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3:30 a.m.

Me sentía en una película de drama. Literalmente, mi vida era drama tras drama.

Cameron, me conto que estaba por ir a la casa de Cross a visitarlo y disculparse. Cam tenia unas ojeras hasta el suelo y un café entre sus manos.

Yo, por otro lado, caminaba de lado a lado esperando a que alguien se acerque y me diga como esta Alexander.

Lo único que pensaba era que si algo le sucedió, nunca me lo perdonaría.

—Puedes ir a dormir Cam—Dije observándolo, él no tiene la culpa de esto, es injusto que no pueda descansar.

—Estoy bien Ellie 

—Hablo enserio Cameron, ve a casa a descansar, ya me ayudaste demasiado—Sonreí levemente.

—Soy tu mejor amigo y no voy a dejarte—Sonrió—Además las ojeras me hacen parecer sexy.

—¿Sexy?

Rei.

—Parece que tengo vida social y fui a una fiesta anoche—Sonrió y volvió a apoyar su cabeza sobre la pared del hospital.

Él tiene razón, ¿Quién pensaría que se paso la noche en el hospital ayudando a su mejor amiga ya que a su novio le dispararon?

Aunque lo peor de estar en la sala de espera de terapia intensiva en un hospital es que, no sabes que hacer.

No me refiero a que no sabes como entretenerte, porque créanme yo soy muy fácil de entretener, pero ahora estoy aquí parada en un hospital como idiota, sin poder ayudar a la persona que esta adentro.

Lo único que puedes hacer es orar. Y cuando ya llevas dos horas en el hospital te das cuenta que repetiste como 30 veces el "Padre Nuestro" y por supuesto ya hiciste 15 promesas diferentes.

Mi mente es un enrollo, creo que llegue a pensar que hice mal todo este tiempo y por eso el Karma me castiga así.

Cada vez que un enfermero o una enfermera pasaba con una carpetilla en sus manos, mi corazón se detenía. Se han acercado ya tres enfermeros a la sala de espera para llamar a la familia "Domínguez" "Duran" "Derbez" y yo fui la loca que se levanto y corría creyendo escuchar "Dallas"

La familia de Alexander ya venia en camino, ya que estaban resolviendo unas cosas de su hermana.

Un medico caminaba hacia la sala. Cruce mis dedos al costado de mi cuerpo con la esperanza de que pronunciara el apellido de mi novio y me digan que todo esta bien.

Es preocupante que en tres horas y media nadie nos haya dicho nada.

—La familia de...—Levanto una hoja y se acomodo los anteojos. Mi corazón estaba paralizado—Dalias.

¿Dalias?

Volví a respirar y me cruce de brazos. Ya no se que jurarle a Dios.

—Discúlpenme, error mío—Tomo una lapicera y corrigió algo sobre la hoja—Familia de Dallas.

Me abalance sobre el medico, frenando con las puntas de mis zapatillas justo a un paso de él.

Cameron llego casi al mismo tiempo que yo.

Solo pedía buenas noticias, nada mas eso.

—Familia de Alexander, ¿Verdad?

—Si, solo quiero saber si él esta bien, ¿Él esta bien? dígame que si, por favor.

—Bueno, pues—El medico hizo silencio y reviso los papeles.

Mi mamá siempre me decía que "Cuando Napoleón estaba llegando tarde a un lugar, le decía a sus servidores; Vísteme lento, que llego tarde"

Él no me conoce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora