Para evitar un matrimonio forzado, vida indeseable y así escapar de casa, Jimin decide audicionar como Dama de la Corte del príncipe Min Yoongi.
Lo que no se espera es conseguirlo, aún dando una sorprendente primera impresión, y enamorarse en el cam...
-¿Sorpresa? - pregunté, mientras Yoongi tomaba un suave trago de su taza de té, que solía tomar por las mañanas, junto sus tostadas con huevos fritos. Yo me limitaba a comer fruta y una tortilla de vez en cuando. No solía tener mucha hambre por las mañanas - ¿Qué sorpresa?
-Una que he preparado para este mediodía. - respondió, guiñándome el ojo y sonriendo, mientras posaba su taza en el plato pequeño al que pertenecía.
-Vaaa, cuéntame que es, por favor. - respondí, provocando un leve puchero en mis labios y en mi tono, mientras rozaba su hombro con mi mano hasta empujarle un poco.
-¿Segura? - supe por su mirada alerta y pausa en la palabra que iba a usar "o" en lugar de "a", pero lo cambió en el último momento, ya que el personal del castillo aún deambulaba por el comedor, por mucho que la corte ya se hubiese retirado.
Asentí con la cabeza, haciendo ojos de cachorrito y respondió:
-¡Este mediodía, he invitado a tus padres a una comida aquí en palacio!
-¿Qué?
Días antes
Carta en respuesta de la madre de Jimin ( Yang Mi )
Querido solecito mío,
Me alegra tanto que nuestro plan esté funcionando y que estés bien. No te imaginas cuanto. Hice como pude para formar un escenario en tu cuarto en el que te escapabas y, por suerte, todos se lo creyeron. Tu padre ha enviado muchas patrullas de búsqueda y todos están verdaderamente preocupados por ti.
Escribí una carta, haciéndome pasar por ti, diciendo que estabas bien, en un lugar seguro, que vendrías pronto y que no nos preocupásemos. Tu padre y prometida lo creyeron y parece que hay más esperanza en ellos, pero jamás, en toda mi vida, había visto a papá tan preocupado.
Está triste la mayoría del tiempo, come poco y le cuesta dormir. No sé qué hacer, Jimin. Quiero lo mejor para ti, pero esto es demasiado duro. Hablaré con tu padre y, tal vez, si vuelves, te deja no tener el matrimonio forzado.
Te echamos todos de menos y no hay día en el que no desee tu llegada con las ansias ardientes de mi corazón en llamas.
Te quiero hasta la luna.
-Yang Mi ( mamá )
-¿Por qué me estás explicando todo esto de la carta ahora, Jimin? - nuestras miradas chocaron en unos segundos de silencio - ¿No confías lo suficiente en mí? - dijo Yoongi, en un tono preocupado, que me llenó de angustia y me obligó a apartar mi vista de la suya.
-No, no es eso, lo prometo, Yoongi. - tenía un tono de voz bajo, como si lo hiciese para que nadie me oyese, aunque nadie lo hacía, ya que estábamos en su cuarto a solas de nuevo - Simplemente, no me veía preparado, yo...lo siento mucho. No estuve bien, debería habértelo dicho, pero en ese momento, sentí un huracán de emociones y...lo siento.
Tuve la mirada clavada en el suelo mientras hablaba, jugando con mis dedos. Estaba avergonzado y demasiado angustiado. Sentí como los ojos se me llenaban de lágrimas y la voz se me rompía por cada palabra que decía.
Sentí los brazos de Yoongi acoger mi cuerpo con calidez apenas un segundo después de que terminase de hablar. Apoyé mi rostro en su hombro y dejé, sin querer, caer unas pocas lágrimas y un suspiro en sus ropajes, al mismo tiempo que envolví mis brazos en su espalda y el acariciaba mi pelo.
-No tienes que preocuparte más, no pasa nada. Era un mal momento para ti, cielo, lo entiendo. Ya no me siento mal al respecto, tranquilo. - dijo, de una manera suave, como si acurrucara su voz en mi oído para calmarme, lo que conseguía con mucha facilidad.
-Gracias - susurré, lo suficientemente alto para que me oyera - . De verdad, muchísimas gracias.
...
-Woah, hacía mucho que no me ponía unos pantalones. - dije, mientras me cambiaba para la comida, tras las puertas del, algo grade, armario de Yoongi. Oí como soltó una risita ante mi comentario y dijo:
-No te distraigas demasiado, tendremos que ir de prisa para que nadie en el castillo te vea y acaban de comunicarme que tus padres ya casi están aquí.
-De acuerdo. - dije, en un tono más animado, aunque trataba de ocultar lo nervioso que estaba.
¿Y si no les gustaba lo que había hecho? ¿Y si papá me reñía y no quería volver a verme? ¿Y si Yoongi y ellos no se caían bien?
Pero, pondría atención a esas dudas cuando llegase el momento, no podía dejar que entrasen en mi mente. Aún.
Cuando ya estaba a punto de terminar de prepararme, oí la leve voz de Yoongi decir:
-Oye, Jimin...¿crees que...les gustaré?
No pude evitar sonreír.
-Claro que sí, Yoongi, te amarán. Eres magnífico y lo sabes, ellos lo verán, estoy seguro de que te admiran mucho. Y, ¿por qué me preguntas eso?
Apoyé un poco mi cabeza en la puerta para oírlo mejor y después de un pequeño silencio, respondió:
-Bueno, son tus padres y...necesitaré su aprobación.
-¿Para qué?
-Yo...es...no importa. - soltó una pequeña carcajada, que me animó - ¿Estás listo?
Salí del sitio y esbocé una sonrisa amplia al ver como Yoongi se quedó con la boca y ojos abiertos.
Llevaba un traje suyo, era azul oscuro, casi nego. Con las mangas y detalles de color blanco, que lo decoraban, junto a los botones dorados que posaban tejidos de la parte central.
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Mi pelo estaba húmedo por la gomina que me había puesto al retocarlo y aún se mantenía corto desde la noche que Yoongi me cortó las puntas en su habitación. Hizo un muy buen y sorprendente trabajo, así que me alegré mucho de que se hubiese mantenido así.
Posé un poco, finalmente cómodo con la ropa que llevaba, después de tanto tiempo llevando vestidos, debajo del techo del castillo.
-¿Cómo me queda? - pregunté y Yoongi se acercó un poco, moviendo la cabeza para verme desde distintos ángulos, sin poder ocultar su rubor aún así.
