(Narra Joaquin)
La fresca mañana de Corea era lo que más había extrañado.
Tocar mis tierras para quedarme, ahora era un deseo, hecho realidad y podía demostrarlo con emoción y alegría. En este momento no importaba nada más a mi alrededor, que llegar a casa, ver y llenar de mimos a mis dos pequeños amores, quedarme con ellos para jamás irme.
Había bajado del jet con entusiasmo, casi corriendo al auto que esperaba por nostros, para poder llegar a la mansión lo más pronto posible.
La última vez que estuve en mi hermoso hogar fue cuando tenía cinco meses de embarazo y ahora... Mis cachorritos están cerca de sus cuatro meses. Es un largo tiempo, frustrante y triste, pero es la realidad que me ha tocado vivir, a pesar de todo ello, sigo de pie, con vida, he logrado sobrevivir a todos los obstáculos y puedo decir que estoy a nada de ganar está batalla.
Esperé a que los chicos subieron a Emma a la parte trasera del auto, para después subir de piloto y Emilio al lado mío cómo copiloto. Los chicos nos seguían en otro auto aparte, junto a Ethan y Asher, que habían llegado por nostros.
- Estoy emocionado Emi - chille con entusiasmo.
- Lo sé amor, puedo sentirlo a través del lazo. Se que quieres llegar a casa, hace mucho no estás ahí y no sabes cuánto se te ha extrañado en ese enorme lugar.
- Gracias Emi - Sonreí mientras conducía - Fueron muchos meses, pero por fin, estaré con todos ustedes y lo más emocionante, es que veré a mis adorados pequeños.
Mi amado Alfa río bajo y me sentí derretir por tan tierno sonido. Mi amado Mailo es el ángel que mi vida necesitaba para tener brillo, felicidad y amor.
Cuando estuvimos cerca de la mansión, conduje con mucha más emoción, mi rostro lo demostraba, mi aroma me delataba y mis cortos chillidos, eran una clara evidencia de ello.
El enorme portón se abrió, el escáner avanzado paso por todo el auto y me sentí orgulloso de Lisa por mantener todo en orden mientras no estuve. Entré a la mansión y el aire se cortó de mis pulmones por un segundo.
Volteé a ver a Emilio y él me sonrió, mientras asentía lentamente. Suspiré tembloroso y abrí la puerta del auto, para bajar con lentitud, pero enorme emoción a la vez.
Todos los miembros de la mafia, me esperaban frente a la mansión, con enormes sonrisas y un increíble cartel que decía "Bienvenido a casa jefe Omega" Sonreí de felicidad con mis lágrimas bañando mis mejillas y me permití ser débil y vulnerable frente a los chicos. Era el mejor recibimiento que pude haber tenido. Mis ojitos llorosos fueron a parar a los brazos de Rose y Alejo, quienes cargaban a mis dos pequeños amores.
Chille de emoción y me acerqué corriendo a ellos, tomándolos en mis brazos y apresandolos contra mi pecho, con delicadeza y amor.
- Mis p-equeños cachorritos, e-stán con papi mis a-mores. Prometo no irme más - Susurraba con emoción, sollozos y felicidad. Mis pequeños se apagaron pronto a mi cuello, cada uno enterrando su lindo rostro en este y soltando suaves y tiernos ronroneos de gusto.
- Bienvenido a casa Minnie - Escuché la emocional voz de Mark.
Elevé mi vista y sonreí feliz, no podía retener mis lágrimas, los chicos me veían con sus ojitos nublados, todos presenciando la escena que estaba montando con mis dos pequeños amores.
Emilio me abrazó por detrás, no sin antes dejar un casto beso en la cabecita de nuestros pequeños.
- Me encanta verlos así chicos - Escuché a un emocional Asher Hyung - En verdad te extrañamos Minnie, este es tu hogar, tu casa, somos tu familia y tú, eres el motor de este lugar.
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El Omega de la Mafia
FanfictionJoaquín Bondoni un Omega que sólo pedía una vida tranquila, donde su padre no fuera un alcohólico y adicto a las apuestas. Pero aquello cambio cuando su propio padre lo cambio para deshacerse de sus problemas. Emilio Osorio un Alfa, dueño y jefe de...