Capitulo 78

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(Narra Joaquín) 

Un mes teníamos de estar en Canadá y yo ansiaba con todo mi ser regresar a mi país, regresar a la mansión, ver a los chicos, hablar con ellos, abrazarlos, pero aún no podíamos. 

Según lo que habíamos descubierto es que la mansión estaba siendo reconstruida por las cedes de las ciudades, pero que nosotros no podíamos regresar, pues aún seguía siendo peligroso. 

No podíamos arriesgarnos y yo tampoco pensaba hacerlo, tengo seis meses de embarazo, mi vientre cada día crece y crece más, el clima es frío, pero lo empiezo a soportar, suelo vestirme muy abrigado, ya parezco una bola de albóndiga de lo gordo que me veo con tanta abrigo, pero no me importa, prefiero pensar en mis pequeños antes de cómo me vea. 

Desde hace un mes que estos pequeños traviesos se movieron por primera vez, no hay un sólo día en que no lo hagan. Lo hacen más cuando Emilio está cerca, duermen tranquilos sólo si mi amado Alfa está conmigo en la cama, si no, pues son muy inquietos. 

Gracias a Rose conocí a una doctora que lleva el control de mi embarazo, aunque viene aquí a la casa, eso para evitar registros nuestros en cualquier lugar que diga dónde estamos. 

Mi pequeño pollito o pollita aún no se deja ver, el traviesillo de gatito lo cubre en su totalidad, se ven muy tiernos. Debo admitir que el día en que la doctora me hizo el ultra sonido, después de la consulta y ella se retiró, lloré por horas, ¿Por qué? 

Por qué quería que fuera Mark quien llevará todo mi embarazo, quiero que él sea el doctor que traiga a mis bebés sanos y salvos, no nadie más. Me costó comprender que esto es una de las consecuencias a pagar por algo que no hicimos, por algo... Qué nos orillaron hacer. 

Día y noche pienso en los chicos. 

¿Estarán bien? 

¿En dónde estarán? 

¿No los habrán encontrado? 

Hay noches en que no puedo dormir por qué mi cabeza está llena de miles de pensamientos, Mailo no se queda atrás, cuando yo logró dormir él no puede, pasa noches en vela pensando en formas para regresar con bien, piensa en los chicos más que nadie. 

No puedo encender sus chips de rastreo, eso haría que nos encuentren fácilmente a todos, logré verificar que ninguno tenga red social o nada con que encontrarse, Emi y yo no tenemos teléfonos, estamos totalmente incomunicados, Rose me ha ofrecido su teléfono, pero aún así no puedo tomarlo, no tengo contacto con los chicos y ellos también están incomunicados. 

Ha sido un mes diferente y con muchas situaciones ocurridas, entre ellas el fastidioso de bambam. Suele venir a mi casa muy seguido, yo prefiero que sea solo Rose la que venga, la chica se ha hecho muy unida a mi, aunque he notado las miraditas que le da a mí Alfa. 

Un día la caché y claro, ella intentó negarlo, aunque después me pidió disculpas, diciendo que desearía un Alfa como el mío. Atento, cariñoso, amoroso y caballeroso como Mailo lo es conmigo. Sin embargo el imbécil de Bambam es todo lo contrario con ella, la insulta, usa su voz de mando en ella, incluso... Suele golpearla, cuando ella me contó, quise moler a golpes al idiota ese, pero ella no me dejó, pues dijo que si hacía algo, ella lo pagaría después, sólo así, me detuve.  Rose es muy linda, amable, risueña, tiene todos los instintos de Omega, es buenísima cocinando, ella me ha enseñado mucho, se lo he agradecido miles de veces. Ella dice que sueña con ser madre, pero que bambam no quiere, al principio creí que ta estéril, pues dijo que ella jamás podría ser madre, pero después me explico que el idiota de su esposo repudia a los niños. 

Fue triste escuchar eso, pero me enojo como todo lo que tenga que ver con ese Alfa de pacotilla. Qué sigue fastidiandome la vida, suele darme miradas poco agradables, indirectas que siempre le mando a comerse o meterse por donde mejor le quepan, pero siento que el día en que deba matarlo por idiota e irrespetuoso está cada vez más cerca.  Estaba tarareando la canción que jamás logré componer, mientras preparaba la cena. 

El Omega de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora