~22~

4.6K 395 63
                                    

Comencé a escuchar ruidos.

Todo estaba negro, pero podía distinguir algunos susurros a mi alrededor, sentía que mi cabeza estaba algo consiente, pero mi cuerpo se sentía extremadamente pesado como para reaccionar, la presión que se ejercía en mi espalda no me permitía levantarme.

Poco a poco mis parpados se fueron levantando, pero aun así veía absolutamente todo borroso. Estaba mareada y muy confundida. Me costaba trabajo recordar con claridad lo que acababa de pasar, pero si sabía lo que había pasado.

Voces por todos lados.

¿Qué estaba pasando?

—¡Ellie! —Comencé a escuchar.

¿Por qué hacen mucho ruido?

—¡Ellie! —Escuche otra voz.

Poco a poco mis parpados se fueron abriendo. Distinguí el cielo. Mi cabeza dolía. Todo estaba cada vez más confuso.

—¡Ellie! —Dijo Cameron, esperen, ¿Cameron?

—¡Al fin bicho! —Dijo Isaac, esperen, ¿Isaac?

—Me duele la cabeza—Podía notar que estaba acostada en el suelo.

—¿Estas bien duende? —Cameron colocó su cabeza delante mío y pude notar como sonrió.

¿Dónde estoy?

—¿Qué está pasando Cameron? —Dije en un murmuro—¿Dónde está Mike?

—Cristopher te dio un buen golpe, pero estas bien, ¡Casi nos matas de un susto!

¿Qué?

Hice fuerza con mi espalda para poder sentarme. Cameron me ayudó empujando levemente mi espalda con su mano.

Todos los alumnos estaban en el lugar, hablando entre sí. Estaba en el estacionamiento. Tenía puesto lo que tenía hoy en la mañana, Isaac sostenía mi mano derecha.

—¿Te sientes bien? —Preguntó Isaac.

—Eso creo—Respondí mientras me sobaba la cabeza—¿Me desmayé?

—Como unos Cinco o diez minutos—Dijo Cameron—Gracias a Dios Ellie—Me abrazo suavemente—Nos preocupaste a todos, sentí que casi le desfiguro la cara a Cross por ese golpe que te dio.

—Si bueno, yo creo que él te hubiera dejado como trapo de cocina—Contesto Isaac con burla.

Mierda y si me dejo peor de lo que ya estaba.

—Sáquenme de aquí, no quiero que todos vean mi rostro destrozado—Intente levantarme, pero los chicos no me dejaron.

—¿De que estas hablando enana? —Voltee e Isaac me miraba confundido—No tienes nada, te desmayaste por el golpe en la cabeza contra el suelo.

Los observe a ambos con confusión.

—¿No me lastime?

—¿Eras así de fea desde siempre no? —Rio Isaac—Estas bien, tonta.

—¿Sucede algo Ellie? —Preguntó Cameron confundido.

—¿Dónde está Cristopher?

—Él pido disculpas y se fue con su grupo, actuó muy maduro luego de pegarte un buen golpe. Mike intentó golpearlo, pero lo calmamos porque sabemos que no te gusta que tu hermano sea violento. —sonreí levemente por tener amigos tan geniales.

—¿Por qué preguntas por Cross? —Isaac otra vez con sus celos.

Pero por supuesto, ellos no sabían el sueño todo loco que había tenido.

—Chicos no entiendo nada—Dije mareada—Soñé muchas cosas feas y en todas aparece el idiota de Cristopher, según me secuestraba y que veía mi cara destrozada y que Cristopher me llevaba a Europa con él que porque según mi hermano y Cameron querían matarlo y aparte lo peor de todo es que me dijo que me haría suya.

Isaac y Cameron se miraron y comenzaron a reír.

—¡Creo que tienes una gran imaginación Ellie! —Dijo Cameron.

—¿Soñaste todo eso en Diez minutos?

—Y dice que odia a Cross—Susurro Cameron

Tenían mucha razón, solo era producto de mi imaginación y aparte como dijo Camero yo odio con toda mi alma a Cross, aunque debía admitir que todo se veía muy real en mi sueño.

—¿Y Mike dónde está?

—Fue a buscarte hielo, él llamó a la ambulancia, pero los buenos para nada no se han dignado a aparecer—Respondió Isaac.

—Chicos, ¡Los Amo! —Levanté mis brazos y rodee a Isaac y a Cameron por sus cuellos para acercarlos a mi— ¡Creí que Cross me tendría secuestrada!, que alivio que solo fue un sueño.

—Yo te amo a ti Hazel Grace

—Y yo te amo más de lo que Camarón te ama

—Yo te amo más de lo que Brownie te ama

—Cállate Cameron Jones

—Tú comenzaste Isaac Pedro

—¡No me llames Pedro! —Se quejó

—Idiota—Sonrió Cam—¿Te gusta Ellie?

—No Camarón

—Ellie y Pedro debajo de un árbol se dan besitos y después tiene hijitos.

—Cállate Camarón, no oigo, no oigo, tengo orejas de pescado—Tapaba Isaac sus oídos con sus manos.

Comencé a reír. Esto me recordaba a algo loco de mi sueño.

—Saben, Cristopher estaba a punto de hacerme suya en el sueño, solo porque me negué a darle un besito—Isaac y Cameron se quedaron mudos, estaban celosos—Pero yo los prefiero a ustedes, aunque están algo locos, pero siempre serán mis bebés.

—¿Cómo es eso de que Cristopher estaba por hacerte suya? —Isaac se cruzó de brazos—Eres muy pequeña para eso Ellie Méndez.

—El Brownie tiene razón, siempre serás nuestra pequeña—Ambos sonrieron.

—Lamento todo lo que te hice Ellie, prometo ser mejor amigo que Cameron—Isaac le saco la lengua a Cam y este le pego en su espalda.

Ambos empezaron a decir quién era mejor y se pegaban tal y como si fueran unos niños, los quería mucho.

—Está bien chicos, a ambos los quiero, aunque claro prefiero mejor irme antes de que todos hagan un alboroto.

—Vámonos Ellie, le marcaremos a Mike para decirle que te llevaremos a tu casa.

—No es necesario—Mi hermano se acercó con una bolsa de hielo—Toma Ellie y como dijiste vámonos, otro día le daré su merecido a Cristopher.

Isaac y Cameron rieron.

—¿De qué se ríen? —Pregunto mi hermano bufando.

—De nada—Dijeron al unísono

—Vámonos—Dije para después salir de esa incomoda y terrible situación.

Comencé a reír mientras negaba con la cabeza, era muy afortunada por tener de amigos a esos dos chicos que solo hacían de mi mundo algo mejor y mejor aún tenía un hermano un poco idiota, pero así lo amaba.

No sabia exactamente lo que estaba pasando, primero Isaac desarrolla una especie de amor hacia mí, Cameron se muestra algo coqueto, mi hermano golpeo a Cristopher y a la vez este desarrollo un poco de odio hacia mí. Todo era confuso, pero me agradaba saber que por lo menos mi vida estaba cambiando, no se si para bien o para mal, pero trataría de afrontar las cosas de una buena manera y mi primer paso seria tratar de relacionarme más, en una de esas encuentro a un amigo o hasta quizás un amor verdadero.

Él no me conoce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora