—¿Segura? —, el nudo de mi estómago se agranda.
No sé qué pensar o que decir, todo esto es... inesperado. Estamos hablando de un bebé o de un embrión, algo que es el tamaño de un guisante y que está creciendo en el vientre de mi mejor amiga.
Victoria se limpia las lágrimas y asiente con la cabeza, apoyo mis codos en las rodillas y agarro mi cabeza, sintiendo la desesperación recorrer por mis venas.
—¿Cuánto tienes de embarazo?
—Un mes y seis semanas—. Piensa—. Eso creo—. Me vuelve a decir, pero dudosa.
—Se lo tienes que decir a Andrés—. Ella se levanta a la defensiva— ¿Es de Andrés, Victoria?
Quiero creer que sí, pero ella no se ve segura. Evita mi mirada y mi pregunta. Solo está de pie mirando hacia la cocina, apretando sus manos en puños.
—Claro que es de él, Jennifer. Él es el único hombre con quien he estado— al fin me responde.
Y vuelvo a respirar con normalidad.
—Andrés no quiere hijos. Me dejará sola en esto—. Habla con la voz rota.
La miro sin entender lo que sale de su boca. Me pongo de pie y voy hacia ella, agarrándola por los hombros.
—Él te ama, así como tú lo amas a él. Y esto—. Pongo mi mano izquierda en su estómago—. Es producto de su amor.
Ella coloca su mano encima de la mía y sonríe a medias. Yo le doy una sonrisa grande.
—No sé si pueda tenerlo, Jennifer.
La atraigo hacia mí y la abrazo fuertemente.
—Te apoyaré en lo que tú decidas.
—Gracias—. Me susurra y se separa de mí para agarrar ambas de mis mejillas—. De verdad gracias, Jennifer. Gracias por estar a mi lado y ayudarme en todo.
Agarro sus manos entre las mías.
—Tienes que descansar—. Agarro su brazo izquierdo y la jalo para que me siga.
La llevo hasta mi cuarto, cierro la puerta y dejo que se acueste a un lado de mi cama.
—¿Le avisaste a tu mamá que te quedarás aquí?
Asiente con la cabeza.
—Le deje un mensaje. No te preocupes.
Agarro unas de mis cobijas y se la pongo encima, arropándola bien. Acerco mi rostro hacia ella y dejo un beso en su frente, antes de que se duerma.
—Descansa que yo te cuido—. Le aseguro entre susurros.
Cierra los ojos, quedándose dormida.
Espero veinte minutos para estar segura de que Victoria está en el mundo de los sueños, para poder sentarme enfrente de la computadora e investigar. Tengo que encontrar que era el lugar en donde mate a Hunter, encontrar en donde es ese lugar y averiguar si en verdad mate a ese chico.
Me meto en el buscador y escribo Hunter Gómez y rezo para que me salga algo relacionado con él o con su familia. Entro en todas las páginas, pero son famosos, gente importante o personas muertas las que me aparecen. Y entre esas personas muertas no se encuentra la imagen del chico que yo recuerdo.
Muerdo mi uña viendo la pantalla y al seguir bajando encuentro un artículo que llama mi atención de inmediato.
Hago clic en el artículo, me alejo inmediatamente del escritorio impresionada y me volteo asegurándome de que Victoria no se haya despertado por el ruido de la silla, pero no pasa nada porque sigue ahí como la deje.
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Una vida llena de secretos
Romance[Borrador] Por el abandono de sus padres, Jennifer se ve obligada a irse a vivir con sus tíos paternos en Berkeley california. Ella esconde muchos secretos unos más oscuros que otros. Jennifer conocerá un grupo de amigos que la harán volver a creer...