Capitulo 139

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(Narrador Omnisciente) 

La enorme mansión de Joong-Ki era cómoda, hermosa, pero a Joaquín empezaba a desesperarlo no estar en su hogar, con su familia, razón por la cual estaba desesperado. 

El Omega cargaba a su pequeña Mariam, su pequeña berrinchuda y mal criada Mariam, la nena que lo hizo llorar durante horas, pero la cual ahora no podía vivir si no sentía cerca el aroma de su padre Omega y mucho menos dormía tranquila si no era con una prenda que tuviese el aroma de este en ella. 

Joaquín pensaba seriamente en un plan que pudiera darles resultado para rescatar a Félix, el hermano menor de la esposa de Joong-Ki. 

Entonces el Omega recordó un punto muy importante. No conocía a la Omega y esposa del Alfa tan fastidioso el cual lo rescató. 

Conocía a Joong-Ki y que estaba casado con una linda Omega, de la cual solo sabía su nombre.

Jeon Yeo-beeen. 

El Omega decidió restarle importancia y creer que la mujer quizá estaba en asuntos importantes. En su momento paseando a su pequeña pensó en una posible solución para el rescate, lo cual tomaría mucho tiempo, pero sabía que todo tendría resultado. 

Incluso quiza, sería mucho más fácil de lo que pensaba. 

- Vamos cariño, papi tiene muchas llamadas que hacer - El Omega camino con su pequeña hasta la mansión, sonriendo con su pequeña quien amaba la sonrisa de su papi Omega. 

En ese momento al menos cinco camionetas entraron a la mansión, en cuatro de ellas habían guarda espaldas y miembros de la mafia Italiana. 

Justo en una de ellas bajo una esplendorosa mujer, sensual, sexy y con unas increíbles curvas, demostrando toda su elegancia y belleza. 

Joaquín es un Omega que aprecia la belleza femenina y vaya que aquella mujer poseía todo de ello. 

- ¿Y tú quién demonios eres? - Preguntó la mujer a Joaquín. 

El Omega elevó una ceja y sonrió ladino, comprendiendo perfectamente quien era aquella mujer que a pesar de su elegancia y belleza demostraba también lo arrogante que es. 

- Soy Joaquín Bondoni y tú debes ser Song Yeo-been, ¿No es así? - Sonrió el Omega mientras jugaba con la manito de su pequeña. 

- ¿Joaquín Bondoni? - Preguntó ella - No tengo ni la más mínima idea de quién eres, que haces en mi casa y tampoco el porque hay cachorros en mi casa cuando claramente he dicho que odio a los mocosos. ¡Joong-Ki! - Grito histérica la Omega. 

- Primero que nada linda, no llames mocosos a mis cachorros y segundo, yo que tú, tendría más cuidado con lo que dices, aún más si es a la persona incorrecta. 

- Hablo como se me da la gana en mi casa, ¿Entiendes? - La arrogancia de la mujer se notaba a mil metros de distancia - ¡Joong-Ki! - Volvió a gritar. 

- ¿Cariño?, Creí que llegarías en dos semanas, ¿Qué sucedió con tu viaje astral?, No espera, era espiritual, bueno... 

- Viaje espiritual - Rodó los ojos la mujer - Explicame ¿Qué hace un Omega en mi casa con un cachorro en brazos? 

- No empieces Yeo-been. No sé si estás bromeando o de verdad te fue mal en tu viaje, pero no deberías hablarle así a Joaquín, cuando sabes perfectamente quien es y que hace aquí. 

- ¿Y tú crees que eso me interesa? - Preguntó la mujer.

Mientras Joaquín no pudo evitar reír, realmente divertido por la actitud tan irritante de la mujer - ¿De que ríes idiota? 

El Omega de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora