Capítulo 24

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Un día nuevo. Todo cambio. mis pensamientos ya no son los mismos.

Termino de arreglarme y agarro mis maletas saliendo de la habitación. Demon y Gabriel van atrás de mí y no pronuncian ninguna palabra.

Todo fue un caos el día de ayer. La muerte de Cristian todavía provoca un nudo en mi estómago y mi promesa hacía él sigue rodando en la cabeza. La familia de Cris, luego  de que lo cremaran se lo llevaron para Canadá donde ellos viven. La policía dejó el caso como un intento de robo y sé que todo esto lo hizo Gabriel.

Al abordar el ascensor les doy una mirada.

—Te ves diferente—. Me dice Gabriel, como si buscara lo que tanto le llama la atención de mi nueva apariencia.

Me encojo de hombros, quintándole importancia.

Nadie se puede enterar. Todavía no. Todo a su tiempo. Tengo que guardar el secreto hasta que llegue el momento de seguir con lo que hace años planeé.

***

Tres meses después...

Todo cambio tan radical que yo misma me sorprendo de cómo en 20 minutos tu vida puede cambiar tan rápido. Todos siguen sus vidas como siempre y yo no me quedo atrás porque ahora me encuentro un paso adelante para mi plan, para mi venganza.

Solo que ahora tengo un obstáculo y es Gabriel, no para con la idea de dejarme en el colegio y buscarme, pero sé que lo hace porque me tiene vigilada, con el temor de que recuerde.

Y así lo hago. Dejo que él me deje en la puerta de la secundaria y salgo por las puertas traseras y antes de que llegue la hora, me regreso y lo espero como la niña buena que era antes, aquella frágil y débil que le dolía todo lo que le pasaba.

Recuerdo esos lapsos donde estaba en completa laguna y me da pena por todos los actos que hice, todas las palabras que recordé porque así hablaba mi yo de diecisiete años. Pero yo no soy esa niña de diecisiete años porque en realidad tengo veintidós, ya soy una adulta que tiene que seguir con su meta desde aquella tragedia.

Las cosas empezarán a salir a la luz y yo seguiré actuando como la estupida que no recuerda nada.

Me obligue a olvidar estos últimos cinco años de mi vida. Fue un éxito y todo se lo debo a Ricardo... <<como lo extraño>>. Son de esas pocas personas que extraño con todo mi ser, pero sé que donde sea que esté me esta cuidando.

El viaje se hace largo. Gabriel va atrás con su auto y yo voy con Demon o mejor dicho con Dylan.

<<Hijo de puta>>, las ganas que tengo de matarlo ahora parecen imposible de controlar y por eso me mantengo viendo la ventana.

Él prende la radio y el silencio inquietante se suaviza por la melodía.

—¿Estás bien?—, su voz pretende preocupación.

Y yo tengo que responder como la chica enamora que era.

—Sí—. Le doy una mirada rápida con una sonrisa falsa.

—Si tú lo dices.

Lo ignoro. Me mentalizo en no hacer nada por impulso. Si ya estuve con él en estos últimos meses, puedo aguantar uno más. Solo un poco más.

Mi teléfono vibra y contesto la llamada de Victoria.

—Amiga, al fin que contestas—, me reclama.

—Estaba ocupada. Lo siento—. Sigo fingiendo—¿Qué pasa?

Ella suspira.

—Estoy demasiado gorda—. Se queja—. Ya he dejado de ir a la escuela.

Una vida llena de secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora