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Estábamos pidiendo un Café con leche y un Capuchino cuando mi celular vibro.

Lo deslice desde mi bolsillo trasero. Salteé las 10 llamadas perdidas que tenía de mi mamá y las 8 que tenía de mi querido hermano hasta encontrar el mensaje que acababa de llegar.

—Mi Camarón Jones:

Estoy yendo a tu casa, tengo muchas cosas que contarte.

Ellie Méndez:

No estoy en mi casa Cam, ¿Qué sucede?

Mi camarón Jones:

Esto es más importante que cualquier cosa que estés haciendo, te veo en tu casa.

Ellie Méndez:

Okey

Mi camarón Jones:

Bye manzanita.

Bloqueé mi celular y lo volví a introducir dentro de uno de mis bolsillos.

—Te parece si nos sentamos en la mesa que esta por la puerta, nena—Dijo Cristopher con los dos vasos de Starbucks en sus manos.

—Cristopher, debo irme—Dije un poco avergonzada—Mi mamá debe estar preocupada

—Pero nena, te van a castigar de todas formas, tomamos esto y nos vamos.

Bufe.

—Debo irme y ya—Cristopher bufo y me estiro mi leche con chocolate.

—¿Quieres que te lleve?

—Tomó un taxi, está bien—Sonreí levemente—Te prometo que tomamos un Starbucks otro día, con más calma—Intente convencerlo para que no se enfadara conmigo.

—¿Otro día? —Rio sarcásticamente mientras me sostenía la puerta del lugar para así poder salir a la calle—Nena hoy a la noche paso por ti y me recompensaras esto.

¿CRISTOPHER CROSS ESTA INVITÁNDOME A SALIR?, ¿ACASO ERA UNA SEGUNDA CITA?, menos mal que no puedo ver mi cara en este momento porque debo estar quedando como una completa idiota.

—Pero, no sé si mi mamá va a dejarme, ya sabes, no creo que se tome bien eso de no volver a casa.

—¿Y?, Nena vas a vivir solo una vez, no puedes ser una niña buena por siempre— Sonrió

—No se actuar de otra forma

—Entonces yo voy a enseñarte—Me miro con una sonrisa traviesa.

Salimos del Starbucks y en la calle le hice la parada aun taxi para que este se detuviera.

—Debo irme—Me acerqué a él para darle un beso en la mejilla, pero luego dudé y me hice para atrás para estirarle mi mano.

—Nena, no te vas a quedar sin virginidad por darme un beso.

—Si, perdón—Reí—Adiós—Me acerque a él, me pare de puntitas y le di un beso en la mejilla, respirando por última vez su perfume tan masculino y embriagante.

—No te olvides lo de esta noche—Dijo mientras me ayudaba a entrar al taxi.

Créeme que voy a estar pensando absolutamente toda la tarde en nuestra "segunda cita".

—No lo haré—Sonreí por última vez y él cerró la puerta del auto.

Voy a salir con Cross.

¿Qué tal si Cameron lo amenazó para salir conmigo? O si esto es un maléfico plan con Isaac o Sara.

Él no me conoce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora