~14~

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—Entonces, ¿Qué persona propones para el trabajo? —Preguntó Cam.

Hace como dos horas habíamos comenzado con el trabajo, no habíamos hecho absolutamente nada hasta el momento. Intentamos concentrarnos en la tarea un par de veces, pero nos era imposible, debido a que Cam es el puto amo. Es sin duda el chico más divertido que conozco hasta el momento. Pero no malinterpreto las cosas, el sería un buen mejor amigo, nada más que eso.

A mí me gustan los hombres fríos, rudos, esos que nunca se fijaran en mí, pero con tenerlos de Crush me conformo, esos sí que son mis favoritos. Sinceramente ni yo me creo eso, pero bueno, así es la vida, unos nacen fabulosos otros no tanto y otros bueno, da igual.

Mi vida simplemente apesta.

—¿A quién admiras tu Cam? —pregunte, debido a que no tenía respuesta a su pregunta.

—Es una pregunta difícil—dijo dudoso—pero admiro a mi mejor amigo, a mi compañero de locuras, al único que no se cansa de mí, ese que está siempre, que me escucha cuando nadie más lo hace—Cameron se había puesto profundo y serio, solo esperaba el nombre del chico— el único que jamás me falló, mi gato.

Justo cuando creía que podíamos hacer la tarea tranquilamente, Cameron sale una vez más con sus payasadas, este chico sí que sería bueno para ser comediante.

—Gary, mi gato—señaló con su dedo índice a un rincón de su cama.

Un gato gris con pequeñas manchas blancas, Era hermoso, tal vez lo secuestre.

—Cameron—Sonreí—No podemos hacer un trabajo acerca de tu gato—di pequeñas palmaditas con mi mano sobre su brazo mientras reía.

—Es mejor que cualquier ser humano Ellie, los humanos somos como de otro mundo—Dijo serio.

—Se a que te refieres.

La imagen de Sara se me presentó en mis pensamientos, ella sin duda alguna sería alguien para admirar, pero conociéndola profundamente sabes que el lobo viste de cordero.

—¿te paso algo malo con algún amigo Cam?

—No, pero debe ser feo—hizo una mueca demasiado graciosa—no soy apegado a las personas, verás, podre tener muchos amigos y quererlos, pero nunca me encariño demasiado, no sabes quién podría traicionarte en un descuido. —Cam suspiro—Para serte sincero no he encontrado a alguien que sepa lo que es el valor de una amistad.

—Mejor no nos metamos en temas profundos, está clarísimo como el agua que la reflexión no es lo tuyo—reí

—Puedo ser tu psicólogo Ellie, puedo llegar a sorprenderte.

—Solo tengo una pregunta para ti

—Dime, jovencita

—Si no se puede tener esa confianza en nadie al cien por ciento, entonces ¿no debería tener amigos y todo ese rollo?

—Escucha Méndez, no puedes saber quién te lastimara, a veces en las personas que creemos que estarán para nosotros, son las que terminan haciéndonos cosas feas, pero sabes algo si busca bien hallarás gente con buenos sentimientos y que al contrario buscarán la manera de protegerte.

—Bueno, señor psicólogo, mejor deme un abrazo que lo necesito mucho Cam— sonreí

—ven aquí mi pequeña—sonrió y abrió sus brazos para poder corresponder el abrazo. —Nunca creí que diría esto, pero presiento que tú y yo, seremos muy buenos amigos y eso espero.

—Yo creo que primero secuestrare a tu gato y después veremos si amigos o enemigos.

Ambos reímos, ante mis ideas locas.

Lo había estado necesitando, en realidad, había buscado y hallado al amigo con el que sabía, que no iba lastimarme. Cam en verdad es distinto de diferentes formas.

Él nunca me ha contado de sus problemas, se toma todo como si fuera un juego y a las cosas feas, les encuentra algo de felicidad, con Cameron olvide tan simplemente al mundo exterior gracias a sus payasadas, pero principalmente en esta tarde me enseño lo grande y maravilloso que puede ser el mundo, aprendí que no debo tener miedo de quien soy, a él le agrado tal y como soy, no me juzga y al final, esta es la clase de personas que quiero en mi vida, tuve que pasar por muchas cosas malas, pero gracias a Cam sé que podré superarlas y mejor aún enfrentarme a las personas egoístas y envidiosas que solo me han lastimado. Tenía que ser valiente.

El timbre sonó.

—Ellie iré a abrir, y cuando regrese me dirás a qué persona admiras—dijo antes de levantarse

Todavía no encontraba una persona concreta a quien admirar, debido a que la gente que conozco tiene más cosas malas que buenas, pondría a Cam, pero sería injusto, aparte seguro que nos ponen una mala calificación por ponernos a nosotros mismos.

—¿Ellie? — levante mi cabeza, Cameron entraba a la sala—Uno de mis amigos que vive a unas cuantas casas de la mía, viene a pasar el rato, ¿te molesta si se queda?

—Cameron, no pasa nada—Sonreí—Tu amigo puede ayudarnos con la tarea eterna.

—Sabias que eres la mejor—apretó mis lindos cachetes, mientras sonreía

—Cam—El volteo antes de dejar la sala—Solo por curiosidad, ¿Cómo se llama tu amigo?

—No creo que lo conozcas, es nuevo, se llama Cristopher Cross, también pertenece a la pandilla de Isaac, es buen chico.

Tragué saliva, mi respiración se aceleró al escuchar su nombre.

Claro, buen chico.

¿Por qué me sucedía esto a mí?

No podía soportar la idea de que estaremos juntos en el mismo espacio, quería verlo, pero no quería ilusionarme una vez más, ya había tenido suficiente respecto a Cristopher Cross, solo quería tener paz por una vez en toda mi insignificante vida.

Cameron me miraba confundido mientras yo planeaba como irme sin que Cross me viera, ¿Cómo me iba a ir de la casa de Cameron si justo se encontraba en la puerta?, y peor aun esperando que su amigo lo deje entrar.

—Ellie, ¿estás bien?

—Sí, ve por tu amigo, yo aquí te espero—Mi corazón latía fuerte.

Se que tengo que ser fuerte, estuvo mal que él no dijera nada justo cuando Isaac me humillo, pero creo que cada uno tiene sus motivos, los suyos son pertenecer a un grupo y los míos son olvidar al chico inalcanzable para mí, es mejor así, nadie sale lastimado.

Aunque lo malo de todo esto es yo sufro por mi primer amor fracasado.

Él no me conoce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora