Capitulo 73

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(Narra Joaquín)

— ¿Volverás pronto Mailo? — Le pregunté a mi Alfa, mientras lo abrazaba fuertemente y me aferraba a él.

Era la primera vez que me separaba de Emilio después de tanto tiempo, el haber pasado separados por qué estuve en prisión no cuenta, esa fue involuntaria, pero ahora... Él se irá por una, dos, quizá hasta tres semanas de viaje y yo no quiero soltarlo, estoy demasiado sensible para dejarlo ir.

— Claro que regresaré amor, ¿Piensas que te dejaré sólo a ti y a nuestros gatitos? — Sonreí contentó al recordar el día en que Mark me hizo el ultra sonido, justo hace una semana, donde supimos el sexo de nuestros bebés, bueno...

~ Flash Back ~

El Omega estaba emocionado, nervioso, quería saber ya mismo que serían sus pequeños.

Joaquín ya tenía cuatro meses de embarazo, podían saberlo, pues su desarrollo iba avanzando muy rápido, su vientre había aumentado de sobre manera, ya no tenía aquella pancita pequeña, ahora era mucho más grande, pues no era solo un pequeño el que cargaba, eran dos.

Se le empezaba a dificultar el caminar durante muchísimo tiempo, por lo que empezó hacerlo algunas horas, le gustaba sentarse en el jardín trasero y leer algún libro de los que estaban en el estante del despachó de su Alfa. Dormía durante el día dos horas diarias y como un bebé durante toda la noche, comía a montones pero junto a Asher y Ethan hacía ejercicio de vez en cuando o lo más recomendable para el, hacer yoga.

Emilio lo ayudaba siempre, no le gustaba dejarlo sólo mucho tiempo, pues sabía las dificultades de su pequeño a la hora de sus ejercicios. El Alfa se había convertido en el chef personal de su pequeño, pues extrañamente Joaquín no comía nada que no fuera de su amado Alfa y claro si el momento lo amerita, de Asher, de lo contrario hacía berrinches constantes por sus antojos extraños que nadie más que su prometido y su Hyung lograban hacer.

— Hola jefes, ¿Qué tal?, ¿Cómo me los trata la vida?, ¿Cómo están esos pequeños ahí adentro? — Llegó un entusiasmado Mark hasta sus jefes.

— Ya Mark, dejate de juegos y empieza, ¿Si? ¿No ves que estamos nervioso? — Dijo un desesperado Omega.

— Está bien, ya lo siento Minnie, pero deben saber que no es seguro al 100% que logremos ver que serán, ¿De acuerdo?

— Está bien, yo sé que nuestros hermosos gatitos dejarán verse — Emilio amaba decirles de aquella forma tan tierna a sus pequeños, mientras el los llamaba gatitos, Joaquín sólo...

— Pollitos Mailo, ya te dije que son pollitos, ¿Por qué gatitos? Nosotros somos lobos y...

— Un gatito es más cercano a la familia de lobos que un pollito Minnie, además... ¿Tú por qué les dices pollito?

— Por qué son mis pollitos y están chiquitos y por qué... ¡Por qué me gusta! — El tierno puchero en los labios del Omega causó ternura en ambos Alfas presentes.

Mark suspiró melancólico y siguió preparando el equipo, mientras que Emilio empezó a repartir un montón de besitos en el rostro de su amado pequeño, sacando risitas tiernas y juguetonas de ambos.

— No quiero interrumpir...

— Ya lo hiciste — Respondió un divertido Emilio y un Joaquín dándole un golpe a su Alfa por ser tan mal educado.

— Bueno, ya tengo todo preparado, ¿Podemos iniciar?

— ¡Si! — Dijo la pareja al unísono. Mark sonrió y empezó su trabajo.

El Omega de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora