La cosita más perfecta

2.6K 90 12
                                    

-Pero no puede ser…..haber….Si lo hemos hecho muchas veces y no me he quedado embarazada, ¿por qué ahora si?-Preguntó la elfa asombrada y sorprendida.

-Eru decide cuándo se debe criar a un hijo. Sabe cuándo es el momento adecuado. Y creo que no se ha equivocado-Respondió el viejo y sabio elfo.

-No puede ser….-Respondió Tauriel tocándose la tripa suavemente.

-¿No quieres tenerlo?-Preguntó Legolas con un rostro de enfado.

-¡Tú no sabes lo que es tener esto, maldita sea!

Esa fue la primera vez que los elfos se chillaron.

El viejo elfo que estaba observando la escena con silencio, se dirigió a la puerta de la casa de la pareja. Y antes de irse, dijo:

-Cuando llegue el momento, estaré para ayudarles…..

Cuando el elfo de cabello negro se fue, Legolas y Tauriel se quedaron mirando, permaneciendo callados durante unos largos segundos.

-No lo entiendo…..es lo mejor que hay en esta vida….-Dijo Legolas mientras seguía clavando sus bellos ojos azules en ella.

-Tengo miedo…..-Respondió Tauriel agachando la cabeza, triste y resignada. Esta era una de las cosas a las que nunca había tenido en cuenta. Era algo nuevo para ella, y que requeriría no sólo su atención, sino todo su cariño y amor.

Legolas se acercó a ella, sentándose juntos en el suelo.

-Tauriel, estoy contigo. Siempre te he protegido y siempre lo haré. No dudes en contar conmigo. Esto no sólo es cosa tuya, sino también mía. Te amo-Tras decir esto, Legolas dio un beso corto a la mejilla de la elfa.

-¿Ahora supongo que me crecerá la panza no?-Respondió Tauriel ya más relajada y soltando una leve sonrisa.

-Sí, hasta dentro de un año….Es decir que nos quedan once largos meses por delante.

-A tu padre le hubiera gustado conocer a su nieto….

-Lo sé….pero se ha ido y no regresará. Le volveremos a ver. Es curioso…..

-¿El qué?

-Cuando era joven, siempre pensé que me casaría con una princesa….Pero entonces apareciste tú. Una noche, mientras practicaba con el arco en el salón, apareció mi padre con una niña de trece años. Toda sucia y con rasguños en su pálida y joven piel. Con lágrimas en los ojos y con dos coletas mal hechas, ahí estabas tú. No parabas de repetir: "Yo, Tauriel". Eras tan inocente, tan rica….

Legolas siguió continuando con una sonrisa en sus labios ante la atenta mirada de Tauriel.

-Con el paso de las décadas fuiste creciendo a un ritmo bastante acelerado. Tras unos quinientos años como mi mejor amiga y compañera, y con mi padre intentando casarme con alguna doncella elfa…..sentí por ti cosas que no había sentido por otra. Me pasé un largo siglo añorándote, admirándote, observándote…..Cada día que pasaba contigo me enamoraba más locamente de ti…..

-Oh, Legolas……

-Por fin, una tarde estaba convencido de declararme ante ti, pero apareció ese enano…..pero bueno, no pasa nada, eso ya es pasado. Lo que importa ahora es que vamos a tener un hijo-Finalizó Legolas tocando la barriga de Tauriel.

-Estoy bastante nerviosa.

-Yo también. Ahora se supone que comerás por dos.

-Tengo miedo al parto. ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Quién nos va a ayudar?

-Por lo que he visto, ese elfo sabe bastante sobre el tema y se ha ofrecido a ayudarnos. Pero si tú quieres, y te sientes más tranquila acudiré a Aragorn y que venga un médico.

Legolas y Tauriel. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora