No le des esperanza

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-Sí, mi señor, ¿qué hacemos?-Preguntó el guardia.

-Les daremos una calurosa bienvenida...-Dijo irónicamente Legolas. Ya sabe toda Tierra Media que los enanos y los elfos no tratan desde días oscuros pero en el caso del reino de Thranduil, se pensaba que los elfos era una raza superior a las demás, pero mucho más a los enanos.

Eran la compañía de Thorin Escudo de Roble que estaban intentando escapar de las arañas.Lo que no sabían es que había elfos esperando el momento oportuno para tenderles una emboscada.

-¡Rápido!¡No os separéis!-Gritó Thorin a sus compañeros.Antes de que se diera cuenta ya tenía a Legolas apuntándole con su arco delante de él y demás elfos a sus compañeros.

-No creas que no te mataría enano, sería un placer-Advirtió Legolas a Thorin con cara de pocos amigos.

-¡Registradles! Que no contengan nada afilado cuando entren, los enanos son muy traicioneros y codiciosos...-Ordenó el príncipe a sus guardias.

-Legolas, si no nos han hecho nada malo, ¿por qué no les dejamos que se vayan?-Preguntó Tauriel al elfo.

-Te equivocas Tauriel, no podemos confiar en ellos, además son enanos...Ahora los llevaremos ante mi padre-Thranduil le había inculcado a su hijo su misma perspectiva de los enanos y esa era una de las pocas cosas que a Tauriel no le gustaba de Legolas.Ella siempre pensó que se debería de forjar una alianza, de nuevo, con los enanos.

Legolas sabía que a Tauriel no la gustaba que se apresara a enanos sin motivo, pero ahí el que mandaba era el rey, no él.

Tras esto un guardia se acercó a Legolas mostrándole la espada de Thorin, Orcrist. Legolas la observaba con detenimiento mientras decía:

-Esta es una de las espadas forjadas por mis antepasados en días antiguos, muy antiguos...¿de dónde la has sacado?-Preguntó Legolas a Thorin con cara de desprecio.

-Me la dieron..-No había mentira en los ojos de Thorin.

Tras esto, los ojos de Legolas se encendieron:

-Eres un ladrón y además mentiroso. ¡Adelante!, los llevaremos ante mi padre.

Durante todo el trayecto ningún elfo comentó lo que había pasado entre el príncipe y la capitana de la guardia, ni si quiera ellos.

Cuando entraron en el reino del bosque, los enanos se quedaron asombrados ante la belleza de los salones, las grandes cascadas, los grandes árboles..Eran cosas que no tenían en Erebor, aunque no las envidiaban.

Tras esto, Legolas, Tauriel y los demás elfos que les acompañaban llevaron a la compañía de Thorin a las mazmorras para encerrarles en sus respectivas celdas. A todos, menos a Thorin, por autorización expresa del rey Thranduil.

A Tauriel le tocó encerrar a un enano diferente a los demás, de cabello oscuro, sin barba y un poco más alto que los demás. Cuando este entró a su celda sin oponer resistencia, se dirigió a ella y la dijo:

-¿No vas a registrarme?..Podría ocultar algo bajo mis pantalones..-Tras decir esto el enano la dedicó una picara sonrisa.

Tauriel no se podía creer que le insinuara tal cosa, pero acostumbrada a las indirectas de sus compañeros, supo que contestarle de forma directa y no parecer borde.

-O nada..-Al instante le cerró la puerta de su celda dedicándole una débil sonrisa.Por lo que había oído el enano se llamaba Kili...

Tras verlos hablando, Legolas se dirigió a ella:

-¿Qué te estaba diciendo ese enano, Tauriel?-Había envidia en los ojos azules de Legolas.

-Nada importante...es más alto que los demás...¿no crees?-Preguntó Tauriel al elfo a la vez que salía de las mazmorras.

-Más alto...pero no menos feo..-Legolas no entendía como Tauriel se podía haber fijado en un enano. Además, le lanzó una mirada asesina a Kili. Se le notaba muy celoso.

Al cabo de un rato, Tauriel se dirigió al gran salón del rey Thranduil para informar de lo sucedido.

-Mi señor, ya hemos acabado con las arañas como nos ordenasteis pero ,aunque las expulsemos de aquí amenazarán otras tierras-Dijo Tauriel al rey moviéndose de un lado para otro.

-Otras tierras no me preocupan....-Tras esto parecía que la conversación había terminado pero el rey añadió:

-Legolas dice que hoy has luchado bien...te está cogiendo mucho cariño-Tauriel sabía que Thranduil no se refería como amigos, sino, más bien, todo lo contrario.

-Le prometo, mi señor, que para Legolas no soy más que un capitán de la guardia-Respondió Tauriel con decisión.

-Antes es posible...ahora no estoy tan seguro...-Añadió Thranduil mientras se servía una copa de vino.

-No creo..que el rey permitiera a su hijo comprometerse con una humilde elfa Silvana..-Tauriel llegó a pensar de verdad que Thranduil había cambiado de opinión.

-Crees bien, no lo permitiría. Aún así, le importas. No le des esperanza cuando no la hay-Tras oir esto, Tauriel se marchó del salón dejando caer unas lágrimas de sus ojos verdes. Sabía que lo suyo con Legolas sería imposible.

Legolas y Tauriel. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora