Capitulo 141

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(Narrador Omnisciente)

- ¿Prometes que los cuidarás con tu vida Rose? - Dijo Joaquín mientras no deseaba soltar a sus cachorros.

- Lo primero Minnie, sabes que así será, no te preocupes por ellos. Muy pronto regresarás con ellos - Sonrió la Omega. Joaquín soltó más lágrimas al tener que dejar ir a sus pequeños. No quería por nada del mundo separarse de ellos, hipeaba mientras los abrazaba, les repetía un sin fin de veces cuanto los ama, daba besitos en sus tiernos rostros y se aferraba a sus cachorros tanto como estos se aferraban a su papi Omega.

- N-o quiero E-mi - Dijo en llanto el Omega.

El Alfa sonrió un tanto melancólico, a él también le dolía ver cómo su Omega sufría por tener que dejar ir a sus pequeños, pero uno de ellos debía mantenerse firme y fuerte.

Emilio abrazo a sus tres amores y beso a los tres, mientras sonreía y susurraba tiernas palabras en el oído de su Omega.

- Estoy seguro que ellos estarán esperando por ti y por mi ansiosos Minnie. Somos inseparables lo sé, casi dependemos de ellos ahora, así como ellos dependen de nosotros, pero te prometo que cuando esto acabe estaremos con ellos en un abrir y cerrar de ojos ni vida.

- ¿L-o... Prometes Emi? - Preguntó Joaquín.

- Lo prometo mi cielo. Ahora dale los cachorros a Asher y Rose, ¿Si? - El Omega hizo un puchero y negó.

Mientras los cachorros no deseaban por nada del mundo separarse de Joaquín. Estaban cómodos en el pecho de este, Joaquín era su lugar favorito y separarse de él era como no alimentarlos en toda la vida.

- Vamos cariño, hazlo - Pidió Emilio dejando un beso en la frente de su Omega. Joaquín volteó a ver a Asher quien le sonrió y extendió sus brazos, pidiendo un cachorrito. El Omega tomo aire y se acercó a su hermano mayor, quien lentamente y con mucha dificultad logró tomar a la pequeña Mariam de los brazos de Joaquín. De inmediato se formó un puchero en los labios de Joaquín y uno en los de Mariam, era el mismo gesto, tanto que causó ternura en los presentes.

Ñ- E-lla va llorar - Hizo un puchero más marcado el Omega, acumulando lágrimas en sus ojitos.

- El único que está llorando eres tú - Se escuchó a Joong-Ki quien inmediatamente guardo silencio al ver la mirada asesina de Joaquín.

- No lo hará Minnie, mira, se quedó tranquila al sentir tu aroma - Sonrió Asher al tener una prenda de Joaquín junto a él. Mientras el Omega soltó un poco el aire que no sabía tenía retenido y después con igual dificultad le dio a su pequeño Asier a Rose, quien sonriente cargo al pequeño y lo cubrió con la prenda de Joaquín, logrando detener el pronto llanto de este.

- Recuerda que ellos no pueden estar aquí mañana Minnie. Es mejor que regresen con nosotros a Corea y ustedes nos alcanzan en una semana, ¿Si? - Sonrió Asher.

Joaquín asintió lentamente sin despegar la mirada de sus dos pequeños, sintiendo los brazos de su Alfa abrazarlo por detrás y dejar un beso en su cuello.

- Nos vemos pronto chicos y asegurense de crear el mejor espectáculo de todos, estaremos en primera fila viendo todo - Dijo Asher.

El Omega mayor debía irse también, ya que necesitaba de los chequeos de Mark, no quería exponerse al peligro que podía llegar a existir el día siguiente en la mansión. Si bien insistió una y otra vez en quedarse, ni Cam, ni Emilio y mucho menos Joaquín se lo permitieron, ya que tenía un vientre de casi cinco meses que aunque no era muy notable, cargaba a un cachorro que necesitaba de atenciones y comodidades. Estando en Italia no tenía todo lo que deseaba y para variar Asher no dejaba que ningún doctor lo tocará que no fuese Mark.

El Omega de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora