-Bien - no me dejó asfixiar un grito, empezó a hablar antes - Hwaseok Shin será la primera en audicionar, Jimin, usted espere donde está. - Hwaseok se posicionó en el centro de esa espécie de escenario - ¿Te importaría dar una vuelta para mí?
Ví como daba un giro sobre ella misma de manera delicada y bella. Su precioso vestido celeste la acompañaba, junto su sonrisa relajada. Era realmente bonita y sentía que brillaba por si sola.
No temblaba absolutamente nada, al contrario que yo, que empecé a temblar cuando procesé que estaba delante de el mismísimo Rey Min Yoongi. No me lo creía del todo, era mi superior en todos los aspectos y estaba justo ahí. Mi mente me dijo que tenía que seducirle, que gustarle, hacerme brillar, destacar para ser elegido.
Cuando Hwaseok terminó su vuelta, Yoongi tardó unos segundo analizándola para decir:
-Careces de belleza. Puedes irte.
-¿Q-qué...? - fue el único susurro que pudo salir de los labios de HwaSeok.
Se empalideció y llevo las palmas de sus manos a sus labios por la sorpresa.Mis ojos se abireron por si sólos y mi ceño se frunció al momento que oí sus palabras. ¿Acababa de decir que carecía de belleza?
-Ya lo has oído - prosiguió Yoongi, igual de serio - ,no eres atractiva y cuando andas pareces un pato mareado. No me interesas, puedes marcharte.
Me quedé sin palabras. ¿¡Cómo se atrevía a decirle esa clase de barbaridades con tanta sequedad y indiferencia!? Un "siguiente" era suficiente, no esta grave falta de respeto. "¿Y tú eres el rey?" pensé.
No podía creerme que alguién que gobernaba mi región careciese de modales tan básicos como el respeto.HwaSeok corrió hacia la salida entre sollozos y con las manos a sus ojos, tratando de secarlos y taparse ante la vergüenza a la que se había visto sometida. La escena me partió el corazón, pero Yoongi seguía intocable y eso encendió una rabia en mí que ya no pretendía apagar. No iba a permitir que le faltasen al respeto a nadie de ninguna manera. Tengo modales y mucha paciencia, pero esta clase de injusticias me sacan de quicio, seguí mis instintos y mi cabeza volvió a recordarme que, al fin y al cabo, no tenía nada que perder.
-¿¡Disculpe!? - exclamé, dando un paso a delante, justo cuando HwaSeok de había marchado - Eso ha sido extremadamente descortés.
-¿Y tú quién eres para hablarle a tu Rey de cortesía? - respondió al momento, con el mismo tono que usaría para pedirle a alguien que le trajera algo.
-Soy Jimin Park y vengo a presentarme como Dama de la Corte. - cuando empecé a hablar, mi voz aún temblaba un poco, pero en ese momento, estaba firme y proyectada - Pero antes, déjeme decirle que ese comentario hacia una inocente y amable doncella ha sido asqueroso y nada propio de alguien con principios. Su majestad, eso ha sido acto digno de un descortés.
El Rey se quedó mirándome de arriba a abajo, con los labios sellados unos largos segundos. Tenía una mirada afilada, como un felino y oscura, como la noche eterna. Sentir su mirada en la mía era como sentir el peso de cuatro carrozas.
Estaba temblando en aquel entonces.
Acababa de llamar a mi propio Rey descortés.
-Recítame algo. - respondío, después de unos segundos, que se hicieron eternos de lamerme con la mirada.
-¿D-disculpe? - fué lo único que salió de mi garganta.
-Te presentas como dama, ¿verdad? Recita.
-"¿Poesía?" - pensé - "¿Por qué demonios quiere que recite poesía? Eso no lo decía en el anuncio y, ¡le he llamado de todo! ¿Se puede saber qué está pasando?"
En un momento hasta pensé que era una broma o algo parecido, pero él seguía con la expresión de confianza y autoridad en su rostro. No había cambiado su postura; una pierna encima de otra y la mano derecha en la barbilla, en todo el tiempo.
"Este Rey es muy raro. En fin, siempre que no me saquen la cabeza."
Dudé por un momento, ya que no recordaba ningún poema ni nada parecido. Pero, siempre he sido un apasionado por los libros y, de alguna manera, pude recordar unas rimas que aparecían en el último libro que leí. No sé cómo pude recordarlas, pero decidí aprovechar el momento en lugar de empezar a cuestionármelo todo.
-Mira que sencillo es cambiar un cuerpo por otro diferente y acostumbrarte a un olor extraño y desconocido, al cual abrazar por la noche con el mismo deseo de calor humano, para escapar de la soledad de uno mismo. Parece que no buscamos amor, ni siquiera personas o almas, sino madrigueras de piel y huesos para no morir de frío.
Cuando cerré mis labios unos segundos, Yoongi se quedó en silencio, mirándome unos segundos. Contemplando mi cuerpo, mis ojos y mi boca.
Yo no podía sostenerle la mirada, así que la aparté a los pocos segundos y me reincoporé con delicadeza, juntando mis manos delante de mi cuerpo.-Te llamabas Jimin, ¿cierto? - dijo, alzando una ceja y provocándome un inesperado rubor al oírle decir mi nombre.
-Sí.
-Una carroza vendrá a buscarte en una hora. Nos vemos entonces.
![](https://img.wattpad.com/cover/244014215-288-k582165.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Dama de la corte | Yoonmin
De TodoPara evitar un matrimonio forzado, vida indeseable y así escapar de casa, Jimin decide audicionar como Dama de la Corte del príncipe Min Yoongi. Lo que no se espera es conseguirlo, aún dando una sorprendente primera impresión, y enamorarse en el cam...