Querido majestad Jeon Hoseok ,
Te habla Jimin, la dama de la corte de su majestad Yoongi, su primo.
Yoongi me ha contado que le explicó todo acerca nuestra relación, de modo que hablaré informalmente para que ambos estemos más cómodos y cercanos con el otro.
He escrito esta carta con el fin de agradecerte tus servicios de bendecir nuestra boda y casarnos a Yoongi y a mí. Como supongo ya sabrás, será un boda pequeña y no será nada oficial. Será secreta y muy privada, con fines románticos y emocionales, no políticos, así que no habrá nada que firmar, será espiritual, por así decirlo.
Sé que suena extraño y confuso, pero de verdad queremos hacerlo de esta forma y reforzar nuestra relación de esta manera.
Pasar de amantes a algo más, aunque parezca prohibido, aunque nuestras clases sociales o géneros no deban juntarse, menos de esta forma.
En el mundo en el que vivimos nuestra situación se ve como un error, una abominación, si no es ocultada con disfraces, máscaras o cubierta con una sábana de mentiras e intentos de una perfección inalcanzable.
La sinceridad es un valor, según nos enseñan. Pero, en el mundo real, ser verdadero está mal. La verdad duele y la mentira cubre el dolor...pero no lo sana.
Tienes que estar fabricado de cristal, pero no debes ser transparente. Es imposible y está corrupto.Al igual que Yoongi, también te pido que lo mantengas en secreto. Desafortunadamente, las consecuéncias que recibiríamos si fuese descubierto podrían hasta ser mortales...
Hoseok, confío en ti, al igual que Yoongi y de verdad agradezco agradezco tus nobles servicios.
Atentamente,
-Lady Park Jimin
...
Taehyung abrió la puerta del carruaje y esperó de pie con la vista perdida, como le habían enseñado para que trabajase como guardia y sirviente en el castillo. Delante suyo, pasó una sombra negra que tomó forma una vez su traviesa mirada se escapó de donde debería estar.
Jeon Jungkook, el príncipe y primo de Yoongi, rey oficialmente, estaba delante suyo. Pero Jungkook no lo veía hasta que se giró en su dirección al sentir una mirada posada en él.
Sus mejillas entraron en calor y sintió su respiración agitarse levemente para el resto, pero notablemente para él.
-T-taehyung... - murmuró Jungkook sin apenas darse cuenta.
El sirviente se apartó de la puerta del carruaje para reverenciarse respetuosamente hacia Jungkook.
Su majestad giró su cuerpo hacia él y cuando Taehyung ya se levantó, dijo:
-Es un placer tenerlo de visita, su alteza.
-A... - Jungkook se quedó algo bloqueado pero cogió aire deprisa y lo expusló, diciendo - Así es. Muchas gracias.
Jungkook no comprendía lo que le pasaba por mucho que se esforzaba o que se lo cuestionaba.
Él era más bien tímido con el resto y se emocionaba poco...pero con Taehyung todo cambiaba y no lo entendía. Lo conocía poco y era sólo un sirviente, pero sentía nervios, como cosquillas dentro de su barriga. Claro, él se había criado viendo a los sievientes, granjeros, artesanos...o simplemente personas que no se caracterizaban por su nobleza de una manera, digamos...distinta.Había tenido mucho reconocimiento en todas las temporadas sociales a las que había tomado parte. No era extraño de deducir, puesto que era apuesto, caballeroso y, al fin y al cabo, un príncipe.
Nació príncipe de una región y sería rey no dentro de mucho, así que estaba acostumbrado a un ambiente en el que la realeza es superior de alguna manera.No como Taehyung que, en cambio, se había criado en un techo humilde del pueblo con una familia numerosa de padre, madre y otros 4 hermanos.
Con la suerte suficiente, su familia se mantenía en una granja del pueblo de la región, con todos los hijos trabajando en las cosechas del año.
Él y sus hermanos y hermanas incluidos trabajaban en la granja y negocio de la familia desde una temprana edad. Hasta que, unos años atrás, acompañando a su padre a una visita en palacio para informar sobre la cosecha del año, conoció a Yoongi de casualidad y, al volver tiempo después en busca de trabajo, fue aceptado en el castillo gracias a que Yoongi logró recordar al amigo que hizo unos años atrás.-Permita que le guíe por el castillo, dígame, ¿cuál será su destino hoy? - preguntó Taehyung en su tono y respetuoso relajado que solía poner para trabajar.
-O-oh, venía a hablar con Yoongi y tomarnos un te. Usted sabe, de primo a primo.
-Comprendo, por favor, sígame. - respondió Taehyung haciendo un gesto con sus brazos para que avanzara junto a él por las escaleras que llevaban al inmenso castillo.
Juntos empezaron a andar y Taehyung añadió:
-Ha sido una visita algo inesperada, me imagino. No había recibido mucha información en que usted vendría a tomarse un te con Yoongi.
-A-así es, ha sido algo imprevisto...pero Yoongi me mandó una carta hace pocos días, informándome sobre un...asunto importante y he pensado que estaría bien venir a discutirlo rápidamente. Siento no haber avisado con más prevención. - respondió Jungkook, apretando sus manos con nerviosismo, que tenía delante de su cuerpo mientras andaba.
-Por favor, su majestad, no se preocupe. - respondió Taehyung, sonriendo - No me gustaría meter mis narices donde no son llamadas, pero, con todos mis respetos ¿acaso ese asunto tiene alguna relación con Lady Jimin?
Jungkook abrió los ojos como platos y su mandíbula se tensó en el momento.
-¿Eh? ¿C-con el último miembro añadido de la corte?
Taehyung asintió. Habían llegado a las puertas del castillo, que fueron abiertas por dos caballeros y ambos entraron en palacio, dirigiéndose a los aposentos de Yoongi. Taehyung, mantuvo la calma, por mucho que los nervios le quemaran levemente el estómago, dejando que Jungkook añadiera:
-No sé a que se refiere exactamente...
-Su majestad, permítame afirmar que Lady Jimin y yo somos muy cercanos.
-Oh...¿quiere preguntar si los asuntos que discutiremos el rey y yo son respecto a un matri...?
Taehyung cogió la muñeca de Jungkook y lo empujó hacia un pasillo estrecho. Jungkook se tragó un grito y Taehyung puso su dedo índice en sus labios, indicándole a Jungkook el silencio que debía guardar. Jungkook asintió hasta que el sirviente acompañó el gesto con un guiño, cosa que le dejo con las mejillas sonrojadas.
Avanzaron un poco más, perdiendo de vista el ajetreado salón, con sirvientes y guardias andando por todos lados y se metieron en una habitación algo oscura.
Taehyung, aún agarrando a Jungkook del brazo, encendió una tenue luz poco visible y su distancia se acortó, haciendo que el rojo en las mejillas de Jungkook aumentase, aunque la luz no permitiera verlo del todo.
-E-esto... - Jungkook tartamudeó, pero Taehyung lo interrumpió:
-¿Yoongi te contó acerca del matrimonio?
-S-sí...
-¿ESE matrimonio?
-¿Sí?
-¿El de alguien que su nombre empieza por J y otro que su nombre empieza por Y?
Jungkook no pudo evitar reírse aún por su vergüenza y asintió, manteniendo una sonrisa que Taehyung siguió.
-Perdón por haberle arrastrado de esa manera hasta aquí...verá, el personal del castillo es realmente cotilla y no quería iniciar ninguna clase de rumor. Espere, ¡¿le he hablado informalmente?! De veras, majestad, ¡lo lamento muchísimo!
Taehyung inclinó su espalda exageradamente en forma de reverencia, pero Jungkook lo detuvo, fallando en contener su risa.
-No, no, por favor, no se preocupe, sir Taehyung, ¿o me da el placer de llamarlo simplemente Taehyung?
El sirviente se detuvó y sintió el rubor crecer en sus mejillas, pero sonrió y asintió:
-No hay problema, alteza, llámeme como usted desee.
-Está bien, Tae.
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Dama de la corte | Yoonmin
AcakPara evitar un matrimonio forzado, vida indeseable y así escapar de casa, Jimin decide audicionar como Dama de la Corte del príncipe Min Yoongi. Lo que no se espera es conseguirlo, aún dando una sorprendente primera impresión, y enamorarse en el cam...