Capitulo 31

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(Narrador Omnisciente)  

Joaquin quería llorar, gritar de rabia, enojo, dolor por no poder hacer nada, por no poder protegerse y cuidarse sólo, cuando lo arrestaron le quitaron el arma, dejándolo más vulnerable. 

¿Por que no corrió con Alex? 

Por que sabía que si ambos corrían había una gran posibilidad que abrieran fuego contra ellos, y los hirieran o alguien más saliera herido por las balas y eso es lo que menos quería el Omega, él solamente quiso proteger a su amigo y lo logró, sin embargo, ahora estaba sufriendo las consecuencias. 

- Habla ya Omega, me estás colmando la paciencia - Habló la oficial a cargo del caso, era una Omega, con un temperamento insoportable, altanera y engreída, Joaquin se preguntaba si así se veía él cuando estaba torturando a Ally, e intimidado a Mary, se preguntaba si, ese es el precio que estaba pagando por haber cometido aquellas atrocidades. 

Si, asesino. 

Si, torturó. 

Si, robo. 

Si, es jefe de mafía. 

Pero todo aquello el no lo diría, así el torturado fuera él y lo tratarán como perro, Joaquín estaba dispuesto a no delatar a la mafía, no delatar su ubicación, no decir absolutamente nada que tenga que ver con la mafía. 

- ¿Me dirás que hacen en esa mafía? ¿Por que demonios estabas en la Universidad Nacional de Corea? ¡¿Por qué ayudaste al bastardo ese a espacar?! ¡¡Habla!! - Joaquin no se asustó ante los gritos, se mantuvo callado, con la mirada fija en la Omega, quien también lo retaba con la mirada. 

- Tendrás un abogado de oficio, llamaras a un familiar o quien sea que creas conveniente para... 

- No necesito de abogados ni llamar a nadie - Dijo el Omega pelirosa, firme en sus palabras. 

- Me vale mierda si lo necesitas o no... 

- A mi me vale mierda lo que usted diga o no - Joaquin estaba consciente que se podia meter en problemas, pero su osadía ganaba y su orgullo era más fuerte que nada ni nadie. 

- Escuchame bien mocoso - Se acercó la Omega al oído de Joaquin y le susurró - Haré que me ruegues piedad, haré lo posible para que me digas todo lo que sabes referente a esa maldita mafía, así tenga que matarte... 

- Pues mateme, pero jamás le diré nada, vieja bruja.  La Omega agarró del pelo a Joaquin, y aunque a este le dolió, no se quejo. 

- Llevenlo a revisión, tenemos que saber si tiene algún dispositivo en su ropa, algo que nos ayude a saber sobre ese lugar, no traía celular, eso no nos ayuda, debe tener algo, lo registran en los datos con antecedentes penales, por asesinato, tortura, violación física, robos y atracos, todo lo que una maldita mafía hace, por que eso es lo que este maldito mocoso ha hecho, ¿Entendido? 

- Detective Lee, pero... no tenemos pruebas de que el sea miembro o haya hecho algo como eso - Dijo el asistente ayudante de la detective. 

- Me vale mierda si tenemos pruebas o no, las fabricamos y ya, apresurarse hacer lo que te ordene, después lo llevas a la sala B2 

- Detective - Intentó intervenir otro policía. 

- Callense, este Omega es un mafioso y se le tratara como tal, ¿No crees preciosura? - Tomo la barbilla del Omega la oficial Lee, apretando y sonriendole sinicamente al Omega mientras este no le bajaba la mirada ni un solo segundo. 

Joaquin estaba en un infierno, del que no saldría tan fácilmente, aquello ocurrió de la manera menos pensada, ni siquiera fue en un robo, en una misión, fue en el lugar menos pensado, y ahora debía pagar el pelirosa, sólo le pide a la madre luna que no sea tan cruel con él. 

El Omega de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora