Capítulo 38

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Finalmente el ferry atraco en el Puerto de New York, habían llegado a su destino, bajaron tomados de la mano riendo y disfrutando del paseo.

---" Me gustaría hablar con tu papá..."-- dijo Fernando mientras la soltaba de la mano para abrazarla por la espalda.

Lucero frunció el ceño desconcertada.

--" Y para que quieres hablar con papá,claro si puedo saberlo?"--

--" Se que el y yo no nos conocimos en los mejores términos como todos sabemos,fingi ser su amigo cuando en realidad lo que quería era acercarme a ti,estuve a punto de matarlo, si te soy sincero me gustaría ofrecerle una disculpa y que tuviera una mejor opinión de mi no pretendo que me ame de la noche a la mañana pero si me gustaría llevarme mejor con el"--

--" Además,soy tu afortunado esposo, no crees que lo más obvio es que empiece a limar las asperezas con mi suegro...?"-- Dijo mientras le daba la vuelta a su esposa para abrazarla por la cintura y levantarla por el aire.

--" Sabes pensé que tenías corazón de roca, insensible a los sentimientos de los demás, nunca pensé que detrás de ese gran patriarca que aparentabas ser se escondía el mejor de los hombres, un hombre con los más puros y hermosos sentimientos"-- dijo mientras le rodeaba el cuello con sus brazos y el la sostenía por la cintura.

--" Tan mala persona creíste que era cuando me conociste...?"--

--" Eras peor que un ogro"-- respondió riendo.

--" Pues este ogro cambio cuando conoció a su princesa"-- dijo mientras le robaba un beso sobre los labios.

--" Te amo..."--

--" Yo más"-- dijo mientras sentía como de nuevo sus pies volvían a tocar el suelo.

Finalmente llegaron a su destino, aquel enorme e imponente monumento le traía muy buenos recuerdos,algunos  tristes y nostálgicos . Recordó su último paseo junto con sus padres, los souvenirs que compraron en aquella ocasión, junto con una fotografía que atesoraba como el mayor de sus recuerdos en un cajón que escondía en el closet, en aquella foto vieja y descolorida estaban su padre y madre con ella en el medio, portando un gorro idéntico a la corona de la estatua. Quizá en alguna otra ocasión tendría la oportunidad de llevar a su padre de paseo con ellos.

--" Cielo, estás bien...?"-- preguntó Fernando cuando vio que ella no respondía a lo que le había preguntado.

Lucero despavilo por completo.

--" Claro, solo estaba recordando"-- dijo mientras se limpiaba una lágrima con el dorso de su mano.

--" Este fue el último lugar que visitamos con mamá antes que muriera"--dijo con un tajo de melancolía.

Fernando abrazo a su esposa, ella gustosa le correspondió.

--" Venimos a dar un paseo agradable, anda vamos,basta de lágrimas"-- dijo ella mientras lo halaba para que subieran a la estatua.

Fernando amaba el carácter de su esposa, siempre se mostraba una mujer fuerte y valiente que apesar de las circunstancias nunca se rendía, en eso eran tan parecidos.

Comenzaron la travesía hasta llegar a la corona de la estatua, era un camino largo y cansado pero que al final podían disfrutar de una magestuosa e impresionante vista.

Después de un par de minutos llegaron a la corona, era una vista imponente a lo lejos podían ver la Ciudad de New York, Lucero capturó algunas icónicas fotografías mientras que Fernando hacía lo mismo, era el turno de Fernando en tener fotos de aquel bello momento, busco a alguien quien pudiera fotografiarlos, por suerte una pareja joven de novios se ofrecieron a ayudarles.

MAFIA Y AMOR ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora