(Narrador Omnisciente)
- No entiendo aún... ¿Por qué mierda no tuvo ninguna reacción?, No sentí su enojo, no sentí ningún aroma que demostrará su dolor o decepción.
Emma Kim aún estaba muy confundida por la reacción que Joaquín había tenido con la grabación, pues el Omega en realidad no actuó como ella se imaginó o como ella quería. La reacción del chico había sido todo lo contrario a como ella pensó que sería.
- quizá sea porque en verdad piensa cumplir con su palabra jefa, hasta este momento, él no le ha dado motivos para desconfiar - Decía el Alfa Jin-young.
- No lo sé, aún no estoy segura del todo, no creí que Joaquín sería una presa dura de casar, mucho menos que me costaría descifrarlo.
- Siga con el plan B entonces jefa, si en verdad no está segura, siga provocándole, solamente pruebe usted misma, si realmente está de su lado o está fingiendo - Jin-young no estaba seguro de lo que decía, pero tampoco haría que la Omega empezará a desconfiar de él.
- Tienes razón, ¿Dónde esta en este momento? - Preguntó la Omega líder.
- En la sala de entrenamiento - Dijo al instante el Alfa.
- Muy bien, le llevaré un regalo - Sonrió ladinente la Omega.
Emma Kim tomo un sobre que estaba sobre su escritorio y camino hasta la sala de entrenamiento, junto a ella siempre se permanecía Jin-young.
El Alfa sabía lo que era aquello, él tampoco sabía lo que Joaquín haría, pero prefería no imaginarlo, al menos no aún.
Cuando llegaron, la Omega quedó sorprendida al ver las increíbles habilidades de su hijo. Joaquín estaba en una sala de simulación, donde se le proyectaban diferentes figuras, con las que el podía practicar sus tiros, tanto con armas como con cuchillas o navajas.
El Omega estaba demasiado concentrado, ignoraba todo a su al rededor que no fuera aquella simulación. Su apariencia traiga embobado a los Alfas que estaban en la sala, pues Joaquín, estaba mostrando cómo es su escultural cuerpo detrás de sus vestimentas.
El Omega traiga puesto unos leggins negros ajustados, hasta dejando de las rodillas, que dejaba muy bien marcados sus muslos y caderas, una camiseta sin mangas color blanco, que dejaba a la perfección su abdomen plano, su cabello negro y ondulado, mojado por el sudor, mejillas sonrojadas y todo su cuerpo sudoroso, logrando que sus prendas se adhieran a su escultural cuerpo.
No habían rastros de que haya estado embarazado, pues incluso después del parto, Joaquín logró conservar su cuerpo. La belleza de ese Omega era inexplicable e increíble.
Cuando terminó su entrenamiento, soltó el arma y tomo una botella con agua, dio un largo trago, incluso mojando su camiseta en el proceso. Salió de la sala de simulación y hasta ese momento se dio cuenta que tenía abundante público observándolo.
- ¿Qué me ven bola de idiotas?, ¿No tienen trabajo que hacer? - Recriminó el Omega.
- Todavía me pregunto cómo es que Emilio se fijó en ti, con ese temperamento de mierda que te cargas - Escuchó el Omega la voz de su madre.
- Así como Emilio se fijó en mi, por mi temperamento de mierda, así mismo el señor Osorio se fijó en ti, por tu carácter de mierda también, así que no hables madre - Contra atacó el menor.
- Bien, tienes un punto. Ven aquí Minnie, te tengo una grandiosa sorpresa - Sonrió una emocionada Emma Kim. Claro que con dobles intenciones.
- ¿Sorpresa?, Sea lo que sea, hazlo ya, que tengo mucho que hacer - Dijo el menor.
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El Omega de la Mafia
FanfictionJoaquín Bondoni un Omega que sólo pedía una vida tranquila, donde su padre no fuera un alcohólico y adicto a las apuestas. Pero aquello cambio cuando su propio padre lo cambio para deshacerse de sus problemas. Emilio Osorio un Alfa, dueño y jefe de...