rio. – volviendo al tema, Cort esta tan loco como tú, si haremos algo que sea tranquilo y sin muchas personas. – pide.

-Eso dependerá de Cort, yo ayudare a la distancia. – hago una pausa mirando la hora en mi celular – ya que no pasaremos navidad juntos, pactemos reglas.

-¿Reglas?

-Si, primero y principal, nada de regalos.

-¿Qué, por qué? – refunfuña mientras se recuesta a mi lado en el sofá.

-Porque te conozco, y tus regalos no son pequeños presentes navideños exactamente.

Max sonríe de lado, lo sabía.

-¿Puedo llamar para saludarte, o seguimos siendo antirromanticismo? – pregunta alzando una ceja.

-¿Saludas a tus amigos por las fiestas? – asiente – entonces salúdame a mí también. Solo que mi saludo debe ir acompañado de una foto que me incentive a volver a Europa, ya sabes.

Max rompe a reír y asiente.

-Ten por seguro que la tendrás. ¿Cuándo te vas?

-El veintitrés, ¿tú que harás?