8. 우리 춤

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-Es uno de los mejores libros que he leído. - dijo, sonriendo hacia mí, lo que hizo que mi corazón diera mil vuelcos y sintiese una oleada de mariposas en mi estómago.

¿Podía leerme la mente?

Nos miramos por unos segundos y oí una especie de "click" en mi mente, habíamos conectado.
Sus ojos ya no eran afilados, eran redondos, relajados y sonrientes.
Ya no era serio, no estaba encerrado en la jaula de sus modales, de su actitud. Era él. Su él de verdad. Cuando no tenía guardias a su alrededor, una espada en su cintura, una corona en su cabeza y una medalla en su cuello, cuando podía salir de su jaula y volar. Entonces, era Yoongi de verdad.

Y yo, que estaba tomando el vuelo, quería desesperadamente volar a su lado. Había salido de mi jaula, pero era su momento de salir de la suya y que volásemos juntos.

Que surcásemos el cielo a la vez.

Sentí un fuerte impulso de acercarme a él, besarle, tocarle y más. Simplemente sentir su tacto en mi piel, sentir su ser, conocer su cuerpo, conocer el sentimiento de sus besos en la superfície de mi alma, memorizarme su cuerpo, su sabor, su olor, su esencia, él. Sólo él. Era lo único en lo que pensaba en ese momento, no existía nada más. Nada.

Yoongi.

...

-No sé bailar en pareja. - confesé, llevando mi mano para que agarrase mi brazo.

-¿Qué? Pues, el baile es mañana. - respondió, en un tono confuso, pero no ofensivo, al igual que la expresión de su rostro, que pudé ver a medias, puesto que la vela sólo iluminaba prácticamente la mitad de su cara.

-No me diga. - respondí, poniendo los ojos en blanco.

Volvió a reír y le acompañé.

-¿Cómo es que sabes bailar pero no en pareja? - preguntó, poniendo una pierna encima de la otra.

-¡Es mucho más difícil! Tienes que coordinar tus pasos con los de otra persona en un ritmo específico sin haberlo ni preparado antes. Es muy confuso. Además, tampoco soy una bailarina experta, sólo muevo mi cuerpo con música a veces.

Volvió a reír, se levantó, sacudió unas hojas que le habían caído en los pantalones de su pijama y puso su mano cerca de mí, invitándome a cogerla, con una sonrisa calmada decorando sus labios.

Por supuesto, lo hice, ¿quién sería capaz de desobedecer a un ángel como él? Seguía sin entender cómo alguien tan simplemente angelical y perfecto existía en la tierra.

Todo parecía tan irreal. Como si el mundo se hubiese detenido por ese momento y sólo estuviésemos él y yo.

-Deja que te enseñe. - me ayudó a levantarme del banco y sujetó mi cintura con su mano izquierda y mi mano con la derecha.

El rostro me ardía y podía oír las rápidas palpitaciones de mi corazón como si estuviese en mi garganta y fuera a salir de ahí.

Pocos centímetros nos separaban y me dio miedo que descubriese lo agitada que estaba mi respiración cerca suyo.

Empezó a andar cómo si estuviese en un cuadrado, así como el baile de pareja funcionaba. La luz de su vela, la luna y las estrellas era suficiente para que nos viésemos bien. Lo acompañé y sentí como mis ojos brillaban de la emoción por aconseguir hacerlo después de tantas caídas.

¡Lo estaba haciendo! ¡Estaba bailando con una pareja! Y esa pareja era Yoongi y gracias a él podía hacerlo.

Parecía un sueño y gracias a Dios que no lo era.

Dama de la corte | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora