𝐊𝐈𝐌𝐌𝐈𝐂𝐇 𝐓𝐖𝐈𝐍𝐒 :: 𝗝𝗢𝗦𝗛𝗨𝗔 𝗞𝗜𝗠𝗠𝗜𝗖𝗛

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Autumn Cohen

-Acaso tienes una cita con el portugués?!!!!- Rach se sorprende.

-Cállate!- me sentía algo caliente.

Le abro la puerta a Raphaël y este me recibe con un ramo de flores y con una sonrisa que...ahh es encantadora -Bonjour, Autumn- me dice en francés?

-Sabes francés?- pregunto confundida.

Raphaël agacha la mirada -Mi padre es portugués, y mi madre es francesa. Además de que me pasé la mayor parte de mi vida en Francia- explicaba.

-Oh vaya. No sabía aquello- comento -Y por qué no jugaste para Francia en vez de Portugal?

-Sencillo, por mi padre. Quería que estuviera orgulloso de mi- respondía mientras me metía en su carro.

-Aww aquello suena muy tierno de tu parte- halago.

Raphaël se ríe tímidamente -Lista para tu sorpresa?- me preguntaba.

-Qué tienes en mente?- preguntaba con curiosidad.

Joshua Kimmich

-Ahh...- fue lo único que Lina pudo decir.

-Niños, por qué no escogen qué ver en la televisión, yo hablaré con Lina en privado- llevo a Lina a un lugar más privado donde ella explota.

-Que tienes hijos?!!!! Pero qué...?

-Lina, puedo explicar...

-Y desde cuando tenías planeado decírmelo? Por eso has estado ausente todo este tiempo? Por ellos?!!

-Lina... sé que te debo mil respuestas. Solo si me das paciencia para...

-Paciencia??? Qué jamás se te ocurrió decirle a tu NOVIA que eras padre?!!!- cuestiona con furia.

-Apenas y yo también me enteré!!- pierdo la paciencia.

Lina respira profundo -Desde cuando lo sabes...?- pregunta un poco más relajada.

-No más de un par de semanas.

-Y jamás me dijiste porque...?

-Quería estar seguro de que era verdad- contesto.

Mi novia respira profundo -Bien. Creo que debo de mantener la calma. Te perdono.

-De verdad siento no decirte antes, pero solo quería estar seguro de...

-Y mantienes contacto frecuente con su madre?- aquella pregunta me toma por sorpresa.

-No- miento.

-Quiero conocerla- dice Lina confidente -Quiero conocer a la madre de tus hijos.

Autumn Cohen

-Si, tengo una mesa para dos, por favor?- pedía Guerreiro al camarero del restaurante.

-Claro que si, sr. Guerreiro. Por aquí los llevo- el mesero nos guía a nuestra mesa para dos.

-Qué elegante! Y yo con un sencillo vestido- me avergüenzo.

-Nah! Así ya te ves perfecta- Raphaël se le escapa decir a lo que yo me pongo algo roja.

El portugués era muy amable y cariñoso conmigo, lo que me hacía querer con él, de iniciar algo con él, creo que puede ser quien me haga olvidar de cierta personita.

Quizá...