~38~

3.2K 298 55
                                    

—Aquí tienes—Me estiro Cameron la taza con té caliente.

Así es, había tocado hace 10 minutos el timbre de mi ex mejor amigo, era la única persona que tenía en mente desde que tomé la decisión de irme de mi casa, sin embargo, ahora estaba atemorizada, en cualquier momento me puede correr de su casa, ya que no me comporte cuando él me hablo de su aventura con Sara y encima le dije que es una zorra, así que no estoy muy cómoda que digamos.

Nos mirábamos como completos desconocidos.

Él traía otro corte de pelo, es lo único diferente que podía notar.

—¿Estas bien? —Pregunto él.

Asentí con mi cabeza mientras le daba un sorbo al té.

—Ellie Yo...

—Cameron Yo...

Nos quedamos en silencio y reímos, esto es tan de películas.

—Si, tu primero—Dije

—Lo siento Ellie—Sonreí.

Creo que ya puedo estar el veinte por ciento relajada.

—Yo lo siento Cameron, es tu vida y tú puedes hacer lo que quieras—Jugaba con el borde de mi taza—No es mi problema si quieres salir con Sara.

—Tú estabas metida con Cross, necesitaba a alguien—sonrió—Lo mío con Sara no funciono.

Quería Bailar y gritar de alegría, pero eso estaba mal.

—Lo siento por eso—Agache mi cabeza—Bueno, no estamos hechos para el amor Cam—Reí

Él Rio.

—Si para cuando tengas treinta años y aún no estás casada, ¿te casarías conmigo?

Sonreí.

—No creo que encuentre a ninguna otra persona que me haga más feliz que tu pequeño Cam, además no creo volver a enamorarme.

—Nadie está libre de caer en esta desgracia del amor, Ellie.

Lo había estado extrañando, muchísimo para ser sinceros.

—Mi mamá está armando un colchón al lado de mi cama, puedes quedarte el tiempo que quieras.

—Cam dile que no lo haga, puedo hacerlo yo—Aún tenía ese nudo en la garganta. Me agarraba depresión de la nada.

Extraño a Cristopher, estoy enamorada de él, completamente, ¡Que idiota soy!

—¿Ellie, estás bien?

Trague saliva.

Es uno de esos momentos donde necesito llorar como lo hago todos los domingos a las siete de la tarde, todo gracias a que me pongo a escuchar canciones deprimentes mientras estoy tapada hasta la nuca.

Llorar, sin un solo motivo.

—Cam—No quería llorar, odio ser de esas personas que descargan todos sus problemas en los demás, simplemente no soy así.

—Pequeña— Se levanto de su sofá y fue hasta mi lado.

Me rodeo con sus brazos.

No era lo mismo, no eran los brazos de Cross, pero amo a Cam de todas formas y agradezco su gentileza.

—Cam, lo extraño—Me hundí en su pecho.

—Lo sé pequeña, lo sé—Frotaba su mano en mi espalda.

—Yo lo amo—las lágrimas salían como aguacero.

—Eres increíblemente asombrosa para alguien como él, no te merece.

Él no me conoce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora