El Omega de la Mafia

Capitulo 75

(Narrador Omnisciente)

El líder de las serpientes estaba sentado en una silla junto a su Omega, observando la entrada al bosque, recordando aquel fatídico día donde una de ellos perdió la batalla, fue un día inexplicable para él. 

— ¿Te encuentras bien cariño? — Preguntó el bello Omega a su Alfa. 

Joaquín sentía la culpa de su Alfa, sentía la impotencia y tristeza que cargaba, el menor tomó la mano de su pareja, acariciando el dorso de esta y sintiendo su corazón imprimirse al ver el suspiró lastimero que dejó escapar el mayor. 

— No Minnie... Siento, culpa, impotencia al recordar que pude haber hecho más aquel día, pero no logré nada, no pude... Salvar a Wendy y lo peor es que... No siquiera pudimos traer su cuerpo con nosotros — La mano del mayor apretó delicadamente la de su Omega. 

Joaquín sintió tristeza, pues desde aquel día, justo hace tres desde que regresaron de aquella misión, Irene no había salido una sola vez de su habitación, lloraba inconsolable, rogaba por qué todo fuera mentirá, Mark tenía que sedarla pues ella intentaba lastimarse constantemente, dañarse o incluso morir para poder estar con su pareja, todos sentían un enorme vacío, ¿Cómo no? Si Irene pasó años encerrada en una prisión, esperando reunirse con su amada y aquello pareció muy poco tiempo, pues no pudieron pasar suficiente tiempo juntas. 

Por esa razón Emilio se sentía culpable, pues por él Irene fue a parar en prisión, ahora por él, Wendy perdió la vida, al menos así se sentía el Alfa, culpable de todas las desgracias de las chicas. El mayor nunca supo cuando si hizo todo lo que pudo, todo lo que estaba en sus manos, sin embargo él siempre sintió que pudo hacer más y nunca lo logró. 

— Mailo, mira... Siempre he pensando que todo sucede por alguna razón, las cosas no pasan así por así, creó que... No todos tenemos suerte, hay muchos que deben enfrentar situaciones inexplicables, de la cual no siempre saldrá todo bien, ellas... Quizá no era esta vida en que debían estar juntas, quizá... Irene si tiene algún Alfa destinado por ahí, Wendy era una Beta, es cierto que nosotros no vemos nada de malo en eso, pero solo imagina que en esta vida, ellas no estaban destinadas a estar juntas. No es tú culpa, ¿Bien? Sólo... Es lo que el destinó eligió para ellas. 

Ante las palabras del Omega, Emilio sintió un peso menos en su consciencia, pero no del todo, sabía que de ahora en adelante debía velar por todos los miembros de la mafia, que debía protegerlos a como dé lugar, no dejaría que uno más muriera por él o por nadie más, salvaría a todos los que estén en sus manos, si bien son una mafia de la cual están en peligro constante, también son personas, sienten y temen de la muerte, aún si ellos saben que enfrentarse a las misiones traerá graves problemas o graves consecuencias día a día. 

— ¿Cómo haces para siempre animarme cielo? — Preguntó el Alfa a su pequeño, abrazándolo tiernamente en el proceso. 

— Sabes que siempre estaré para ti cielo, sabes que... No te dejaría por nada del mundo, eres mi Alfa, además... Llevo dos cachorros tuyos, ¿Crees que te dejaría? Eso jamás Emilio Osorio, sólo te desharas de mi, muerto, es más, ni así te librarás de mi tan fácilmente, ¿De acuerdo? 

La sonrisa enamorada del mayor logró sentir satisfecho al Omega, pues cumplió su cometido de hacerlo sonreír y sabía que sus palabras no eran mentira, el menor sabía perfectamente que estaría siempre con su Alfa, apoyándolo, amándolo y ¿Por qué no? También protegiéndolo. 

~ Flash Back ~ 

Justo a las 3:00am un ruido se empezó a escuchar en los pasillos de abajo en un edificio de mala muerte, donde siete personas se encontraban durmiendo tranquilamente, ninguno de ellos imaginó lo que ocurriría en aquella fatídica noche.  El primero en despertar fue Alejo, quien se asustó al escuchar unos gritos pidiendo auxilio. Los ruidos se hacían cada vez más y más fuertes, hasta que decidió despertar al resto.