Anna
Hoy nuevamente era sábado, y tras la demora que tuvo mi vuelo, por las tormentas de nieve en mi destino, conseguí llegar a las ocho de la noche.
Tenía mil mensajes y llamadas perdidas de Max, pero Cort me había dado órdenes precisas de ignorarlas, solo para hacerlo sufrir un poco pensando de que no llegaría para su cumpleaños.
-¡Perra! No se vale, estas bronceada en pleno invierno. – Raisa me recibió con una mirada de pies a cabeza.
Di una vuelta sobre mis pies para que me observara mejor y ambas reímos antes de fundirnos en un abrazo.
-¿Me extrañaste? ¿O es que Natalie te tiene muy ocupada? – bromeo.
Al separarnos me golpea el brazo juguetonamente y extiende las manos para que le dé el bolso donde estaba una muy revoltosa Isis.
-Déjate de estupideces, volar tantas horas te afecta. Vamos afuera, para que esta bonita bola de pelos haga sus necesidades fuera del auto de Jayden. O quizás adentro, el tío Jay no se portó muy bien esta semana, oh sí.
La rubia le hablaba como a un bebe y la pobre perra ni le entendía.
Abandonamos el aeropuerto y en la zona de césped bajamos a Isis la cual no perdió el tiempo y comenzó a olisquearlo todo.
-Cuéntame cómo fue esta semana.
-Nada muy interesante, tuve algunos exámenes y ya entre en vacaciones universitarias, así que, sin estudios, ni trabajo, no hice nada muy emocionante. – se encogió de hombros – Cuéntame la tuya.
-El reencuentro fue muy lindo, creo que todos lloramos. – rio – salí de fiesta con mis primos en navidad, y luego no hice mucho. Literalmente me despertaba e iba a la piscina o a la playa. Eso fue todo.
-Se te nota, tienes esa aura y vibras que tienen las chicas de playa.
-¿Qué?
-Si, tú sabes. Esa onda de todo felicidad y relajamiento. – frunzo el ceño sin entender – en otras palabras, estas dorada por el sol y parece que fumaste un porro antes de bajarte del avión, porque estas demasiado feliz y tranquila.
Rompo a reír.
-Gracias, supongo. – observo que Isis vuelve hacia nosotras - ¿Dónde está Jay?
-Ese inútil está en la siguiente fila de autos, vamos para allí. – mi amiga lo señala.
Comenzamos a caminar arrastrando la maleta y bolso, con Isis a nuestro lado. Cuando estamos llegando, veo que está hablando con una bonita pelirroja.
Inhalo aire antes de meterme en mi papel, y Raisa comienza a reírse de antemano. Dejo escapar un pequeño grito de emoción y dejo mis maletas a un lado de la rubia.
-¡Amorcito! – chillo con la voz más aguda e irritante que consigo fingir y corro hasta él.
Jay pierde todo color en su rostro y la pelirroja se llena de estos.
Salto encima de él, rodeando con mis piernas su cintura y lo abrazo.
-Baby te extrañe. – comienzo a repartir besos por su cara, evitando sus labios.
De un momento a otro, la pelirroja agacha la cabeza y sale prácticamente corriendo del lugar.
Raisa vuelve a partirse de la risa y yo me le uno, separándome de Jay hasta volver a mi lugar inicial.
-Recién vuelves y ya estas jodiéndome la existencia, idiota. – refunfuña nuestro amigo.
-Pero me extrañaste. – lo apunto con mi dedo índice.
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Efímeros // COMPLETA.
Novela Juvenil#E.I.1 Mas de cuarenta millones de latinoamericanos migran a países del primer mundo. Pero ¿quiénes son estos migrantes? Son viajeros, nómades, valientes, errantes y ambulantes. Su lugar en el mundo está en todos y en ningún lado al mismo tiempo...