Me despierto otra vez agitada <<ya no aguanto estas pesadillas>>. Ya estoy cansada que me recuerden que estoy dañada, que mi vida no será normal.
Sin ningún ánimo, me levanto y tomo una ducha. Me visto con lo más cómoda posible y me maquillo natural, desayuno con mis tíos y busco mi mochila saliendo de la casa.
Siento que todo pasa tan rápido al notar que llego al colegio. No me siento bien. No he descansado desde que llegue a esta ciudad. Mi cuerpo colapsara. A pasos lentos me acerco a mi casillero y guardo los cuadernos de mis siguientes clases.
Me dirijo a clases de química. Entro al salón y me siento en la última fila, dejo descansar mi cabeza entre mis brazos y así espero al profesor. En toda la clase no me puedo concentrar, los ojos se me cerraban y mi cabeza quería explotar del dolor.
Ahora me encamino a mis clases de pintura. Al entrar me encuentro con la profesora Angela. Ella me saluda, me siento en mi lugar y me centro en el lienzo pensando en que quiero pintar. Después de saber que hacer saco mis materiales.
Empiezo dibujando un hospital, pero no cualquiera. Este hospital que estoy dibujando, es donde me tenían todo el día haciéndome exámenes físicos, psicológicos o cualquier cosa que se les ocurría para tenerme vigilada y sedada.
Empiezo a sudar frio y dejo el cuadro para otro día. Agarro mis cosas y salgo del aula, confundida y mareada. Intento llegar a la cafetería y cuando lo hago ninguno de mis amigos están. Me acerco a una mesa vacía y me dejo caer adolorida. Sé que debería comer algo, pero en estos momentos no puedo ver comida porque juro que vomitare con tan solo olerla cerca mío.
Cierro los ojos intentando controlar las ganas que tengo de vomitar. << ¿Por qué me siento tan mal?>>.
Los vuelvo abrir y veo como Victoria se acerca a la mesa y empieza a hablarme de no sé qué cosa... hasta que nota mi malestar y lleva su mano a mi frente soltando una maldición.
—Jennifer, estas hirviendo en fiebre—. Chilla ella.
No me había dado cuenta que tenía fiebre, ni tengo frio, al contrario, estoy que me derrito.
—No me siento bien, Victoria. No sé lo que me pasa—. La miro desesperada.
—No sé, intenta comer algo—. me recomienda ella.
Me niego a su recomendación. Ahora no quiero ver nada que tenga que ver con comida.
Me levanto de la silla al sentir unas ganas inmensas de vomitar. Dejo a Victoria llamándome al correr hacia la puerta de la cafetería y cuando estoy a punto de llegar, Claudia aparece evitando mi salida. Intento esquivarla, pero ella me agarra del brazo fuertemente y del dolor un gruñido sale de mi garganta.
—¿Qué paso, primita? ¿Te escondes de mí?
—Suéltame—. Digo tajante.
Victoria aparece a mi lado, pero la loca de mi prima se niega a soltarme. Jalo mi brazo hacia mi dirección, pero solo hacer ese movimiento brusco causando un dolor inmenso que recorre cada extremidad de mi cuerpo.
—Por favor—. Balbuceo casi en un ruego.
—Así rogabas esa noche ¿no? —, Ella entorna sus ojos en todo mi cuerpo y hace más presión en mi brazo. Intento descifrar sus palabras, sin embargo, no hace falta porque continua, dejándome pasmada—. "No me cuelgues", "por favor", "no podrás atraparme"
Mis ojos se abren hasta mas no poder y sus palabras empeoran mi estado sintiendo que voy a desvanecerme.
—Tú...
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Una vida llena de secretos
Romance[Borrador] Por el abandono de sus padres, Jennifer se ve obligada a irse a vivir con sus tíos paternos en Berkeley california. Ella esconde muchos secretos unos más oscuros que otros. Jennifer conocerá un grupo de amigos que la harán volver a creer...