Una vida llena de secretos

Capítulo 17

Jonathan

—Adiós, Jonathan—. Me dice para luego girarse e irse lejos de mí y de mis palabras.

Solo la dejo irse porque sé que la he lastimado lo suficiente como para que ahora le cuente la verdad de mis palabras de anoche. No me perdonaría verla llorar más por mi culpa, solo quiero hacerla feliz, pero con Alicia aquí no estará segura y no quiero que Jennifer sea el nuevo objetivo de esa loca.

Me percato de la persona que volvió a mi vida y con todas mis fuerzas finjo que su presencia no me importa, porque en el fondo de mi ser me sigue impactando verla. Después de tantos años no ha cambiado en lo absoluto, sigue siendo esa misma chica de la que alguna vez me enamoré.

Paso a su lado, ignorándola por completo.

—¡Jonathan! —, exclama mientras me sigue —. Por favor, detente.

Me detengo y con toda la rabia que estoy conteniendo, me giro y la encaro.

—¿Qué quieres, Alicia?

— Regrese, mi amor—. Habla como si todavía fuéramos algo—. Regrese por ti.

Me rio en su cara al escucharla.

—¿Por mí, Alicia? ¿Qué pensaste al venir para acá? ¿Qué perdonaría todo lo que me hiciste? —, le pregunto serio y sin ninguna pizca de paciencia.

Observo como parpadea más rápido y recuerdo que eso lo hacía cuando se ponía muy nerviosa y las cosas no salían como ella quería.

—Tomemos algo y hablemos de esto ¿sí? —, me pide con insistencia.

Mi móvil empieza a sonar y lo cojo llevándomelo al oído.

—¿Qué pasa, Victor...?

—¿Estás con Jennifer? —, me pregunta alterada.

Al fondo la escucho sollozar y sé que aquí hay algo más.

—¿Qué pasa, Victoria? ¿Jennifer está bien? —, me alejo de la loca de Alicia porque no entiendo lo que dice Victoria, ya que mi ex novia no para de gritarme. 

—Dime que no volverás con ella—. Me pide—. No te hagas esto, Jonathan.

Miro de reojo a Alicia.

—No te preocupes por mí, Victoria. Después hablamos ¿te parece? —, ella suelta un débil "si" y cuelgo el teléfono, volviéndome a enfrentar a la chica que arruino mi vida.

Su aspecto atractivo y su seguridad solo es una cuartada que me hace dudar si lo que estoy haciendo es lo correcto. Deje ir lo único que me importaba solo para que no lastimara a Jennifer, pero no puedo permitir que ella le haga daño como lo ha hecho con las demás. Y que lastima que no me haya dado cuenta de lo que verdaderamente es ella.

Con sus dedos peina su melena rubia ondulado y me lanza una mirada coqueta, pero a la misma vez retorcida.

—No quiero tener ningún contacto contigo—. Le dejo muy claro y decidido.

Ella se acerca como una felina en celo.

—Mi amor, perdóname—. Abre su boca para decir esa falsa disculpa—. Yo sé que tú todavía me quieres...

Ella pasa sus manos por su pecho y agarro sus manos quitándomela de encima.

—No voy a permitir que me vuelvas a herir y lastimar a las personas que quiero.

—¡Dejaste a esa zorra por mí!

—Vuelve a llamarla así y me olvido que eres mujer—. Amenazo.

Noto como traga saliva y sus ojos se llenan de lágrimas.