--" Ánimo Fer,todo va estar bien verás que muy pronto volverás a tener a tu esposa aquí en casa"-- Federico estaba igual de emocionado que su hijo,su rostro estaba empapado en lágrimas mientras que sorbia su nariz.
--" Y si aquel infeliz le hace algo...?"--
--" A Luca solo le interesa la mercancía así que no tienes que temer"--
Fernando se incorporó inmediatamente era cierto,debía conseguir todo lo que el italiano le había pedido.
--" Voy a conseguir lo que me pidieron"-- Dijo antes de salir despavorido rumbo a su despacho a realizar algunas llamadas para conseguir la droga y el dinero dejando a su padre y al mayordomo con la palabra en la boca.
Tres días de total agonía,en espera de las siguientes indicaciones por parte de su enemigo. No dormía porque su calor le hacía falta en su cama,no probó bocado porque el estómago nunca le reclamo por comida y si lo hizo el lo ignoraba por completo,su padre y Alfred hicieron todo lo humanamente posible para obligarlo a qué comiera pero desafortunadamente nunca lo lograron,se refugió en el alcohol abrazando su celular en espera de la llamada y dónde aquel infeliz quería que le entregará lo que había pedido.Y finalmente la llamada que tanto espero había llegado, el italiano le indicó la hora y el lugar de donde quería que le entregaran la mercancía y a cambio de eso el le devolvería a su esposa.
Transportó la droga y el dinero hasta donde le indicó para luego esperar las próximas indicaciones en una bodega abandonada.
Llegó solo tal cual se lo pidio su arma la llevaba escondida en el cinturón de su pantalón escondida con su saco.
Lentamente entro a la bodega estaba a oscuras caminó cautelosamente.
--" Ciao Fernando,que bueno que viniste..."-- el italiano salió de las sombras mientras levantaba su arma apuntandole a Fernando.
Fernando no se quedó atras, rápidamente sacó su arma del cinturón apuntandole en la cabeza.
--" Dónde está...?"-- preguntó entre dientes jalando el gatillo.
--" Ella está bien..."-- chasqueo los dedos ordenandole a sus hombres a qué trajeran a Lucero.
Dos enormes hombres llevaron a Lucero delante de su jefe,se le veía sucia con el cabello enmarañado unas enormes ojeras hasta podría jurar que estaba más flaca de lo que recordaba.
Débilmente levantó el rostro,sonrió cuando vio a Fernando quien la veía angustiado.
--" Viniste por mi..."-- balbuceo mientras moría por darle un abrazo.
--" Todo va estar bien bonita,ya te voy a sacar de aquí..."-- quiso acercarse a ella pero sintió como lo tomaban con violencia de los brazos obligandolo a qué permaneciera en el mismo lugar.
Dos enormes hombres lo habían tomado salvajemente de los brazos obligandolo a qué tirará la pistola.
--" Ya te entregué lo que me pediste,ahora déjala ir..."-- trataba de zafarse del agarre de aquellos hombres pero no pudo.
--" Y gracias por lo que me diste,es mercancía de muy buena calidad"-- se pocisiono detrás de Lucero abrazándola por el cuello mientras que lentamente deslizaba el arma por enmedio de sus senos.
--" Que demonios haces,ya cumplí mi parte ahora comportate como un hombre y cumple la tuya..."-- iracundo veía como el italiano comenzaba a besar el cuello de su esposa mientras que ella lloraba angustiada.
--" Desde que conocí a tu moglie( esposa) imagino como sería tener sexo con ella..."-- le arrancó el collar que llevaba puesto,el mismo que su esposo le regaló y qué ahora era su preferido.
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MAFIA Y AMOR ®
De TodoEn un casino exclusivo de la ciudad de New York ubicado al sur, cinco jugadores reunidos en una mesa de juego, uno de ellos el jefe de una de las mafias más poderosa del país. Ernesto Hogaza un jugador casi inexperto con una gran adicción por el jue...