𝐊𝐈𝐌𝐌𝐈𝐂𝐇 𝐓𝐖𝐈𝐍𝐒 :: 𝗝𝗢𝗦𝗛𝗨𝗔 𝗞𝗜𝗠𝗠𝗜𝗖𝗛

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Autumn Cohen

-Dulces sueños, Malek- Rapha besa la frente de mi hijo y ambos abandonamos su cuarto.

-Tobias sigue con su padre?- pregunta Rapha cuando nos acostamos en la cama.

-Si. Se niega a vivir conmigo. Ahh! Debo decir que Malek lo extraña demasiado, pero también en un poco menos carga para mi. Debo admitir que lo extraño. Mierda! Es mi hijo!- me encojo de hombros.

-Y has hablado con Joshua?

-No. Lo último que supe fue que su novia lo había estado engañado con uno de sus compañeros y que ahora está algo emocional. Y creo que yo soy la persona con la que menos quiere hablar.

-De que hablas?

-Si no hubiera llegado a su vida, nada de esto hubiera pasado- me lamento -Yo tengo la culpa de que Joshua esté sufriendo.

-Estas dando a entender que te arrepientes de venir?

-Si...

-Vaya...- Rapha suspira algo frustrado.

-Todo bien?- pregunto sin entender su expresión.

-No te acabas de escuchar??! Estás diciendo que te arrepientes de estar conmigo!

-Qué?! En qué mundo dije eso??

-Es este! Deseaste jamás venir aquí, lo cual implica el jamás conocerme!

-No me refería a eso, me refería a...

-Joshua, cierto?- abro los ojos. -Está claro que aún lo amas. Jamás dejaste de hacerlo- baja la mirada.

Yo me quedo sin palabras, tenía razón, tantas veces que me decía que Joshua y yo habíamos terminado para siempre, yo solita me estaba engañando; traté de olvidar a Joshua con Rapha, pero simplemente no se podía, Joshua es y será el hombre que amaré el resto de mi vida, nadie más.

Alzo mi mirada -Lo siento, Rapha.

Este toma mi mano y la besa delicadamente -Lo entiendo todo, Autumn. También sé que intentaste de olvidarlo y estar conmigo de la forma más correcta posiblemente, pero simplemente tú corazón te dijo que no, que yo jamás fui el indicado. Siempre fue Joshua.

Era lo más romántico que Rapha había dicho. Simplemente me comprendía del todo -Eres el hombre con más simpatía que haya existido- acaricio su mejilla.

-Y tú la chica más hermosa del mundo- me besa tiernamente y ambos nos vamos a dormir.

Despertamos y como si jamás hubiera existido la conversación de ayer, Rapha nos hizo el desayuno y los tres comimos muy felices, pero claro sin algún afecto de amor por parte de Rapha y yo. Malek nos miraba algo raro.

-Rapha?- pregunta mi hijo -Por qué ahora no estás dando de cariños a mami?- pregunta inocente.

Rapha me mira y yo le doy la confianza para que responda -Porque tu mamá y yo decidimos que lo mejor es que regresen con tu papá.

-Qué??!!! No me digas que odias a mamá!

-Claro que no. Por nada en el mundo odiaría a tu mamá, ella es la mujer más maravillosa que haya estado- confiesa y mi corazón se derrite.

-Por favor dime que Rapha solo esta jugando, mami- Malek me mira con ojos llorosos.

-Malek- acaricio su espalda -Los dos sabemos que extrañamos a Leon y papá. Y que no nos podemos despegar de tu hermano, así que lo mejor será regresar con ellos.

-Y Rapha?

-Él estará bien.

-Me podrás seguir viendo- afirma el portugués.

-Pero yo quiero quedarme contigo para siempre- Malek abraza a Rapha con fuerza.

-Malek...- me acerco a ellos -Se lo mucho que lo quieres, pero tienes que aprender que las cosas no son para siempre.

-Rapha, haz algo- solloza Malek.

-Hijo- ambos se miran a los ojos -Yo siempre estaré aquí cuando lo necesites.

-Te quiero mucho, Rapha- confiesa Malek.

-También te quiero, mon champion- Rapha sonríe.